* La Secretaria de Seguridad Pública Municipal dice en entrevista con Expediente Ultra, estar dispuesta a dar un giro sobre la mala imagen que la ciudadanía tiene de los elementos policiales, para lo cual plantea recuperar viejos modelos de vigilancia como el “Policía de Barrio” que inspire confianza a los vecinos; adelanta que no tolerará abusos contra la gente y aquellos policías que cometan faltas graves serán dados de baja
Por Antonio Ortigoza Vázquez
Especial de Expediente Ultra
Adriana Yamileth Salazar Márquez es una mujer no solo de convicciones sino de firmes decisiones. Desde su cargo como titular de la Secretaria de Seguridad Pública Municipal de Pachuca no regatea palabras cuando señala que aún a costa de su vida, buscará recuperar la tranquilidad y la confianza de la ciudadanía en los cuerpos policiales.
Desde que aceptó tal designación, Salazar Márquez ya empezó a hacer historia por ser la primera mujer en arribar a un mando históricamente ejercido por hombres, lo que demuestra además que la equidad de género en los cargos públicos del ayuntamiento pachuqueño es una realidad.
Amable, la funcionaria nos abre un espacio en su agenda de trabajo y responde de manera puntual a todas y cada una de las preguntas de Expediente Ultra.
A continuación, el texto de la interesante charla:
Expediente Ultra: La inseguridad y la delincuencia son problemas que siguen afectando a los ciudadanos de todo el país, a todos los sectores de la sociedad y en este caso, Pachuca no es la excepción ¿En que nivel se ubican estos fenómenos en la capital hidalguense?
Adriana Yamileth Salazar Márquez: Afortunadamente, en comparación con otras ciudades y estados de la República, la incidencia (delictiva) no es tan alarmante; sin embargo, seguimos teniendo incidencia delictiva.
Los principales actos delictivos en estos momentos son: la violencia contra la mujer, la violencia familiar y los delitos patrimoniales como el robo a casa habitación, el robo de autopartes y de vehículos. Estos delitos son los que más nos aquejan en este momento, en la ciudad de Pachuca.
EU: Llama mi atención la violencia contra las mujeres. Usted es la primera mujer que encabeza la Secretaría de Seguridad del municipio de Pachuca. ¿No es un reto para su género?
AYSM: Tradicionalmente sí se entendía que el trabajo policial era una actividad masculina; sin embargo, yo sigo insistiendo que no tiene que ver el género, o la preferencia sexual y ninguna situación de esta índole. Aquí es una cuestión de la persona, de trabajo y de preparación. Nada más.
UNA JEFA DE MANO FIRME
EU: ¿Usted como mujer ha encontrado algún obstáculo para tener y mantener el mando de esta corporación? Y se lo comento porque la mayoría de los elementos son hombres
AYSM: No, no en ese sentido. Por supuesto que hay inconformidades, pero repito, creo que esas inconformidades no tienen que ver, en su mayoría, con que si es un hombre o una mujer quien está a la cabeza, sino más bien con algunas cuestiones que tienen que ver con ajustes que se han hecho en la administración.
Esas son las inconformidades que he encontrado al momento que hay un cambio en el estado de confort; seguramente esto genera siempre escozor en algunas personas que estaban acostumbradas a trabajar de una forma distinta, pero en lo que respecta al género, propiamente, yo no lo he percibido así.
No sé si esto se deba a que yo fui, muchos años, instructora en el Instituto de Formación Profesional (policial) y muchos de los que hoy son policías fueron mis cadetes y muchos otros fueron mis alumnos porque estuvieron haciendo cursos de profesionalización. Entonces con muchos de ellos tuve contacto; ya me conocían y ya sabían cuál es la forma de trabajar de su servidora.
EU: ¿Cómo nace su inquietud por convertirse en elemento policial?
AYSM: Creo que como todos en la niñez aspiramos a ser doctores, bomberos o policías, pues son figuras que vemos como héroes o heroínas. Empero, tengo que aceptar que lo que me orilló ser policía fue la necesidad: anteriormente era una trabajadora en el sector privado, era personal administrativo y un día dije que si alguna vez deseé ser policía, pues debía hacerlo y me atreví, pues la vida te hace descubrir que en una existe una vocación de servir. Y fue así que luché por ser lo que soy en hoy en día: una mujer policía comprometida con el deber y la sociedad.
