Yo Campesino / Nos arruina el Ganso
• En tres años subió la quinta parte de la deuda pública y cayó la inversión y ahorro
Miguel A. Rocha Valencia
Sólo para dejar claro como lo hizo Raymundo Riva Palacio en su columna: Al no acudir al Senado a entregar la medalla Belisario Domínguez a Ifigenia Martínez, el Ganso de Macuspana mostró cobardía e intolerancia. Temió le hicieran lo que él hace todos los días, insultar y mentir o hizo a otros presidentes a los que ofendió y hasta intentó protegido por sus huestes impedir la toma de protesta de uno de ellos y hoy se queja.
Más contradicción no puede haber en quien dice defender la libertad de expresión, la ataca y oculto tras la más alta tribuna aprovecha para golpear y descalificar a quienes no piensan como él, utilizando al mismo tiempo las instituciones para persecuciones, chantajes y amenazas.
Dicho lo anterior entro al tema. Una de las promesas del mesías tropical fue que no endeudaría al país, pero a estas alturas, en sólo tres años, el débito externo creció 20 por ciento, se pasó de 10 billones a 12 billones más y como no entra dinero y se va la inversión, habrá de incrementarse en los próximos años. La dolariza de remesas es lo que evita se dispare la inflación que en septiembre alcanzó el histórico seis por ciento y encarecimiento de básicos, incluyendo el “gas bienestar”.
Pero las desgracias no paran, además de cargar con la 4T; iniciaron con la llegada del machuchón tabasqueño, le siguió la cancelación del NAIM con su carga de deuda y pérdida de confianza, empleos e inversiones, así como la salida de poco más de 250 mil millones de pesos en bonos que con ser débito en documentos de gobierno, servían para apalancar al gasto.
Ahora la contrarreforma propuesta en materia de energía pase o no pase, además de causar nuevas divisiones políticas, alejará más la inversión privada nacional y extranjera, aumenta los temores y lo que es peor subirá el financiamiento de la deuda. Peor si se toma en cuenta que las exportaciones bajaron.
Todo eso traerá menos recuperación del “crecimiento” que ya de por sí era nulo y vendrán nuevas pérdidas que algunos calculan en 120 mil millones de dólares, casi dos billones y medio de pesos, se incluyen cancelación de proyectos y los pagos indemnizatorios a las empresas que resulten afectadas.
Con ese nacionalismo trasnochado que busca hacer más grande la administración de un gobierno ineficiente, ignorante, opaco y desde luego corrupto, no habrá inversión para proyectos de ninguna especie. Será un mensaje de que aquí en México los tratados y contratos se violan por decisión de Palacio Nacional.
Y esa incertidumbre trae volatilidad, depreciación, aumento de tasas de interés, baja en la capacidad adquisitiva de quienes ya están en el límite de la capacidad alimentaria. Crecerán los pobres. Insisto, a la mejor de eso se trata el proyecto, de empobrecernos, hacernos miserables.
Por eso los analistas afirman que, si cancelar el NAIM fue grave para el crecimiento de México, aprobar la contrarreforma eléctrica será “gravísimo” por los mensajes económico y político que dará a la inversión, no sólo a la de deuda sino también a la fija en un país donde ya nada es seguro y depende de la decisión de un caudillo.
Los especialistas plantean que este escenario, no obstante que México es considerado sólo por un 40 por ciento de los encuestados por Credit Suisse como país de riesgo a la inversión, a mediano y largo plazos afectará al empleo, deuda y capitales foráneos.
A ello abona el clima de confrontación que desde su púlpito genera el ganso de Macuspana, quien en el discurso llama a la unidad, a no rencores ni persecuciones, pero en las mañaneras acusa e intimida a todo al que se le ocurre, desde políticos hasta empresarios pasando periodistas, medios y activistas sociales. La regla de negociar a partir de carpetas de investigación, chantajes y amenazas como se hace hoy con la contrarreforma, causa temor a propios y ajenos, incluyendo al dinero.
Los datos del Inegi no mienten al revelar que la inversión fija bruta creció 2.1 por ciento en julio respecto a junio, pero sigue abajo en 1.8 en relación a febrero del 2020 y casi 16 por ciento abajo del máximo registrado en julio de 2018.
Esto según indica el Consejo Ejecutivo de Empresas Globales que México perderá competitividad, pondrá en riesgo acciones contra el cambio climático y meterá al país en un callejón jurídico con demandas nacionales e internacionales. Incluso la calificadora Moody’s advierte que la contrarreforma es negativa en términos crediticios e inversión.
También el Consejo Coordinador Empresarial en voz de su presidente Carlos Salazar adelantó que la sola propuesta causa estragos en la inversión y si se aprueba pondrá en riesgo inversiones anunciadas por 44 mil millones al sector energía, aumento de precios en consumo, apagones y litigios por violaciones a cláusulas del T-MEC.
El asunto se agrava cuando se apunta que para cubrir la demanda de electricidad se requieren 87 mil millones de pesos anuales, frente a un presupuesto de CFE que apenas llega a 45 mil millones y de ellos el 95 por ciento está comprometido en salarios, pensiones y prestaciones a los trabajadores y jubilados de la paraestatal.
Difícil el tema financiero. Si es cierto lo que dicen los especialistas, el Ganso va a lograr su objetivo de llevar a la ruina al país.