La mala planeación en el municipio de Naucalpan, Estado de México, provocó un crecimiento urbano sin que aumentarán los recursos para servicios públicos, en consecuencia esta demarcación no amplió su captación de ingresos por pago de predial y se calculan pérdidas por casi 240 millones de pesos en la última década.
Otros municipios de la Zona Metropolitana del Valle de México que se encuentran en una situación similar, que además registran una lenta incorporación a los registros municipales y, por ende, un escaso ingreso a las arcas públicas, son Chimalhuacán, Nezahualcóyotl, Toluca y Tlalnepantla de Baz.
Especialistas indican que la falta de derechos de propiedad también ocasiona costos monetarios debido a la pérdida de ingresos tributarios para las administraciones locales por el inexistente cobro de impuestos a la propiedad a quienes viven en asentamientos irregulares, lo cual hace más difícil la obtención de recursos para regularizarse y dotarlos de servicios públicos.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Naucalpan tuvo un crecimiento en su población desde la década de 1990 hasta el 2010, es decir, cerca del 2.2 por ciento anual.
Asimismo, el Programa de Acción Climática del Municipio (PACMUN) 2014 de Naucalpan identificó 268 asentamientos humanos irregulares, con 15 mil viviendas que albergan a ocho mil 978 familias, y una población total de 42 mil habitantes, que en conjunto ocupan una superficie de 200 hectáreas del territorio municipal. Sin embargo, el establecimiento de asentamientos irregulares alejados de los centros urbanos propició la existencia de ciudades ineficientes y poco competitivas.
De 2010 a 2020 de las ciudades mencionadas sólo Naucalpan de Juárez ha tenido pérdida de población. El INEGI agregó que para 2020 se contabilizaron nueve mil 785 personas menos en el municipio (-1.16% que un año antes). Al mismo tiempo, en 2019 y 2020, hubo una caída en la recaudación predial, que podría ser atribuida a la salida de personas cuya vivienda se encontraba regularizada y dejaron de pagar el gravamen.
Los expertos agregan que la incertidumbre generada a partir de la falta de derechos de propiedad desincentiva las inversiones en mejoras para el hogar, lo cual mantiene bajos los precios de las viviendas y dificulta la existencia de un mercado de rentas, afectando así la movilidad social por el temor a abandonar el hogar y no poderlo recuperar.
Las estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe 2015, publicadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), precisan que en México los impuestos a la propiedad representaron en 2012 únicamente el 1.5% de la recaudación total, cifra considerablemente inferior al promedio de 5.5% reportado para el mismo año para los países de América Latina y el Caribe (3.5%) y para el conjunto de países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).