Historias para Armar la Historia
Por Ramsés Ancira
Vamos a empezar por lo segundo, para que nadie se vaya a confundir y crean que pretendemos alburear al lector, cuando esta columna de opinión solo pretende documentar pequeñas historias que arman la Historia. (Así, con mayúscula señor corrector, porque nos referimos a una ciencia). El huevo de Colón es una leyenda que viene de los orígenes del debate sobre si la tierra es redonda. Por cierto, también es una de las más famosas esculturas de Sevilla.
La historia del Huevo de Colón tiene un doble significado; pero vamos a iniciar por el menos conocido: Es el tema de la escultura realizada por el ruso Zurab Tsereteli, y aunque los seres humanos no somos ovíparos, el artista se inspiró, y de hecho ese es el nombre oficial de la obra “El nacimiento de un nuevo hombre”, colocada en Sevilla. Obvio, se refiere al mestizaje de la raza latinoamericana.
A la fecha no nos ponemos de acuerdo sobre el lugar de nacimiento del más ilustre de los navegantes de la historia. Casi todos creemos que su origen era genovés, y su familia judía. En 1492 la reina Isabel la Católica, actual heroína de la organización de extrema derecha El Yunque, decretó la expulsión de todos los judíos de España.
Isabel la Católica, según cuenta la serie de la Radio y Televisión Española, no es que fuera antisemita, incluso tenía médicos judíos, pero no podía con la presión de la “Santa Inqusición”, así que para dejarlos contentos emitió un decreto real con el cual expulsaban a los judíos de España, territorio en que habían vivido “felices como lombrices”, mientras tuvieron como vecinos a los árabes, incluso musulmanes. La Ciudad de Córdova fue un ejemplo de convivencia y desarrollo de las artes y la ciencia intercultural. No había sionistas, ni fundamentalistas
La esposa de Fernando de Navarra decidió hace 521 años que los judíos eran muy mala competencia y decidió expulsarlos. Ahora, la jefa de gobierno de la Ciudad de México decide que el conjunto escultórico en cuyo centro figura la estatua de Colón y cuyos bocetos originales son del artista Manuel Vilar, son una molestia cada 12 de octubre, pues hay grupos que quieren que la historia sea a su gusto ideológico y no como es. La vandalizan cada año. Por esta razón la jefa de la capital de la República decidió expulsarla de Paseo de la Reforma, donde estará más cerca de las efigies de Abraham Lincoln y Mahatma Gandhi.
Bueno, regresando a Cristóbal, hay muchas pistas de que era un tipo más listo de lo que se comúnmente se sabe. Adoptó un nombre cristiano Cristo…bal y con el argumento de que iba a buscar nuevos negocios para España, convenció a la reina para que le financiara la inversión de unos barcos, para ser precisos La Santamaría, la Pinta y La Niña. Si lo piensa bien Colón también era un genio de la publicidad, pues antes de que lo acusaran de judaizante, decidió llamar a su embarcación principal con un nombre libre de sospecha y que complaciera a los ultras católicos, ni más, ni menos, que Santamaría. Luego armó una tripulación integrada predominantemente por judíos, que buscaban huir de España.
Como se sabe Colón nunca llegó al continente, se quedó en las islas, donde estableció colonias, pero resulta que dejó conviviendo en estas a algunos de sus navegantes. No se hicieron entender por los nativos y acabaron matándose. Así no fue como nació la nueva raza latinoamericana, pero sí las primeras batallas del encontronazo de dos mundos.
El conjunto escultórico de Colón, incluye entre otros a Fray Bartolomé de las Casas, el primer defensor de los derechos humanos de los indígenas en la historia de este país. Los detractores de la estatua en Paseo de la Reforma, también quiere que se vaya el primero que contradijo a la Iglesia y se fue a juicio para demostrar que los indios sí tenían alma.
Y ahora sí, la historia del Huevo
A lo mejor usted la conoce, pero si es así, esperamos que disfrute recordarla. Cuando Colón promovía la búsqueda de una nueva ruta para “comprar especies”, le dijeron que era absurdo, por decirlo simplemente, viajar a la derecha, cuando todos sabían que el camino estaba a la izquierda. Cristóbal Colón dijo que eso era falso, porque como la tierra era redonda, había más de una ruta para llegar al mismo lugar.
Sin embargo, en 1492 los españoles no sabían que el planeta era tan grande. La verdad oficial era la católica y esta ignoraba qué tanto había que rodear. Por otra parte “como todo mundo sabe” le dijeron a Colón, “la tierra es plana”, si no ¿cómo se sostendría en el universo?
Entonces Colón pidió un huevo y retó a sus detractores a que lo pusieran verticalmente sobre una mesa. Por supuesto la fuerza de gravedad se los impidió a todos. Algunos siglos antes le pidieron a Alejandro Magno que desatara el nudo imposible en una soga. El conquistador macedonio, sacó su espada, lo cortó y… fin del problema. A veces, como dijo Maquiavelo, el fin justifica los medios.
