La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Con la taibolinha suelta, lo mejor es quedarse en el closet
El pasado cinco de febrero, el sector más radical de MORENA, celebró su primera Convención Nacional, en la explanada del monumento a la Revolución.
Convocados por los ‘suavecitos’ John Ackerman y Paco Ignacio Taibo II, entro otros fundadores del movimiento, los integrantes más ‘puros’ de la 4T, tienen como objetivo fundamental, expulsar a Mario Delgado de la presidencia del CEN.
Las palabras del director del FCE fueron más que elocuentes: “Aquí está la reunión de los agraviados. Los aquí presentes, agraviados, porque no se les considera en un proceso electoral, porque no se les tomó en cuenta; pues dejemos de ser agraviados, ¡chinga! Vamos reconstruyendo el partido, es nuestro”
La crítica principal de ‘los agraviados’, va en el sentido de que el partido se ha convertido en una agencia de colocaciones, en la cual priistas y panistas travestidos, quieren acceder al poder, desplazando a la verdadera militancia.
Aunque tienen razón, el reclamo es equivocado, sobre el reparto de candidaturas, deben querellarse con YSQ, porque es ingenuo pensar que las mismas se deciden en el partido.
En realidad, el problema de Mario Delgado, es su mínima trayectoria en la izquierda mexicana, ya que, su promoción administrativa y política, está ligada a su cercanía con Marcelo Ebrard, más que a sus méritos. Del ITAM, fue reclutado al equipo del Chelito.
Hay que agregar que, además de no pertenecer al linaje de la izquierda, otra de las broncas de Marito, radica en no ser confiable para el proyecto de poderosa mujer, ese el meollo del asunto. Así pues, la sabiduría popular, indica que el hilo se reventará por lo más Delgado.