La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
La decisión es sencilla: es un asunto de votos y de devotos
Buena parte de los columnistas que se dedican al análisis de la realidad política veracruzana, coinciden en que el diputado Sergio Gutiérrez Luna y la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, son las dos personas más aventajadas para obtener la candidatura de MORENA a la gubernatura en 2024, gozan de las confianzas del que elige.
Sin embargo, algunos afirman que el Big Brother, para decidir, vigila sus encargos: conducir las sesiones en San Lázaro y entregar a tiempo la refinería de Dos Bocas.
Desde luego, ambos personajes inciden en sus respectivas tareas, pero no tienen un control absoluto de las mismas para asumir la responsabilidad total, es decir, si el PRI no quiere acompañar la reforma eléctrica no es culpa de Gutiérrez y si un meteoro retrasa la construcción en Tabasco, es un imponderable no atribuible a nadie.
No, para el presidente López Obrador, hay valores más importantes que la meritocracia y el principal de ellos, es la lealtad al proyecto. Si fuera por resultados, el Cui no hubiera sido candidato después de perder en el 2016 y Marcelo estaría en mejor posición que Claudia.
Además, el tabasqueño también tiene compromisos políticos y amistosos, este tipo de circunstancias llevaron a Layda Sansores a la gubernatura de Campeche y dejaron fuera a Monreal, cuando buscó la jefatura de Gobierno de la CDMX en el 2018, por ejemplo.
Claro que la reforma constitucional en materia de electricidad, es una prioridad para AMLO, pero el futuro electoral del diputado no está supeditado a su aprobación. El caso, de Nahle y la refinería, que al parecer avanza sin contratiempos, es similar.
Son otras las consideraciones, nadie saldrá electrocutado o siniestrado por retrasos o votaciones adversas, las evidencias precedentes lo confirman.