Eso mismo hizo Colón: tomó el huevo, lo estrelló por una de las puntas y quedó vertical. Lo que nos lleva a nuestra siguiente historia.
Grandes magistrados, grandes burradas
Sin importar sus doctorados y su experiencia, los mejores magistrados cometen errores, a veces por ignorancia, a veces por flojera y otras por corrupción o ambición.
Mire usted, el sistema penal mexicano tiene una gran falla de origen, que comparte con el de Estados Unidos. Perdone usted la palabra, pero es la más contundente que se me ocurre, en ambos países “madrear” a las personas privadas de su libertad, sin importar si son inocentes o no, permite construir fortunas y carreras políticas. Un fiscal puede llegar a ser juez, pero un abogado defensor no tiene esa fortuna.
En ese afán persecutorio y de imitación en México el PRIAN les cambió el nombre a las procuradurías de justicia por el de fiscalías. El resultado lo tiene usted a la vista: Gertz Manero, señalado por encarcelar a señoras de la tercera edad y de ser jefe de una de las instituciones más ineptas del país, la FEADLE, que se ocupa muy poco de los asesinatos de periodistas y mucho de inflar casos intrascendentes, como el manoteo entre Daniel Blancas y Hans Salazar
Le voy a dar dos casos: La magistrada María de Jesús Medel, de 70 años de edad y próxima al retiro ¡Gracias a Dios! era juez cuando citó al policía judicial José Eduardo Toledano Téllez para sustentar la aprehensión de un sujeto. Ese mismo día a varios kilómetros de distancia se cometió el secuestro de un empresario fabricante de playeras. Años después capturaron a los integrantes de la banda, pero para entonces Toledano Téllez se encontraba en la cárcel acusado de ese mismo secuestro.
“El cielo se abrió” para el ex policía. Se amparó para obtener la libertad, pero el caso recayó en la ahora magistrada Medel, a quien ojalá usted nunca encuentre en el quinto piso del nuevo edificio del Tribunal Superior de Justicia, donde regentea la sexta sala.
La del apellido que nada honra a los Jesuitas, ni a ningún otro cristiano, se ensaño contra Toledano y le aumentó la pena casi dos décadas más.
Medel, hay que decirlo, nunca se especializó. Se enojó mucho cuando aspiró a presidir el Tribunal, pero le ganaron personas con postgrados en derecho que ella no tiene. Alegó, si mal no recuerdo discriminación de género. Sus colegas, hombres y mujeres afirman sin sospecha de misoginia, que es una “vieja amargada” y, el que firma esta columna, comparte esa percepción.
El otro caso es el de un hombre de confianza del presidente López Obrador, el magistrado Zaldívar, quien trabaja como presidente de la Suprema Corte de Justicia.
De una larga historia que consta en actas judiciales y de la cual Los Ángeles Press ha documentado en exclusiva, hacemos esta síntesis. El Capitán Vladimiir Ilich Malagón trabajaba en el área de Inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional. Todo el personal pasaba por ahí. Él dispuso medidas para que solo tuvieran acceso los uniformados de la rama de Inteligencia
Las filtraciones ya habían provocado el asesinato de varios militares, quienes eran emboscados cuando realizaban operativos en tierras “narcas”. La decisión de Malagón Rendón debió salvar la vida de muchos de sus compañeros de armas.
Entonces otro capitán, quien estaba asignado como escolta del ex secretario del trabajo Javier Lozano Alarcón, le dijo, palabras más o menos, “que no se hiciera pendejo” que hasta el presidente Felipe Calderón estaba involucrado en el tema y que más le valía acompañarlo a ver a una persona que le daría mucho dinero para “cerrar los ojos”.
Malagón se negó, el otro capitán sacó su arma. Forcejearon. Se disparó una pistola y murió. Vladimir Ilich se entregó a su superior, un general, quien, años después, también fue asesinado de manera misteriosa. En la tortura, a Vladimir le abrieron la cabeza, parece que con un bate de béisbol. Durante los años en que se ha mantenido en prisión, la lesión ha crecido.
El caso ya fue revisado en la Suprema Corte de Justicia, el ministro ponente fue el presidente Zaldivar. El expediente que se fabricó dice que el capitán asesinó a su colega por un “lio de faldas”. El máximo representante del poder judicial en México, ni siquiera se acordó que la Constitución establece el derecho a la legítima defensa, tampoco que el uso de arma, es reglamentario para un militar.
