A raíz de la publicación aquí, la semana anterior, de los redituables negocios que con la Secretaría de la Defensa Nacional hiciera el jalisciense Susumo Azano Matsura –el angelito cobró equipos de espionaje con un sobreprecio de 875%, me corrige mi contador–, de cuyas ganancias también fueran beneficiarios Ernesto Cordero, César Nava y, me informan, también Miguel Ángel Yunes Linares, son varios los lectores que me preguntan quién es el personaje, cuyas actividades prefiguran varios artículos del Código Penal Federal.
Azano Matsura es arquitecto de profesión. Tiene 45 años de edad. Reside en Coronado Cays, en la isla de Coronado del condado de San Diego, y su residencia se ubica en el número 1 de Bucaneer Way –¿dónde más, si no?–, aunque antes vivía en la casa 8 de la calle Green Turtle. También posee un departamento en una de las torres que Donald Trump construyó sobre la avenida Collins en las cercanías de Miami Beach, precisamente en la ciudad de Hollywood, Florida. Para sus traslados usa un impresionante avión G4 Gulfstream, con matrícula estadounidense N272TX, fabricado en 1997.
Es hijo de Susumu Azano Moritiani, ingeniero civil de profesión, hijo a su vez del socio de una modesta pescadería. El parteaguas de su carrera sucedió a finales de la década de los 70 cuando, con apoyo de Bancomer, obtubo financiamiento para ampliar su compañía constructora. Así, a principios de los años 90, ya era uno de los principales contratistas especializado en la construcción de naves industriales para empresas como Solectron, IBM, Siemens Y Nissan en el estado de Jalisco.
No obstante, enfrentó un severo problema con la compañía AT&T durante la administración Carlos Salinas, porque la nave industrial que construyó en el área metropolitana de Guadalajara no cumplió con las expectativas de la empresa norteamericana, motivo por el cual fue demandado, encontrado culpable, y durante un buen tiempo fue reo en el Reclusorio Oriente del Distrito Federal.
Hoy, su principal fuente de ingreso es como proveedor de placas vehiculares e impresos con holografía para algunos estados del país. Jalisco, primordialmente.
A partir del 2000 estuvo asociado para el financiamiento de sus negocios una empresa llamada Neology, Inc., ubicada en San Diego, y dirigida por Francisco Martínez de Velasco (bróker de seguros para algunas dependencias y entidades de la administración pública federal, junto con su padre en el periodo 1988-1994), de la cual también era socio el traficante de influencias Jorge Kawhagi, dueño de Cosmocolor, empres contratista de licencias de manejo en varios estados de la República. Neology se dedicaba a desarrollar y fabricar chips de radiofrecuencia para sistemas de identificación en pasaportes y otro tipo de identificaciones.
En diciembre de 2011, Smartrac tomó el control de esta empresa.
LOS ZEDILLO, LOS BRIBIESCA
Los negocios, en México, sólo florecen al amparo del poder político. Hasta el hombre que durante un tiempo, prácticamente hasta hace unas cuantas semanas, fue el hombre más rico del mundo vio cambiar su suerte de prestamista y corredor de casa de bolsa sólo hasta que su protector –y muchos dicen que también su socio– escaló la Presidencia de la República al estilo “haiga sido como haiga sido”.
Sucede igual con Susumo Azano Matsura, quien como arquitecto dio sus primeros pasos en la industria de la construcción, bajo el amparo de su padre y, también con este mismo apoyo es que se asocia con el junior de Ernesto Zedillo quien trafica con créditos del Infonavit para, juntos, desarrollar complejos habitacionales, principalmente en Baja California.
Asimismo, a través de terceros se involucra en la construcción de carreteras en el estado de Puebla, del que sale mal librado y realizan gestiones para incluir los incidentales de la mala administración como parte del IPAB.
A partir del año 2002 crea una empresa para ofrece servicios de internet por pago en cadenas hoteleras del país.
Y aunque Azano Matsura presumía por ese entones que mantenía una extraordinaria relación con los hermanos Bribiesca Sahagún, y que habían hecho negocios juntos, no se pudo encontrar evidencia al respecto.
Pero conociendo como todo México conoce la calaña de los hijastros de Vicente Fox… (Continúa)
Índice Flamígero: La firma de investigación WealthInsight nos informa, apenas, que en México hay 145 mil millonarios y 2 mil 540 multimillonarios. Le falta decirnos cuántos de ellos han amasado esas fortunas con padrinazgos políticos o sociedades con los mismos, ¿no cree usted?