La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
¿Qué fue primero: el abuso policiaco o los ultrajes a la autoridad?
La tarde del lunes, la diputada Cecilia Guevara, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso de Veracruz, informó que, el gobernador Cuitláhuac García, envió una iniciativa “por la que se deroga el artículo 331 del Código Penal estatal en materia del delito de ultrajes a la autoridad”.
Para que el mandatario tomara la decisión, tuvo que ocurrir un severo conflicto con el presidente de la JUCOPO del Senado, Ricardo Monreal, el cual escaló a tal grado que provocó una ruptura en el grupo parlamentario de MORENA.
Además, desde su entrada en vigor en marzo del año pasado, el endurecimiento en las sanciones por cometer el señalado delito, llevó a poco más de mil ciudadanos a ser encarcelados por los jueces de control, situación que redundó en una recomendación de la CNDH, para eliminar dicha figura penal.
Bajo el anterior panorama, la pregunta obligada es: ¿en qué pensaban Cui y asesores, cuando ordenaron a los diputados que hicieran la reforma que derivó en tamaño conflicto?
Es difícil saberlo, hay quienes afirman que la entidad fue un laboratorio para medir la reacción social ante la criminalización de la protesta pública, ya que, esa fue la intención de fondo: disuadir el activismo de la oposición.
Quizá sea un elevado nivel de ‘sospechosismo’ pero, cuando se realiza un movimiento de tal naturaleza y vemos las consecuencias (todavía no las conocemos todas), que de ello deriva ¿se puede tener otra conclusión?
Algún día, cuando cualquiera de los actuales ‘carniceros’ pase a ser la ‘res’ indiciada, es probable que se acoja a la figura de testigo colaborador, entonces, podríamos saber la verdad. Tal vez, todo se debió a la soberbia prohijada por la plenitud del pinche poder.