En el Reclusorio Oriente, cuando una siquiatra escuchó la historia de Malagón, dictaminó que tiene delirios de grandeza. En las entrevistas realizadas por Los Ángeles Press y en La Octava, ha demostrado todo lo contrario, una lucidez y coeficiente intelectual sobresalientes. Solicité una audiencia con Martí Batres, Secretario de Gobernación en la capital de la República, para que con base en la adherencia de Claudia Sheinbaum al Acuerdo presidencial publicado en el diario oficial el 28 de agosto de 2021, en beneficio de las personas torturadas privadas de su libertad.
Hasta el momento no he recibido señal del menor interés.
Bitácoras suplementarias:
En las propias palabras del presidente Obrador, él no puede estar haciéndose cargo de la relación con el poder judicial y los gobernadores, por eso cambió la titularidad de la Secretaría de Gobernación.
La Cuarta Transformación tiene grandes impulsores y terribles traidores: Clara Brugada es ejemplo de lo primero, la creación de una Escuela Comunitaria de Cine y Fotografía para Iztapalapa ha empoderado al alumnado, en particular mujeres, quienes constituyen el 70 por ciento de las inscripciones. Además, con seis mil murales en sus calles; esta alcaldía ocupa el primer lugar mundial en pinturas al aire libre, con lo que continúa la tradición que le dio fama mundial a México con figuras como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.
En el otro extremo, Miguel Ángel Barbosa, gobernador de Puebla, estado con una participación creciente en las páginas policíacas de los medios.
El pasado 26 de febrero de 2020 al portal Infobae, dio un ejemplo sobresaliente de la incapacidad de Barbosa, con este encabezado periodístico
: “Todo comenzó por un sombrero: los detalles del asesinato de tres jóvenes y un chofer de Uber en Huejotzingo
“Una mujer, actualmente detenida, habría confrontado a la joven colombiana Ximena, su cuerpo presentaba más signos de violencia que el de sus compañeros asesinados”
Hace apenas unos días se presentó un conflicto por causas ambientales y electorales en Puebla. El gobierno de Barbosa convocó a los indígenas inconformes a un diálogo, pero con calculada cobardía los citó fuera del municipio de Coyomeapan. Ahí detuvo a tres personas, una de ellas una maestra indígena náhuatl, quien tiene varios postgrados académicos. En total hay 31 órdenes de aprehensión por este caso, además de otras, contra participantes de movimientos feministas y de normalistas.
Hoy al presidente López Obrador le critican por las cosas más absurdas, como por dormirse temprano y salir sin maquillaje en televisión para dar cuentas del terremoto del pasado 7 de septiembre.
Los fraudes electorales, como dijo y dijo muy bien hace unos días el colega Francisco Rodríguez, han tenido altísimos costos en vidas para México, particularmente el de Felipe Calderón.
Si se da el péndulo y regresa la extrema derecha a gobernar a México, podemos prepararnos para más tragedias. Si la 4 T, tiene como imagen a gobernadores del estilo de Barbosa, facilitará el encono social contra el proyecto de López Obrador.
A 3 años la tragedia es evitable. Estamos a tiempo. No sería la primera vez en México que un presidente tenga que sacudirse a un gobernador estorboso. López Mateos lo hizo con toda la fuerza de la razón y el apoyo del PRI y del ejército con el general Raúl Caballero Aburto luego de una matanza de estudiantes indígenas en Guerrero.
López Obrador ha reiterado que la historia es la mejor maestra de la vida. Debe recordarlo, sin miedo, cuando se trate de gobernadores corruptos y militares asesinos, con quienes hasta ahora se ha hecho de la vista gorda.
El presidente no está solo, la justicia es demasiado importante como para confiarla al poder judicial. El Estado es de todos los que lo habitamos. Es por esto que invitamos a ser parte de este observatorio. https://bit.ly/2XjcY3g
El otro chiquihuitazo:
Cuando Javier Moreno Valle recibió la concesión para operar el Canal 40, empezó trabajos de remodelación de El Cerro del Chiquigüite, donde se encuentran las antenas que “bañan la señal” al Valle de México.
El proyecto resultó muy costoso y se vio obligado a buscar un socio. El reportaje de Marcial Maciel y las revelaciones de sus víctimas de pederastia provocaron un boicot al Canal 40 original, del que nunca pudo reponerse. Ricardo Salinas Pliego fue uno de los que operaron para quebrar al Corporativo de Noticias e Información. Luego pagó a un comando armado para que se apoderara de las instalaciones. La prensa calificó el evento como chiquihuitazo. Cuando los colegas cuestionaron al presidente Vicente Fox sobre esta ilegalidad, contestó con estas famosas palabras “Y yo por qué”
El derrumbe tuvo lugar el viernes 10 de septiembre y dejó un saldo de 141 casas desalojadas, dos muertos, un lesionado y dos desaparecidos. Salinas Pliego, siempre tan pendiente de los contratos que le pueda dar el gobierno, nunca retomó el proyecto de remozamiento y seguridad de El “Chiquihuite”, como se le conoce más popularmente, sin la diéresis.