Suave Patria
El Niño Dios te escrituró un establo
Y los veneros de petróleo, el diablo
Ramón López Velarde
No ha mucho tiempo – el jueves 20 de este junio lluvioso de agua y de petróleo – Análisis a Fondo afirmaba que, pese a los pataleos de los nacionalistas, Pemex será privada, como la ExxonMobil, la Petro China Company Limited, la Chevron, la Shell Global, la BP, Y aparecerá en las clasificaciones de Bloomberg con el nombre de Pemex Global, o Pemex of Shore, o lo que sea.
El proceso de globalización, impulsado por los grandes de este mundo, los capitalistas decadentes del Hemisferio Occidental y las nuevas economías que están abandonando los modelos de planificación centralizada, como la República Popular China, el gigante que asumirá el lugar de los Estados Unidos de América (mejor de Norteamérica), se impondrá quiera Peña Nieto o no lo quieran los dirigentes de la Izquierda partidista. No hay de otra. Todos los caminos que un día animaron al mundo de los trabajadores, acicateados por su emancipación, están cerrados. Y los cerró el Partido Comunista de la (desaparecida) Unión Soviética, cuyos líderes pudieron, pero no quisieron crear un mundo nuevo para el Hombre Nuevo.
Modernización, esa modernización argumentada por Peña Nieto, no se entiende, en estos momentos de la historia más que como privatización y, más, como asociación con los más poderosos inversionistas del mundo globalizado, de Estados Unidos, de Frankfurt, de Hong Kong, de Rusia, de China, y de Brasil. Y mientras no haya otro camino, que no sea el fracasado, recorrido por los países europeos del Este y de la Gran Rusia, los magnates globalizados se apoderarán del petróleo, y de los minerales, sobre todo del uranio, como lo tratan de lograr en las tierras del Suroriente mexicano (el Chiapas que aún se bebe la Luna a cucharadas), apoyados por las autoridades criollas.
Esta verdad tendrán que entenderla todos en México: los hombres del Gobierno pragmatista asentado ahora en Los Pinos y en Palacio Nacional, y los hombres que se apoderaron de las vanguardias de la Izquierda, como el Partido de la Revolución Democrática y sus satélites.
Y no importa que el asunto de la reforma energética – Análisis a Fondo le llama Reforma Petrolera, porque el petróleo es la piedra de contradicción desde hace toda la vida republicana, como la herencia diabólica del poeta que le canta a la Patria, a la “Suave Patria”, una Patria que ha vivido al día, de milagros, como la lotería – sea carnita buena para la mediática mexicana que, por no investigar a fondo la temática del diario vivir de millones depauperados, de las contradicciones económicas y sociales, busca el asunto baladí para venderse al respetable.
Y ya pueden desgañitarse los dirigentes “izquierdistas” como los Zambrano, los Aureoles, los Barbosa, los Padierna, los López Obrador etcétera, convocando a movilizaciones callejeras, que la reforma petrolera está “pactada” porque ya lo dijo Peña Nieto en Londres, aunque don Jesús Zambrano contradiga y diga que, “hasta el momento, nada se ha discutido en el Pacto por México en torno a la reforma energética.”
La dirigencia nacional y muchos legisladores del PRD consideraron este domingo que las decisiones sobre la reforma energética deben ser tomadas de manera colegiada. Seguro que serán tomadas de “manera colegiada”, como se acordaron en el seno del Pacto la reforma a la Ley del Trabajo, al Artículo Tercero, a la de Telecomunicaciones. La verdad es que en este país Tan seguro está el presidente Peña Nieto de que Gustavo Madero y Jesús Zambrano le darán el sí, que muy seguro de ello se los dijo a los Ocho. Pemex tiene que modernizarse, pero no se privatiza. Y Análisis a Fondo replica: Pemex tiene que modernizarse, pero para modernizarse tiene que privatizarse. Duro. Pero es la dura y pura verdad.
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