A RECUPERAR LA CREDIBILIDAD Y CONFIANZA DE LA GENTE
EU: Secretaria ¿Cómo cambiar esa percepción de que cuando alguien no encontraba trabajo, le decían: “aunque sea métete de policía”? ¿Ha cambiado esa visión? ¿Hoy en día el policía se encuentra capacitado para enfrentar al crimen, un crimen que cada vez está más armado y capacitado para delinquir?
AYSM: Yo creo que si hacemos una comparativa entre el policía de hoy y el policía de hace 20, 30 ó 50 años, por supuesto que hay una preparación mucho más efectiva. A
Anteriormente, sí, cualquiera podía ser policía, a algunos les bastaba saber medio leer y medio escribir; no había una preparación; es decir, algunos elementos no veían su cargo como una responsabilidad importante, si no como un simple trabajo.
Pero también debemos entender que en aquellos tiempos la delincuencia era distinta, desafortunadamente, los índices delincuenciales han aumentado y también han evolucionado en su forma de operar y es en ese sentido que la federación, el estado y el municipio toman la decisión de que un policías ya no solamente tenía que ser la persona que quisiera serlo para obtener un simple empleo.
Actualmente existen ciertos requisitos que se deben cumplir; hoy, el requisito mínimo académico indispensable es el bachillerato. Por supuesto que el tener una licenciatura, una maestría pues abona mucho a la función.
Definitivamente sí hay un avance respecto a la preparación de los elementos policíacos; sin embargo, creo que sigue siendo insuficiente pues hace falta una preparación no solamente técnica, táctica, sino también una preparación emocional, porque la verdad que la imagen de la policía está muy desgastada. Entonces, el ciudadano ya dejó de ver al policía como el policía comunitario, el policía amigo el que puede ayudar, apoyar, con el que sientes esa cercanía.
Esa fricción que se ha venido suscitándose de algunas generaciones para acá, donde se ve al policía como un opresor, un abusivo, como, incluso, un delincuente, eso ha mellado mucho en la relación ciudadano-policía.
El objetivo de hoy es retomar la confianza de la sociedad, en donde el ciudadano vea en un policía como una persona que puede ayudarlo, que incluso, hasta pueda dar su vida por salvaguardar la seguridad de la sociedad. Sé que es difícil, pero no imposible.
EU: Hoy, la corporación que usted encabeza ¿recibe la capacitación necesaria para darle un nuevo rostro a la relación de la policía y la sociedad?
AYSM: La capacitación policial, propiamente, es de cajón, esa nos la exige el Sistema Nacional de Seguridad Pública; es decir, aquí no puede haber policías que no estén constantemente en capacitación y actualización.
Lo que estamos haciendo nosotros, como Secretaría de Seguridad Pública Municipal, además de eso, es empezar a generar otras herramientas, otros cursos y recursos que les permita a los policías tener una preparación que va más allá, como te decía, de lo técnico-táctico, sino también en lo emocional.
Tenemos en la Secretaría un área de sicología y que pocas veces ha sido explotada. Creo que es un recurso bastante importante e eficiente del que podemos echar mano para que le enseñemos a los elementos cómo debe de ser el trato al ciudadano, cómo controlar las emociones y realizar un trabajo de resolución de conflictos.
Si bien es cierto que los policías no son jueces, también deben hacer un trabajo de mediación en los conflictos que hay en la comunidad. Y es cierto, tenemos incidencia delictiva, no podemos negarlo, pero la verdad es que muchos de los reportes que tenemos por parte de los ciudadanos, tienen que ver con una falta de mediación, de conflictos entre vecinos, de esa falta de empatía con su semejante, con la persona que maneja al lado de uno donde por algún descuido mínimo al conducir, se genera un problema más grave, que incluso han llegado a situaciones muy lamentables y no solo golpes.
Todo ese tipo de situaciones van mellando el trato armonioso en una comunidad. Entonces, entre eso y en que el policía lo ven como un enemigo, el ciudadano no halla a donde acudir, es por eso que estamos trabajando de forma importante en que el policía comience a tener herramientas emocionales, no solamente técnicas y tácticas.
