Documental Político II
Emilio Trinidad Zaldívar
En memoria de mi amado padre, Ángel Trinidad Ferreira, a partir de hoy y como modesto y humilde homenaje a su trayectoria, este espacio se llamará Documental Político II. Te amo y necesito mucho. Besos al cielo papá.
Aunque no le gusta la mucho idea porque sus planes eran otros, Andrés Manuel López Obrador ofrecerá -ahora sí- la candidatura al gobierno de la Ciudad de México a Ricardo Monreal Ávila, para intentar mantenerlo dentro, controlado y sumado al proyecto de nación que dice tener, y del cual el experimentado líder del Senado forma parte como fundador de Morena y de la supuesta Cuarta Transformación.
El legislador zacatecano es, quiérase o no -junto con Marcelo Ebrard pero éste es empleado del presidente- el político de ese partido marrón o guinda, como quieran decirle, más sólido y cuajado, talentoso, habilidoso, de mano firme y tersa, conciliador, que sabe como pocos conducirse con sagacidad, habilidad, tacto, sensibilidad y sentido común, atributos justo de los que otros muchos de la actual administración carecen, pero que para López Obrador lo que vale, lo que importa, es la “lealtad a ciegas”, es obedecer sin chistar ni cuestionar sus decisiones, por absurdas que éstas sean, por lo que no le confiaría la candidatura para sucederlo.
El de Macuspana quiere, a partir del 2024, seguir gobernando pero desde “La Chingada”, su rancho de Palenque, Chiapas, y sólo Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, le garantizan lealtad a ciegas y sumisión perpetua.
Al también corridísimo Canciller, que desde los tiempos de Miguel de la Madrid ya destacaba por su preparación y talento al lado de Manuel Camacho Solís, le ofrecerá ser senador y líder de su bancada y de la Junta de Coordinación Política, exactamente lo que hoy tiene y desde donde trasciende Ricardo Monreal, que ha sacado todas las reformas que el Ejecutivo federal le ha enviado.
Ebrard Casaubón no peleará con el presidente la postulación, se disciplinará al método de encuestas, de la que no saldría triunfador, porque esas encuestas, “me canso ganso”, estarán cuchareadas a favor de su plan triple AAA, Sheinbaum Pardo, o de su plan doble AA, Adana Augusto López Hernández, por si aquella se cae.
Los compromisos y pactos entre el secretario de Relaciones Exteriores y López Obrador, que hicieron cuando Marcelo, siendo gobernador del anterior Distrito Federal le aportó millonarias cantidades de dinero al proyecto del tabasqueño -de lo que siempre le estará agradecido- los mantendrá unidos y en sintonía, porque en una indisciplina del secretario, además de irse a su casa, le podrían sacar expedientes del costo inflado de la Línea 12 del Metro y de los negocios que dicen por ahí, hicieron Ebrard y Mario Delgado.
El que hoy se dice “soy totalmente Palacio”, en sus soledades y dialogando con su ego, que no sabe jugar ajedrez sino damas chinas, está acomodando su tablero político por la sucesión presidencial tan adelantada (única en la historia de México y promovida por quien debió guardarla para dentro de dos años) para que las cosas le salgan como él quiera y ordene.
Para ello, tendrá que hacer ajustes en varias dependencias en las que las cosas no caminan como debieran. Sabe que algo debe hacer para que el tema de la pandemia y la carencia de todo tipo de medicamentos deje de ser un lastre, por lo que en enero -dicen los enterados- habrá un nuevo rostro en la Secretaría de Salud. Algunos afirman que ahí llegaría otro tabasqueño y mencionan a Fernando Mayans, actual director general del ISSET del gobierno de aquella entidad.
Una ficha a la que le ha ofrecido varías opciones y que también a inicios de año seguro lo veremos reactivo en la política, es la del ex gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, a quien le puso sobre la mesa las carteras de Bienestar, Comunicaciones y Transportes, Pemex, la dirigencia de Morena y cualquier Embajada.
Los que se dicen expertos en eso de la especulación política, lo colocan en sustitución de Mario Delgado, que además de tener en total desorden, sin liderazgo, muy divididos y con cierta descomposición al partido Morena, es pieza del canciller, aunque llegó a su actual cargo gracias al impulso de Monreal, por lo que sus días al frente de ese Movimiento de Regeneración Nacional están contados. López Obrador no dejará en sus manos la elección del 22 y menos la del 24.
Es la mitad del camino y aún vienen tormentas, nubarrones y más enfrentamientos de López Obrador con todos los que piensan diferente a él. Su postura la radicalizarán más. Lo anunció en su mensaje en el zócalo capitalino.
Verá el comportamiento y resultados de los aspirantes a sucederlo. Le preocupa Ricardo Monreal, quien también en 24 años de caminar a su lado, le conoce buenas y malas, limpias y sucias, al que se sigue creyendo tocado por Dios.