* En un acto realizado en el Congreso Local donde se entregó la “Medalla Miguel Hidalgo” para los 124 trabajadores de la salud fallecidos a consecuencia de la entrega y dedicación en su lucha contra el Covid 19, el Secretario de Salud del Gobierno del Estado, destacó que “son los momentos de no dejarnos solos”, y propuso que la muerte de más de seis mil hidalguenses a causa de la pandemia “no sea en vano”
SILOGISMOS
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
En una ceremonia cargada de emociones, el secretario de Salud de Hidalgo, Efraín Benítez Herrera, planteó que “en estos días de crisis, son los momentos de no dejarnos solos, de tratar de buscar el sentido en las marismas del sinsentido del dolor, del abandono y la muerte” y propuso que la muerte de más de seis mil hidalguenses a causa de la pandemia “no sea en vano”.
El acto tuvo lugar en el recinto del Congreso local, donde la diputación hizo entrega de la “Medalla Miguel Hidalgo” para los 124 trabajadores de la salud que fallecieron como consecuencia directa de la entrega y dedicación que realizaron en su tenaz desempeño contra el Covid 19.
Con la representación del gobernador Omar Fayad, el doctor Benítez Herrera hizo una alocución con las cuerdas vocales oprimidas por el sentimiento al recordar que el 31 de marzo de 2020, Arturo Olvera Martínez fue el primer fallecido a causa del letal virus, lo mismo al doctor Raúl Castro, “quien vivirá en la memoria de sus familiares”.
Recordó que “hay cifras de muertes en todas las etapas sociales, políticas y psíquicas, que no tienen parangón con otras enfermedades”, que la pandemia “ha crecido en año y medio y aún con alta tecnología hospitalaria no ha sido posible contenerla”.
Pidió asimismo adoptar “una posición de responsabilidad ante las medidas que se requieren para inhibir la propagación del SARS-CoV2 y ahora sus más de 500 variantes”.
Dijo: “Después de tantos meses ominosos, tantas pérdidas, queremos se escuche un enérgico llamado a toda la población del estado, y que se haya resonancia en cada uno de los 84 municipios para actuar desde la concordia, la civilidad, la solidaridad y la empatía, en aras de trabajar todos juntos en la unidad, sociedad, gobierno y los servicios de salud para el control de una enfermedad de consecuencias funestas.
“Este fenómeno pandémico que hace 17 meses golpea a todo el orbe ha hecho que la humanidad se encuentre en una travesía que discurre por hoscas turbulencias y enormes oleadas que parecen no tener fin”.
Muy emocionado, el doctor Benítez Herrera remató sus palabras de esta forma: “En estos días de crisis son los momentos de no dejarnos solos, de tratar de buscar el sentido en las marismas del sinsentido del dolor, del abandono y de la muerte; es el momento de inversar las emociones a la palabra, de articular el habla del discurso y del deseo; es el momento de encontrar el signo, que hiere al sentido y a la vida, y así, detener el cabalgar del jinete”.
Recibió un aplauso de varios minutos.
Fue algo que hizo estremecer al recinto legislativo por el significado del homenaje a los 124 luchadores que dejaron la vida en la tarea de salvar a sus semejantes. Cayeron en la lucha sin cuartel contra un enemigo microscópico, que ataca con la ventaja de no dar la cara. Una lucha por demás desigual, pero que la han dado y siguen dándola. Muchos podemos confinarnos y en cierta medida, eludir los embates del virus. Pero médicos, enfermeras, camilleros, empleados administrativos y de intendencia deben estar ahí, para atender a los caídos e intentar el salvamento.
Y en el desempeño de esa tarea, a su vez, ellos caen. El homenaje celebrado y las medallas entregadas han sido el reconocimiento no solo merecido, sino obligado, que la sociedad le debe a los grandes y casi anónimos héroes de estos tiempos.
Pero les debemos otros homenajes, muchos más.