Rúbrica
Por Aurelio Contreras Moreno
Más allá de la burda manipulación que en sí representa la consulta de revocación de mandato del presidente de México–porque nadie desde la sociedad civil la está solicitando, salvo algunos sospechosos “tontos útiles” que más bien parecen esquiroles-, es aberrante la manera como el régimen viola (ni tan) veladamente la ley con sus acciones.
Desde hace semanas se ha reportado desde distintas regiones del país la colocación de propaganda de promoción de la consulta en sentido contrario a lo que establece la ley, que dispone que se pregunte a la población sobre si se remueve o no de su cargo al Presidente de la República.
En cambio, esa propaganda –de la que se hacen “responsables” supuestas y fantasmagóricas asociaciones claramente relacionadas con Morena- lo que promueve es una “ratificación” del presidente, figura inexistente en la Constitución de la República, lo que vuelve ilegales esas campañas.
Eso ya había sido determinado por el Instituto Nacional Electoral desde la etapa de la recolección de las firmas. En los módulos donde éstas se recababan se colocaron leyendas sobre una inexistente “ratificación”, con lo cual el régimen buscó engañar a la población al convocarla a apoyar un ejercicio en el que no se va a consultar eso.
No es la primera vez que el lopezobradorismo lo hace. En la fracasada consulta del año pasado el régimen convocó, con todo el poder del Estado, a un ejercicio para “enjuiciar” a los ex presidentes de México. Cuando lo que se preguntó en realidad fue otra cosa que nada tenía que ver con los mensajes de la propaganda engañosa que, a pesar de los recursos dilapidados, no tuvo poder de convocatoria alguno, pues la participación fue ínfima, ridícula.
Pero precisamente por eso mismo, también fue inmensamente cara, habida cuenta que se invirtieron –o mejor dicho, se tiraron por el excusado- millones de pesos de recursos públicos. Dinero que usted y yo aportamos a través de nuestros impuestos y que pudieron destinarse a la atención de problemas verdaderamente apremiantes para el país, como los relacionados con la salud.
Exactamente en la misma ruta van ahora. El régimen en pleno –gobiernos federal, estatales y municipales de Morena, el partido oficial y todos sus actores relevantes- llama a participar en una consulta de revocación para sí mismo –eso es lo que establece la Constitución.- Pero como la vez anterior, pretende engañar a los mexicanos diciéndoles que hay que votar “para que siga AMLO”, cuando que para que eso suceda hay que hacer… absolutamente nada, pues Andrés Manuel López Obrador fue elegido, legal y legítimamente, para un periodo de seis años. Y a pesar de todas sus enormes pifias, desatinos y corruptelas en el ejercicio de ese mandato, sigue gozando de niveles altos de popularidad, por lo cual no hay movimiento alguno surgido desde la sociedad civil –la que no está cooptada por el régimen- que haya pedido su destitución.
En Veracruz arreció la campaña de desinformación e ilegal manipulación en los últimos días. Calles, bardas, carreteras y unidades vehiculares para servicio de transporte público concesionado han sido literalmente “forradas” con propaganda engañosa sobre la consulta de revocación de mandato, llamando a “que siga AMLO”, violando la veda electoral y la Constitución.
Asimismo, en carreteras y autopistas del estado aparecen gran cantidad de espectaculares con las mismas imágenes y mensajes. Y resulta que, “coincidentemente”, varios de esos espacios suelen ser ocupados para la publicidad oficial del gobierno del estado. Habrá que exigir que se transparente de dónde está saliendo el dinero para pagar.
De la misma manera se ha “tapizado” con esta misma campaña a autobuses urbanos, taxis, combis y demás vehículos que prestan el servicio de transporte público bajo el esquema de concesión. De ésas que el propio gobierno estatal entrega y puede retirar cuando quiera a los transportistas, que ante los llamados a “unirse a la causa”, lo único que les queda es decir “así por las buenas, sí”.
¿Teme el régimen de la autoproclamada “cuarta transformación” que de la nada pudiera surgir una expresión de malestar social que pusiera en riesgo la permanencia de López Obrador al frente del Ejecutivo federal, y por lo cual sienta la necesidad de lanzar una aparatosa campaña electoral para que se mantenga? De ninguna manera. Saben que no hay forma que el presidente sea “despedido”. Al menos no en este momento.
En realidad, lo que intentan evitar a toda costa es otro fiasco como el del “juicio a ex presidentes” y que la participación sea ridícula nuevamente. No hay que perder de vista que para que los resultados tengan validez legal, debe acudir a las urnas por lo menos 40 por ciento de la lista nominal.
Así que la consigna es ¡que siga la violación de la ley! Al cabo que ni vergüenza tienen.
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