La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
El dilema es entre la viabilidad del país y el falso revisionismo histórico
Recién acontecido el colapso de la L12 del Metro, algunos columnistas políticos acusaron que el canciller, Marcelo Ebrard, se encontraba deprimido, aquí señalamos que ese es un padecimiento prohibido para los políticos.
Pues bien, después de una etapa de duelo (por su presunta candidatura presidencial en 2024, no por las víctimas del desplome), el ex jefe de Gobierno se reactiva.
El primer tema tiene que ver con el encargo de comprar vacunas contra el COVID19, misión que ha cumplido con eficacia, pues a pesar de la gran demanda mundial, México, a la fecha, ha recibido alrededor de 90 millones de dosis.
En segundo término, el canciller ha cabildeado con éxito, el objetivo propuesto por su patrón, de crear un nuevo órgano multilateral que represente los intereses de América Latina, Nuestra América como la definió José Martí. Tiene excelente relación con líderes sudamericanos, al grado que, Evo Morales, afirmó que le ‘salvó la vida’.
En el sentido de replantear la política exterior, hay otros dos aspectos fundamentales.
El primero, es un acercamiento con Vladimir Putin que implicaría una visita del mandatario ruso a México, situación que la administración de Joe Biden, ve con mucho recelo.
El segundo, es la demanda interpuesta, en un tribunal de Boston, Massachusetts, contra 11 corporaciones que fabrican armamento y que surten del mismo, a sabiendas, al crimen organizado en el país. Los expertos sostienen que es difícil ganar la batalla jurídica, pero en términos de opinión pública, es punto para la 4T, al responsabilizar a estos mercaderes de cientos de miles de muertes, por causa del nivel de fuego adquirido por ‘los malosos’.
Mientras, enfrente, cambian las efemérides y la nomenclatura a la CDMX. Hay niveles.