La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
El síndrome de emPejecimiento prematuro consiste en vivir en una realidad alterna
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, resolvió que el delito de ‘ultrajes a la autoridad’ es inconstitucional, no obstante, el gobierno de Veracruz, el Congreso local y la Fiscalía estatal, no han hecho lo correspondiente para cumplir con la sentencia.
En el mismo contexto, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, emitió sendas recomendaciones en los casos de seis jóvenes detenidos en Xalapa y el de José Manuel del Río Virgen, en ambos documentó violaciones al debido proceso, sin embargo, del Río Virgen permanecerá detenido por su ‘zacatecana amistad’.
Así pues, la respuesta del gobernador, Cuitláhuac García, a los reveses de las instituciones señaladas, ha estado cargada de iracundia, lejana de la sensatez que suele tener un político todoterreno, el ingeniero lo toma como algo personal y encima, quiere pontificar sobre asuntos que desconoce, como el de la aplicación de las leyes.
Como ya lo hemos mencionado en otras ocasiones, es patético que no exista nadie en el país, que llame a cuentas al mandatario veracruzano y que lo conmine a dejar el conflicto gratuito y con ello, allanarse a las ordenanzas de la Corte y del Ombudsperson.
Por el contrario, pareciera que al Cui le dan cuerda o que es un Frankenstein fuera de control que, con una lengua convertida en machete de dos filos, sega la posibilidad de construir consensos, para dar fin a un asunto que tiene a la entidad sumida en una crisis de gobernanza, es insostenible que se aplique la ley ‘a la carta’, el daño a las, precarias, instituciones es tremendo.
Urge que los temas de la agenda nacional, se enfoquen a los problemas más graves, por ejemplo, la inseguridad y la vilipendiada procuración de justicia. Resolver esto, es más apremiante que promover el avión presidencial como limousine para quinceañeras fifís.
Tanta rudeza innecesaria, genera que vivamos en una recursiva espiral de hostilidad social.