Yo Campesino / ¿Banco o lavadora?
• El del Bienestar manejará más de medio billón para comprar votos y podrá “lavar” dinero
Miguel A. Rocha Valencia
Que conste, no soy quien dice que México es o camina aceleradamente a convertirse en narcoestado. Las señales son claras para los analistas, no sólo por el apapacho de la 4T a las empresas criminales que crecen y se diversifican incluso creando su sector político donde ya cuentan con espacios en presidencias municipales, estatales y como se sabe, también federales.
Pero les falta un sector financiero que, sin riesgo, les permita disfrutar y diversificar sus utilidades. No hace mucho el Ganso de Macuspana intentó que el Banco de México recibiera dólares de remesas a lo cual no sólo se opuso la autoridad financiera sino también se hicieron observaciones acerca de los riesgos que conllevaba esa ideota.
Uno de esos riesgos es que el banco central se convierta en instrumento de lavado de dinero procedente del crimen. Internacionalmente perdería calificación y se convertiría en una institución inconfiable. Ello independientemente de que no es su función.
Pero eso no fue obstáculo, ahora el Mesías tropical anuncia que el Banco del Bienestar sí recibirá remesas sin cobro de comisión, mismas que “curiosamente” crecieron 63.81 por ciento en los dos últimos años, marcando récord que sorprenden incluso a las casas de cambio. De los 24 mil 784 millones de dólares que llegaban, pasaron a 40 mil 601 millones de dólares, según el Anuario de Migración y Remesas México 2021.
También resulta curioso que durante el lapso de mención y aún con el incremento de la migración ilegal de mexicanos hacia Estados Unidos, la tasa de desempleo de connacionales en aquella nación aumentó y de 5.2 por ciento en diciembre de 2019, pasó a 20.7 por ciento en 2020. En enero de este año se mantenía en 9.7 con todo y la reactivación.
El contraste de las cifras lo realiza el Centro para el Estudio de In migración en Washington el cual menciona como un hecho económico contradictorio que, a menor población empleada, aumente el volumen, cantidad y monto de los envíos a México.
El Banco de México y casas de cambio precisan que “antes” de la 4T, los envíos crecen de manera irregular ya que tan sólo en el primer semestre de este año, ya van 23 mil 618 millones de dólares, que representan un 35 por ciento más que en el mismo periodo de 2019. Los depósitos personales crecieron en 10 por ciento, sin que eso se refleje en mejores salarios allende la frontera y un desempleo que no se recupera.
De tal suerte que el aumento súbito de montos se dio en pocos meses y de un promedio de 8.9 millones diarios pasó a poco más de 10.3 millones; brincó a 10.7 millones y pasó los 12 millones de dólares por día. Eso no es “normal” como tampoco el número de operaciones que crecieron en casi dos millones para ubicarse en 12.3 millones de envíos mensuales a mayo pasado.
A lo largo de 2020, el número de transacciones por remesas “brincó” de 10.7 millones en marzo, pasó a las 10 millones y así se mantuvo hasta que en mayo de este año ya se registraban 12.3 millones de operaciones.
Pero además los documentos a cobrar en casas de cambio de Morelia, Tijuana, Guadalajara, Puebla Culiacán, Oaxaca, León, Zapopan, Monterrey y San Luis Potosí aumentaron en más del 30 por ciento y de por ejemplo 500 dólares subieron a 800 dólares promedio como lo reconoce en Sistema de Información Económica del Banco de México.
Ahora ese tipo de transacciones podrá realizarla el Banco del Bienestar en sus dos mil 700 sucursales y sin cobrar comisión, lo cual además de ser una competencia desleal, propiciará el blanqueo de dinero de dudosa procedencia, como lo fueron los depósitos que el Peje recibió durante muchos años para sostener “su movimiento”.
Junto con ello, habrán de dispersarse por esa vía las nóminas de la burocracia federal, no sabemos si las pensiones también, así como los 550 mil millones de pesos que utilizará el actual gobierno para comprar “clientela electoral” con sus programas sociales cuya opacidad es manifiesta y sobre los cuales hay gran cantidad de denuncias en la Secretaría de Función Pública en las cuáles se involucra a servidores públicos de todos los niveles, pero que no se investigan.
O sea, un banco a la medida y de acuerdo a la personalidad oscura de su creador.