Epistolario
Por Armando Rojas Arévalo
OSCAR: El presidente cumplió su palabra. No asistió a la ceremonia en la que el Senado concedió post mortem la Medalla ”Belisario Domínguez” al doctor MANUEL VELASCO SUÁREZ, eminente neurólogo y ex gobernador de Chiapas. Todo indica que el fondo no fue por LILY TÉLLEZ, la senadora que amenazaba con increparlo, sino como rechazo a MANUEL VELASCO COELLO, nieto del homenajeado, con un mensaje muy claro por sus actos de traición política. Jugada de dos bandas. La primera, la que digo, y la segunda para MONREAL, compadre de VELASCO COELLO y posible candidato presidencial por el Partido Verde.
MIENTRAS TANTO, “Alito” (“Amlito”, ya le apodan) se encuentra muy presionado por algunos elementos del primer círculo del PRI, que no quieren la reforma energética del presidente y menos la advertencia de éste que si el PRI vota en contra exhibirá los nombres de los diputados. Suspicaces murmuran que “Alito” se comprometió con AMLO de aliarse con MORENA en la votación, para aprobar la mencionada iniciativa. Qué PRIMOR.
(El presidente debe dejar de estimular la confrontación. Eso que dijo en una mañanera, de que es hora de “manifestarse si están a favor del pueblo, del consumidor, del usurario, o si están a favor de las empresas y de los intereses creados”, es continuar con la mala política de considerar amigos y su proyecto a los que le dicen “sí” a todo, y enemigos a los que no coinciden. “Acto de traición a la patria” es votar contra la iniciativa, dijo)
A la reforma energética hay que analizarla con sensatez y nacionalismo. En primer lugar, es retrógrada porque al favorecer la utilización de fuentes sucias de energía –carbón, por ejemplo- para producir electricidad, porque agudiza la contaminación y el cambio climático.
Hace ocho meses, el Congreso aprobó una iniciativa de LÓPEZ OBRADOR para reformar la ley de la industria eléctrica, a fin de fortalecer a la CFE; sin embargo, la reforma no se puso en marcha debido a que asociaciones civiles, empresas privadas y hasta organismos autónomos lograron pararla en la Corte. Hoy, el presidente vuelve a insistir ahora, enviando una iniciativa para reformar la Constitución. La propuesta -reforma a los artículos 25, 27 y 28 de seguridad energética- se hizo pública el viernes 1 de octubre con el número 5877-I en la Gaceta Parlamentaria y consta de 42 páginas.
La idea es fortalecer a la CFE, dejando en sus manos el 54 por ciento de la generación de electricidad y el 46% a las empresas privadas. La CFE sería un organismo con personalidad jurídica propia, o sea, un organismo del estado; desaparecerían organismos autónomos, desaparecen las filiales, las subsidiarias de la Comisión Federal de Electricidad y todo se centrará en un solo organismo, que será el que administre la energía eléctrica en el país. La propuesta busca, también, la “estatización del litio” (mineral que se usa en las baterías, porque es uno con los que más se pueden liberar electrones; producir un mejor aluminio y grasas multipropósito para lubricantes; en el aire acondicionado o para el caucho sintético)
La iniciativa plantea cancelar todos los permisos y contratos celebrados con anterioridad; o sea, retroactiva. Por supuesto, no sólo ahuyentará la inversión privada nacional y extranjera, sino que México entrará en conflicto con los Estados Unidos y Canadá, firmantes del T-MC y se hará acreedor a fuertes sanciones internacionales.
La CFE se convertiría en un organismo totalitario del Estado que podrá privilegiar el uso de fuentes sucias (carbón) y combustibles fósiles para producir electricidad, pasando por alto los tratados y convenios internacionales de usar fuentes renovables, como la solar y el viento, para no seguir contaminando el ambiente.
POR CIERTO, UNO DE LOS GRANDES FAVORECIDOS en el negocio de la compra-venta de carbón fósil para generar electricidad será el Senador por Morena SANTANA ARMANDO GUADIANA TIJERINA, (a) ”zar del carbón”, supuesto benefactor y amigo del Presidente de México, poseedor fortuna de 28 millones de dólares, la cual no se encuentra consignada en sus declaraciones patrimoniales “por un error de sus contadores”, dice.
GUADIANA, presidente –curiosamente- de la Comisión de Energía en el Senado, es dueño de varias empresas, entre ellas las mineras Coapas, MINSA, Macocoza y la Zapalinamé, esta última ganó el concurso para obras de recuperación en la mina Pasta de Conchos, convocada por la CFE, según un fallo que se dio el pasado 8 de marzo, de acuerdo con la revista Proceso. El monto adjudicado es por 32 millones 828 mil 220 pesos, y consiste en obras de perforación de pozos, pruebas de bombeo, obtención de núcleos, instalación de piezómetros y apoyo en maniobras in situ, conforme al anuncio del presidente el 1 de mayo de 2019, para el rescate de los cuerpos de los mineros atrapados en Pasta de Conchos, poniendo a la CFE a cargo de las labores y las contrataciones para la realización de obras que, en el caso del procedimiento CFE-0002-CACON-0007-2021, fue asignado a la mencionada empresa.
En la licitación hubo participación de cinco empresas, entre ellas la Compañía Minera Álamos, cuyo accionista mayoritario es JOSÉ LUIS GUADIANA TIJERINA, José Luis Guadiana Tijerina, hermano y socio del senador. Todo queda en familia.
GUADIANA fue militante del PRI. Se inició en el servicio público como director general de Catastro del Estado de Coahuila de 1971 a 1973 (tiempos de OSCAR FLORES TAPIA) y fue diputado local por el X Distrito de Coahuila, Región Carbonífera de 1973 a 1976.
Fue presidente del Club de Béisbol Saraperos de Saltillo por más de 10 años y formó parte de la directiva del Equipo de Fútbol Panteras de Saltillo. En 2017 compitió –y perdió- como candidato de MORENA a gobernador de Coahuila. Fue candidato a Senador por MORENA por Coahuila el pasado julio del 2018. Solicitó licencia para contender como candidato a la Alcaldía de Saltillo quedando en segundo lugar. Regreso a sus funciones como senador en junio de 2021.
Figura entre los personajes mencionados por la investigación “Pandora Papers”.
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