* En el noticiero de la periodista Denise Maerker, el alcalde de Tula, Manuel Hernández, desmintió a un funcionario de la Conagua que aseguraba ante los micrófonos haber hecho tres llamadas antes del desbordamiento del río, cuando solo lo hizo una vez, a las 9,30 de la noche, a Protección Civil Municipal, con el lacónico mensaje de que al caudal se “incrementaría” pero no que se desbordaría; la incapacidad de los responsables de atender los desastres naturales es tal que ni siquiera sabían del peligro que corría el municipio al estar dentro del Atlas de Riesgos en el país
SILOGISMOS
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
Más empecinados en buscar culpables que en asumir su responsabilidad en la tragedia por las inundaciones en municipios de Hidalgo como Tula, funcionarios de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y de Protección Civil a nivel federal, no han tenido empacho en mentir ante las cámaras de los medios de comunicación, declarando que advirtieron con anticipación a los ayuntamientos colapsados.
Heriberto Montes Ortiz, Gerente de Aguas Superficiales e Ingeniería de Ríos de la Conagua, mencionó en el noticiero de la periodista Denise Maerker que el día de la tragedia que costó la vida de 14 pacientes en el Hospital Regional del IMSS en Tula, hizo desde las cinco de la tarde, llamadas a Protección Civil de ese municipio, advirtiendo de lo que estaba por venir.
De acuerdo al funcionario, el fatal lunes 6, realizó otras dos llamadas a las nueve y otra a las doce de la noche; ésta última, justo cuando ya verdaderos torrentes corrían por calles, campos de cultivo y comunidades del municipio hidalguense.
Esa, por supuesto, la parte oficial en la expiación de culpas, pero con lo que no contaba el funcionario es que los reporteros acudirían a solicitar la opinión del alcalde de Tula, Manuel Hernández Badillo que echó abajo la versión de Montes Ortiz, al puntualizar que la Conagua hizo la primera llamada alrededor de las 9,30 de la noche al Director de Protección Civil Municipal, justo cuando ya los colectores del Drenaje Profundo de la CDMX llevaban ya millones de metros cúbicos para ser arrojados al cauce del Río Tula.
Juzgue usted hasta dónde llegó la criminal irresponsabilidad de los funcionarios de Conagua pues en su llamada, externaron de manera escueta que “el caudal del agua se incrementaría”, pero no que jamás se inundaría el municipio. “Estas dos cosas totalmente distintas”, subrayó el edil Manuel Hernández ante las cámaras de una televisora nacional, a la par de que lanzó el reto para descubrir de qué lado se mintió: “A nosotros nunca nos dieron una indicación de que evacuáramos. Si la Conagua tiene una muestra de prueba que nos notificó, que la presente”, externó el edil.
Las lluvias atípicas rebasaron con mucho la capacidad máxima del río Tula de 250 metros cúbicos por segundo, a 500 metros cúbicos por segundo; esto es, el doble de su capacidad. Vale preguntarse si teniendo estos datos ¿por qué los funcionarios de la CONAGUA no advirtieron desde un primer momento el inminente peligro que se aproximada a ese y otros municipios de Hidalgo?
¿Por qué ceñirse solo a decir que la capacidad el caudal del río se incrementaría y no alertar de que una inundación era inminente?
Algo está pasando con el área de atención y prevención de Desastres Naturales a nivel federal, donde a pesar de contar con un Atlas de Riesgos, donde claramente Tula está señalado como un municipio altamente vulnerable a los desastres naturales, nada se está haciendo para focalizar la atención en estos puntos rojos, ahora que el cambio climático está disparando el nivel de las precipitaciones en todo el país.
No entendemos cómo es que la ex delegada de Azcapotzalco, Laura Velázquez Alzúa, fue colocada en un cargo del que, con toda seguridad, ni siquiera se ha molestado en checar la información contenida en el Atlas Nacional de Riesgos.
Debemos recordar que el mayor mérito de la ex delegada fue hacer a su pareja sentimental, Enrique Vargas diputado local y después su sucesor en Azcapotzalco, donde más que delegado hizo las veces de príncipe consorte de utilería, autorizando cuánta orden le daba Velázquez Alzúa como fue el cambio de uso de suelo para la Construcción de la Arena Ciudad de México, en contra de la opinión de las comunidades chintololas.
La ahora titular de Protección Civil en la 4T se le jugó con el entonces Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, pero ahora fue rescatada del ostracismo solo para ubicarla en un cargo del que no conoce absolutamente nada. Y tampoco atiende nada. La pérdida de vidas humanas y la falta de coordinación con la CONAGUA, así lo demuestran
En tanto los funcionarios federales, siguen buscando culpables sin mirarse ellos mismos al espejo, en Tula el alcalde ya trabaja de la mano con instancias estatales y federales para iniciar los trabajos de limpieza y rehabilitación del devastado municipio.
A la fecha se lleva un avance del 85 por ciento en la limpieza de las zonas afectadas, trabajando 51 maquinarias, 140 servidores públicos y 1025 elementos de los diversos organismos federales entre ellos, elementos de la SEDE y del gobierno del Estado.
Se estima que nueve colonias fueron afectadas por las inundaciones por lo se habilitaron dos albergues para atender a la población. Entre las tareas más apremiantes, están: la revisión de drenajes sanitarios, la restauración de servicios comunitarios esenciales, la reparación de los daños a la comunidad pues se estima que fueron más de 2 mil 260 los predios afectados.
En las redes sociales quedó registrada la evidencia donde se muestra cómo los funcionarios municipales de Tula, con el alcalde Manuel Hernández a la cabeza, hicieron lo posible por alertar a la población ya entrada la noche, pero ya era demasiado tarde. La fuerza del inusual caudal comenzó a arrasarlo todo, porque quienes contaban con la información necesaria para evitarla tragedia no supieron cómo afrontarla y lo hicieron demasiado tarde.
Ahora buscan endilgar a otros, que se fajaron con el agua hasta la cintura en auxilio a la población, de la pérdida de vidas humanas. Algo bajo y ruin, porque más que inventar excusas deberían renunciar. Cosas típicas de la 4T.