El sólo hecho que Alejandro Gertz Manero sea un corrupto y Fiscal General de la República implica atención a sus conductas antijurídicas, independientemente de que el que escribe éstas líneas, sostenga críticas fundadas y diametralmente opuestas a la manera de procurar justicia en la Representación Social Federal.
Gertz Manero, de entrada, sostiene como un “gesto simpático” el que el Señor Presidente de la República defienda su inmoralidad, deshonestidad e incapacidad y que la Cámara de Senadores aplauda sus trasgresiones a la ley. A dicho ministril de justicia no le gusta en absoluto que la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, sostenga que es un incapaz para investigar el fenómeno de la narco-política. Eso no le gusta. Le resta simpatía.
Lo del “gesto simpático” de referencia, no resiste el menor análisis, si consideramos que al tal fiscal y a los omisos que actúan y piensan como él, ya sean agentes del ministerio público de la fiscalía de su propiedad, o la jerarquía política que integra el Congreso de la Unión, a ninguno de ellos les interesa en verdad destapar la cloaca de putrefacción existente en dichas oficinas, sino lo que les importa es dar continuidad a múltiples actos de arbitrariedad. Postura exactamente igual a la sostenida por el neoliberalismo, que tan lesivo resultó para la justicia.
De lo que resulta que ese “gesto simpático” al cuál alude ese deshonesto y quienes razonan y piensan como él, no deviene ni siquiera en una enigmática sonrisa a lo Andrés Manuel López Obrador.
Error de la Presidencia de la República sin duda significó esa confianza depositada en un delincuente protector por omisión de la de la narco-política. Ningún abogado por mínimamente preparado agradece esa cordialidad, ya que en verdad lo que México requiere es una Fiscalía General de la República docta e inmaculada y que no se dé continuidad a los privilegios que a manos llenas enriquecen a esos corruptos Siervos de la Nación.
La Abogacía Independiente de la República está cierta que el Señor Andrés Manuel López Obrador a futuro se tendrá que arrepentir de haber avalado ese “gesto simpático” de un transgresor de la ley.
Aclarado esto, debo sostenerle y se lo sostengo de frente a Alejandro Gertz Manero que la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, A.C., y el Foro Independiente de la República no estamos ni remotamente de acuerdo con la singular forma de procurar justicia, que según su dicho se sustenta en su muy probada honorabilidad.
Por lo anteriormente expuesto, la personalidad —de moralidad— a la que se refiere la confianza externada por el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, no es desde luego la adecuada para apoyar a quién se niega por omisión a investigar a la narco-política.
Huelgan comentarios.
Es cuanto
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho
Penal del Colegio de Abogados de México, A.C..