RECUPERAR EL POLICÍA DE BARRIO
EU: ¿Dónde quedó la figura de policía de barrio? Aquel que era conocido en la calle, en la colonia, aquel que contaba con la confianza del ciudadano ¿Se ha perdido esa figura?
AYSM: Yo creo que sí, son pocos los elementos que son percibidos como el policía cercano. Dentro de la estrategia que estamos manejando en la corporación es la de evitar movimientos continuos de personal; es decir, para mí es importante que el vecino de la colonia El Palmar, sepa que el policía “Juanito Pérez” es quién siempre está en su sector y del que ya tiene su número de teléfono para que en caso necesario pueda llamarle y le brinde una atención rápida. Y además que ya existe una cierta confianza.
Entonces, es una estrategia (la del policía de barrio) que se está retomando y que se perdió hace mucho tiempo; a veces el tener elementos de forma permanente en una zona pues sí genera a lo mejor ciertos vicios, pero creo que la parte costo-beneficio, siempre es mayor el beneficio.
CORRUPCIÓN, UN TEMA DE VALORES
Hay un tema de suma importancia y es el de la corrupción, sigo pensando que no es un tema de capacitación sino de valores. La ciudadanía se queja que el policía es corrupto, pero también la ciudadanía debe de recordar que ése policía que es corrupto, antes de serlo fue un ciudadano común y emergió de esa misma sociedad; es decir, una persona no se transforma en honorable solo por ponerse un uniforme; o en automático, se convierta en corrupto.
El policía que fue corrupto, fue un ciudadano corrupto. Entonces, evidentemente, debe haber un trabajo más allá de la institución, tiene que ver con un trabajo de la ciudadanía, el de retomar valores, el de la educación en casa.
Hoy tenemos una comisión de Honor y Justicia, la cual se encarga de recibir todas las quejas por parte de la sociedad.
MALOS ELEMENTOS SERÁN DESTITUÍDOS
EU: ¿Se actúa?
AYSM: Sí, por supuesto. Evidentemente existe un procedimiento, a veces la gente cuando se queja de algún policía quisiera que en cuanto vienen a interponer alguna queja por algún tipo de abuso o irregularidad de un elemento, desean que sea dado de baja en ese preciso instante, lo cual no es posible, pues debemos llevar un procedimiento legal tal como se llevaría en cualquier otro hecho delictivo, por ejemplo.
Pero claro que se actúa, pues tenemos un área que se encarga de investigar toda queja que se presenta por parte de la sociedad, pero también dependemos de la continuidad y del seguimiento que da el ciudadano a su queja.
Aquellos elementos que no estén alineados a la normatividad pues tendrán que ser sujetos a un proceso administrativo, el cual tendrá una amonestación verbal, por escrito, un arresto y en los casos muy graves la destitución del elemento, sin dejar a un lado las responsabilidades penales o civiles que tendría que enfrentar con las autoridades correspondientes.
UNA PACHUCA SEGURA AÚN A COSTA DE SU VIDA
EU: Secretaria, le tengo que hacer una pregunta un poco dura: ¿Usted no teme perder la vida trabajando como policía, como titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Pachuca?
AYSM: Sí, por supuesto que sí, creo que aquel elemento que no tiene miedo es extraterrestre. Claro que siempre existe ese riesgo latente de perder la vida en cumplimiento del deber; por supuesto que existe el miedo, pues tengo familia, tengo hijos a los que no me gustaría dejar solos.
Pero bueno, al final de cuentas vale la pena, pues creo que es preferible morir en la línea que alejarte y dejar que las cosas sucedan. Aquí lo importante es que si caes en el cumplimiento de tu deber, si mueres será con la convicción de que, tal vez no lograste pero hiciste cosas para combatir la delincuencia y así lograr una ciudad en paz y armonía.
A mí me interesa que Pachuca sea segura, pues aquí vive mi familia, mis padres, mis hijos y amigos; tal vez sea una utopía, pero en mí no quedará.
La charla termina pues el deber llama a la Secretaria. Una mujer que debe poner orden en una institución antes dirigida por hombres que ahora tiene en sus manos la oportunidad de hacer historia no solo en Hidalgo, sino en todo el país.