Yo Campesino / Demagogia gastada
• El Ganso miente, dice lo que la gente quiere oír, pero también se cansa…
Miguel A. Rocha Valencia
En la medida que los números desmienten el discurso del Ganso, crece la preocupación de los seguidores y para muchos el hastío se manifiesta con una menos audiencia a las mañaneras, donde el desdén de los medios tradicionales y profesionales, se hace mayor. Tal vez por eso el aumento del volumen en los escándalos en red nacional.
El fenómeno se profundiza, y no obstante que en Palacio Nacional se insiste en tener “control” de los principales medios por la vía tradicional de las pautas publicitarias, la verdad es que los espacios reservados para el mesías tropical, se ajusta al pago, pero se rescata la línea editorial o simplemente se incorporan mensajes, informaciones y programas que plantean la “otra realidad” más allá de los números presidenciales.
Eso ocurre por ejemplo con las televisoras que, si bien presentan sus recortes de las mañaneras o las giras del machuchón, también lo hacen con análisis, entrevistas y hasta foros de discusión donde desmenuzan lo más “objetivamente” posible lo que realmente ocurre o simplemente dan espacio a declaraciones y noticias que dan la otra versión.
Igual ocurre con los medios. No importa que reciban publicidad oficial, ya presentan con mayor frecuencia a los odiados críticos que sostienen sus dichos con estadísticas oficiales o de organismos serios nacionales o extranjeros.
Por ejemplo. El caudillo de Tepetitán insiste en que “todo está muy bien”, “el país se recupera y supera niveles de prepandemia” arrojando datos de un crecimiento del 5.5 por ciento que ciertamente responden a una reacción positiva de la economía, pero más a causa del reflejo “normal” que al estímulo o conducción de los ignorantes que manejan el rubro desde el gobierno, donde la meta es recaudatoria, pero no en base a estímulos, crecimiento o desarrollo.
La economía como todo ser vivo, busca vivir y se recupera, pero como no hay conductos de gobierno, esa reacción ya se truncó y al tercer trimestre ya envió un mensaje negativo y se contrajo 0.2 por ciento, sí, así como le pasó en 2018 y 2019. Esta vez, el sector más dañado es el de servicios, es decir que el mayor generador de empleos, se detuvo.
Igual sucede con el dinero que reparte el Profeta de la 4T. Como ya se sabía, la Auditoría Superior de la Federación continúa con las inconsistencias y opacidad del gasto a pesar de las amenazas contra su titular, David Rogelio Colmenares Páramo a raíz de dar a conocer que los daños causados por la cancelación del Aeropuerto de Texcoco generaron un daño a las finanzas del gobierno federal por 600 mil millones de pesos, en vez de los 100 mil millones que dijo el tlatoani de Palacio Nacional.
Claro, no se cuenta el daño en inversiones, aunque sí los 4.2 mil millones de dólares de la fibra E, que pasaron a ser deuda deducible del TUA que se cobra en el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, por eso la tarifa aquí, será más alta de la que se cobrará en el de Santa Lucía.
Las primeras inconsistencias a la cuenta pública del actual gobierno que se califica de honradote, incorrupto y diferente a los neoliberales de “antes”, acumuló en 2019 más de 126 mil millones de pesos en un presupuesto aprobado por una Cámara de Diputados donde había resistencia opositora a Morena, que para 2020, aprobó un gasto sin moverle ni una coma, como se los ordenaron desde Palacio Nacional.
Para el 2020, el Ganso de Macuspana tuvo todo para él “gracias” a la pandemia que le cayó “anillo al dedo”, incluyendo modificación constitucional para disponer del presupuesto a su antojo, manejar ilegalmente las “recuperaciones” hacendarias, el dinero derivado de las ventas de bienes confiscados o en resguardo, los de la no rifa del avión presidencial, las “cooperaciones voluntarias” de empresarios chantajeados, los ahorros o recortes a las dependencias públicas que implicaron incluso el despido de miles burócratas de confianza y honorarios así como la cancelación empleos por servicios como limpieza.
Gracias a eso, donde el Mesías su rostro insensible ante la muerte de decenas de miles de mexicanos por Covid-19, cáncer, crónico-degenerativas por falta de atención, medicamentos o tratamientos (se ahorró en fármacos), tuvo más dinero para repartir e incrementar montos de programas clientelares estrella como Sembrando Vida, becas y pensiones. Se cancelaron guarderías, refugios para mujeres agredidas y hasta a las prostitutas se dejó sin apoyo.
En todos esos programas está la mayor parte de las observaciones de la ASF donde se registra opacidad, desvíos y falta de comprobantes. No hablar de la entrega de maneras directa, sin licitación de casi 300 mil millones de pesos en contratos de gobierno, tendencia que según “México ¿Cómo vamos?”, crecerá en 2021.
El mismo Ganso reconoció en su mañanera que de “recuperaciones y ahorros” juntó en 2020, más de billón y medio de pesos, de los cuáles dispuso directamente y como es dinero no auditable, pues se lo gastó y no hay justificantes; dicen que lo usó para comprar más votos, pero… ¿quién sabe?
Eso le veremos en año que entra, por lo pronto ya se sabe que inició más su sexenio.