RELATO
¡Y todo el mundo no para de hablar de ello! En la tele, en la radio, en la red; ¡todos hablan de este parque temático!
Que Ucrania esto, que Ucrania lo otro, que su parque temático es muy emocionante. Muchos dicen que incluso es más bonito que la Disney Land de California.
Todo esto surgió gracias a la mente muy de-mente de un hombre multimillonario llamado “Russo”, quien un día, mientras se encontraba cagando sobre su retrete de oro macizo, y mientras miraba con apatía la pantalla de su teléfono celular, y mientras luchaba contra su depresión de espíritu; luego de permanecer un buen rato meditabundo, al fin a su mente acudió una muy brillante idea: hacer un parque temático del que todo el mundo hablase sin parar.
Y fue así como surgió lo que ahora es el parque temático más famoso de todo el mundo. Dicho parque tiene su cede en un lugar llamado “Kiev”. Y aquí es donde a mí me gustaría ir de vacaciones, pero… Soy tan pobre que solamente tengo con conformarme con ver por televisión las escenas tan emocionantes, en donde los soldaditos-empleados de Russo atienden con toda la amabilidad y cortesía a los miles de visitantes que a diario llegan, desde todos las partes del mundo.
Todo es diversión en este lugar. Los visitantes corren emocionados. Al parecer, de todos los juegos que hay en este parque, el favorito de los visitantes viene siendo el “guarda, guarda”.
Este juego consiste en que las personas corren a guardarse, mientras que otra va contando hasta cincuenta. Apenas termina de contar, la persona empieza a buscar a todas las demás.
Pero en este parque temático llamado “guerra”, este juego cobra dimensiones muy distintas. ¡Es mil veces más divertido y emocionante!, ya que las personas son buscadas con metralletas, bombas (pero no yucatecas), tanques de guerra y demás artefactos muy graciosos. ¡Wow!
Russo es… -en definitiva- un de-mente con una mente muy brillante. Pero, a pesar de esto, él todavía sigue estando apático y muy deprimido.
El hecho de que el administrador de su parque temático –un hombrecito medio calvo, llamado “Vladimiro Putino-, le hable todas las noches para decirle: “Jefe. ¡Hoy el parque ha ganado 16, 000 millones de dólares más!”, no hace sentir ni un poquito feliz al pobre infeliz de Russo.
¡Ay! ¡Cómo me gustaría visitar este parque temático tan famoso; ¡y correr y correr, mientras que los soldaditos de Russo van persiguiéndome con metrallas y demás artefactos divertidos!
“¡Corran a guardarse!”
Pero soy tan pobre que, no me queda más remedio que ver las escenas a través de una pantalla -no plana- de televisor. La experiencia de visitar este parque de diversiones, solamente está destinado a los privilegiados, a los que tienen mucho dinero. Y eso me hace sentir muy triste todo el tiempo.
Y, mientras yo estoy triste porque sé que jamás podré ir a ese parque, Russo, el muy imbécil, se la pasa llorando por su estúpida depresión: su novia, una muchacha rubia y regordeta, llamada “Natalia Vio-la-novia”, lo dejó para fugarse con un enano de circo.
A la muy estúpida no le importó ni un ápice hacer pedazos el corazoncito de Russo el magnate. Y he aquí el porqué de su tristeza infinita… Pobrecito… Russo.
Anthony Smart
Marzo/25/2022