* “Arsenal” de armas viejas e inservibles
SILOGISMOS
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial Expediente Ultra
Un “exceso de celo” de policías en Tlanepantla ocasionó la detención de dos agentes municipales de Mixquiahuala, Hidalgo, por transportar nueve armas tan viejas como inservibles, cuando desempeñaban una comisión oficial, y eso desató en redes y medios informativos, una oleada de versiones malintencionadas, señalamientos precipitados y de mala fe, propias del típico clima de efervescencia política.
Sucedió que cuando los dos agentes desempeñaban una comisión oficial, con el transporte de las armas, entre esas unas pistolas “Luger” de la Segunda Guerra Mundial; una “Colt Peacemaker“, de las que tienen una varilla con resorte para descargar los casquillos vacíos, unos “Revólver” 38, de la época de la Revolución Mexicana y otras en peores condiciones, resultaron, en forma hilarante, “el cuerpo del delito” y los dos agentes fueron consignados ante el MPF.
Se comentó que se trata, precisamente, de armas que se quedan guardadas en los armarios de las casas, y que en su momento se utilizaron para la protección personal o del negocio familiar, práctica observada por decenios en todo el país.
En la presidencia municipal de Mixquiahuala se informó que “en el curso de la semana” se entregará toda la documentación necesaria para el descargo de las acusaciones, y se acreditará el origen y la posesión de las armas señaladas, ante las autoridades ministeriales que tomaron conocimiento del asunto.
Al mismo tiempo, las autoridades municipales lamentaron que se haya aprovechado el incidente para que se difundieran “a priori”, versiones sentenciosas, con inferencias tendientes a sembrar desprestigio, lo que por lo demás, evidencia motivaciones electorales explícitas en sí mismas.
En fotos difundidas por las redes sociales, queda de manifiesto que las dos únicas armas útiles 9 mm. que son, precisamente, las de cargo de ambos agentes, y nada más.
Abundaron las autoridades de Mixquiahuala que “todo será aclarado” con los documentos pertinentes que justifican y amparan la posesión de las armas.
Señalaron que la práctica de utilizar cualquier incidente para denostar e injuriar es cosa corriente en tiempos políticos intensos, pero que finalmente todas las calumnias e injurias se desvanecen como fumarolas que son.
El paso del tiempo siempre impone la razón y la cordura cuando las versiones tendenciosas caen por su propio peso.