Yo Campesino / Cómplices
• Queda claro qué ministros están al servicio del régimen, no de la ley
Miguel A. Rocha Valencia
En medio del escándalo que descobija a uno de los más destacados y “distinguidos” miembros de la 4T como abusivo, artero y ruin, queda clara la sumisión del “poder” Judicial federal y de la Ciudad de México al Ejecutivo y que, para algunos ministros primero está la complicidad criminal que el cumplimiento de la Ley.
El caso de las señoras Alejandra Cuevas y su mamá Laura Morán parientas políticas del fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero puso en evidencia el concepto de justicia y aplicación de la Ley que ya son característicos en la actual administración, donde el atropello y la arbitrariedad, están por encima de la norma jurídica.
Quedó claro el abuso de poder que ejerce desde su cargo el fiscal general y está vez, como ocurre entre titulares del ejecutivo federal y local de la CDMX, mostró el sometimiento del poder judicial, donde ministerios públicos y jueces, tuercen la legalidad para satisfacer venganzas.
Por eso están en la cárcel no sólo ancianas que, si fueran culpables de lo que se les imputa, deberían estar sujetas a proceso en su domicilio; por eso sin presunción de inocencia se tiene tras las rejas a exfuncionarios federales a quienes, por no cooperar, los tienen encerrados sin que se les prueben los ilícitos imputados.
Pero lo que es una vergüenza es que ministros de la Suprema Corte de Justicia se atrevan a hacer pública su incondicional sumisión y se vuelven “distinguidas” juezas capaces de evidenciar complicidad criminal como ocurre con Loretta Ortiz y Yazmín Esquivel Mossa que se suman al impresentable Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, presidente de la SCJN.
Desde luego no se escapa Alberto Pérez Dayán y uno más de los tres o cuatro que afirmó Gertz Manero tener a su servicio para continuar con la infamia de despojo de bienes y libertad de sus víctimas. Y mientras, los delincuentes organizados libres.
Aun así, el Ganso se atreve a llenarse la boca afirmando que “antes” estaban los de la mafia en el poder, los neoliberales, y es en su mandato cuando la corrupción y complicidades se vuelven cínicas, abiertas, sin pena alguna.
Es hoy cuando el Ejecutivo hace visible con cinismo el sometimiento de los poderes Legislativo y Judicial, misma tesitura en que se encuentran alineados los correspondientes en la Ciudad de México, donde la propia fiscal Ernestina Godoy Ramos, se sometió y ordenó la captura de las víctimas en complicidad de una jueza local.
En paralelismo podría inscribirse lo que ocurre con la alcaldesa en Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, sólo que en este caso la venganza tiene tintes políticos y se origina en Claudia Sheinbaum y Dolores Padierna, sirviendo al mismo tiempo al mesías tropical y de esa manera los tres, cobran revancha contra Ricardo Monreal Ávila, quien, a pesar de mostrar lealtad a la 4T, paga las consecuencias de resistirse al servilismo.
Es obvio que Monreal Ávila no es bien visto en el palacio del ganso como se muestra los abusos de que son objeto personajes cercanos a él, como ocurre con José Manuel del Río Virgen, capturado y detenido arbitrariamente. En ese plano de abusos, no sería raro que, a través de Godoy Ramos, se ordenara el encarcelamiento contra Sandra Cuevas, quien a pesar de tener pruebas de la falsedad de las imputaciones que se le hacen, está suspendida del cargo.
Estamos ante ejemplos claro de lo que será México si se permite que continúe el proyecto cuatrotero. El autoritarismo llevado al extremo, donde el caudillo encarne la Ley, que desde Palacio Nacional se dicte la norma, se diga quien es culpable o inocente.
El abuso de poder es claro, es la misma línea dictada por el profeta de la 4T, se siente ya en el ámbito nacional; ante el abuso, el chantaje y la amenaza muchos se han doblado y otros huyen.
La consulta sobre Revocación de Mandato que los morenos laman de ratificación, será definitoria para saber en qué México viviremos en los próximos lustros. Por eso, lo mejor que podemos hacer es no prestarnos a la trampa, no caer en ella y aunque luego el caudillo acuse al INE de no hacer las cosas bien, será preferible no acudir a las urnas el 10 de abril.