Francisco Gómez Maza
• Varias Inconsistencias en el gasto encuentra la ASF
• Sería desastroso para AMLO que fueran verdaderas
El presidente Andrés Manuel López Obrador, metido en otro embrollo, en otro predicamento escandaloso, que obviamente será usado por la oposición para ponerle rocas en el camino, y que podría minar su credibilidad y honestidad, y la aceptación popular de su partido en las elecciones de 2024. No es suficiente el acoso lleno de odio de sus enemigos de los frentes conservadores, empresariales, partidistas y mediáticos.
Vuelve ahora David Colmenares Páramo, el economista auditor superior de la Federación, a poner en entredicho la solvencia contable y ética del gobierno de la 4T.
Es el segundo intento de poner a prueba la capacidad de los técnicos contables del Gobierno Federal, o la honestidad de quienes son responsables del manejo de los dineros presupuestados para la construcción de una gran obra pública.
El primero fue la auditoria que Colmenares Páramo y su equipo ejecutaron en la contabilidad de la operación de cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que estaba construyéndose en el Lago de Texcoco, desde los atardeceres del gobierno priista de Peña.
En aquella ocasión, AMLO cayó parado, como los gatos. La ASF había concluido que el costo de la cancelación de las obras del nuevo aeropuerto, en Texcoco, le había costado al Fisco unos 300 mil millones de pesos, particularmente en exposiciones para pagar a grandes contratistas y proveedores de materiales y servicios. No fueron 300 mil millones. La Auditoria rectificó las estimaciones. Descubrió que sólo se gastaron cien mil millones.
En el caso de la construcción de la refinería de Dos Bocas en Tabasco, resulta que la ASF encontró inconsistencias y posibles daños al erario, por un monto de 59.2 millones de pesos, de acuerdo con los resultados del más reciente Informe General Ejecutivo de la Cuenta Pública 2020.
Los hallazgos contables fueron producto de seis auditorías realizadas al proyecto y los avances de la refinería, que el presidente AMLO se comprometió a construir y a operar antes de que concluya su sexenio.
El monto observado y, por lo tanto, sujeto a aclaraciones, antes de que se conviertan en un daño definitivo al erario, es producto de una revisión al gasto global de 27 mil 885 millones de pesos, con una muestra fiscalizada de 25 mil 587.1 millones de pesos, equivalente a un 91.7% del gasto fiscalizado.
En la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, la ASF planteó, entre una decena, observaciones por 20 mil 243 millones de pesos.
De acuerdo también con los resultados de la revisión a la Cuenta Pública 2020, correspondiente al segundo año del gobierno de López Obrador, la entidad contable, dependiente de la Cámara de Diputados, detectó que se reportaron 20 mil 243 millones de pesos de egresos y se presentaron en exceso 19 mil 204.6 millones de pesos de ingresos.
Regresando a la refinería, entre otras presuntas, la ASF encontró inconsistencias entre los volúmenes de obra estimados contra los realmente ejecutados; pagos indebidos en las categorías de profesionistas senior y junior, sin acreditar la especialidad de las personas contratadas; pagos en exceso por concepto de desmonte en zonas de selva; diferencias de los volúmenes pagados en material de construcción contra las cantidades consideradas en la integración de las matrices de 14 productos diferentes a precios unitarios, y adjudicación de contratos por invitación y por asignación directa, en perjuicio de la celebración de concursos y licitaciones abiertas.
El peso, la responsabilidad, en las aclaraciones que el gobierno está obligado a presentar ante la ASF y, en su caso, ante la Cámara de Diputados, recae en el Secretario Rogelio Ramírez de la O, como guardián del Erario, en su papel de secretario de Hacienda, y la Secretaria de Energía, Rocío Nahle García, con los encargados o el encargado de las obras de construcción de la refinería.
Está obligado López Obrador a responder al auditor de la Federación, aclarando el informe que encontró las presuntas irregularidades en el gasto para la construcción de la obra.
Sería una escandalosa irresponsabilidad para AMLO que los auditores del poder legislativo tuvieran razón, cuando hablan de irregularidades, lo que querría decir que, en realidad, hubo malos manejos en el gasto para la construcción de la refinería. ¿Corrupción?
El presidente se mostró muy confiado, cuando un periodista le preguntó en torno a la auditoría a los gastos en la construcción de la refinería. Explicó que el informe de la ASF es preliminar y que se va a aclarar.
Sería terrible que la auditoría no se aclarara y se confirmara que habría habido malos manejos en el gasto.
Imagine: cuando López Obrador predica diariamente contra la corrupción.