La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Cuando el médico legista le tomó el pulso comprendió todo: 10, 9, 8, 7…
La posición de Alejandro Gertz Manero, como fiscal general, resulta insostenible, es un funcionario que ya perdió toda la credibilidad y lo peor del caso, este descrédito es sólo atribuible a su conducta, el ‘fuego amigo’ nada más le dio el empujoncito.
Exhibido en una grabación ilegal, Gertz se manifiesta tal cual: un hombre intolerante que tuerce la ley con tal de lograr sus objetivos que, en su caso, han sido persecuciones legaloides para ejecutar vendettas. En suma, hace uso faccioso del poder.
Además, la SCJN y un juez, le han asestado un par de golpes con los casos de Alejandra Cuevas y Rosario Robles, que bien podrían ser utilizados, por ambas señoras, para iniciar una ofensiva legal contra el fiscal.
En este sentido, quien no dudó en demandar al tempestuoso personaje por tráfico de influencias, coalición de servidores públicos y asociación delictuosa, es Julio Scherer, mismo que señaló sin cortapisas: “Gertz ha quedado en la memoria pública como un hombre vengativo y envenenado”.
Aunque el presidente López Obrador y el presidente de la JUCOPO del Senado, Ricardo Monreal, hayan tendido un manto protector alrededor del susodicho, su permanencia en el cargo le genera un costo político a la 4T, al final del día, fue por el impulso del tabasqueño que llegó a la Fiscalía, por lo tanto, deshacerse de él, es de urgente resolución.
Para fortalecer esto último, agregamos que, otro tema que gravita contra el controvertido funcionario, es su sonado fracaso en la lucha anticorrupción, los casos insignia, como el de Emilio Lozoya Austin, fueron un chasco, no se cumplieron las expectativas.
Por donde se le busque, el principal responsable de procurar justicia está acabado y, por si fuera poco, de no defenestrarlo, en tres años puede ‘morder’ a sus actuales protectores, ya demostró que es bravo…y desconoce.