La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Con la vara que miden…serán empalados
En el estado de Veracruz, un ciudadano puede pasar un año en la cárcel por ´desgarrar la camisa’ a un agente ministerial, mismo que antes le rompió en la cara el amparo exhibido.
De igual forma, un grupo de jóvenes son condenados a prisión preventiva por resistirse a ser arrestados acusados de ser presuntos secuestradores, cuando sólo pedían les repararan el daño, ya que, su auto había sido golpeado, hay video que así lo confirma.
Lo anterior es posible, debido a que el gobierno de Cuitláhuac García promovió (y tuvo la cómplice aprobación de la mayoría oficial), una iniciativa de ley, para sacarse de la manga el delito de ‘ultrajes a la autoridad’, concepto fascista que ha sido criticado por expertos en virtud de su inconstitucionalidad, incluido el senador de la 4T, Ricardo Monreal.
En efecto, basta con que los ‘amables y profesionales’ agentes de la ley digan que alguien los miró feo y les causó daño sicológico, para que los comedidos jueces lo enchiqueren una temporadita mientras se averigua.
Pero si un ex diputado atropella y mata a una menor de siete años, el juzgador considera que el homicida, que iba en estado de ebriedad, puede atender el proceso judicial desde el bar de su preferencia, o sea, es puesto en libertad.
El Ejecutivo estatal podrá argumentar que el Poder Judicial es autónomo, sin embargo, no debemos engañarnos, porque cuando es de interés superior que alguien permanezca preso, los deseos se cumplen cual órdenes irrebatibles, ejemplos sobran.
En fin, a este ritmo, no faltará mucho para que se considere que vivir en Veracruz, es una actividad de alto riesgo, sobre todo, si se hace una visita obligada al cuartel de San José.