En México, los escándalos políticos no duran más de dos semanas. Ahora mismo, el de los conteos en las elecciones en Baja California ha rebasado y dejado atrás al que conmovió al país las primeras semanas de junio: el del ex gobernador tabasqueño Andrés Granier Melo, a quien se acusa de presuntos actos de corrupción.
¿Qué pasó con el ex mandatario? ¿Va a la cárcel en Tabasco, donde lo requieren? ¿Lo “desafanan” en las instancias federales, por las acusaciones nimias que en ese ámbito se le enderezaron? Nadie sabe. Nadie supo… hasta ahora.
Lo que sí se escucha es que, en este caso y muy probablemente en otros más, lo que prima es la política.
Lo explica a la perfección el colega Eduardo Macías, quien apunta que “la famosa frase de James Carville, asesor de Bill Clinton en su exitosa campaña política de 1992 rumbo a la Casa Blanca, ‘¡Es la economía, estúpido!’, bien pudiera aplicarse al defenestrado ex gobernador de Tabasco Andrés Granier, con la variante de: ‘¡Es la política totonaca, estúpido!’
Más adelante se pregunta, “¿por qué Granier está en el bote y no Juan Sabines, saqueador de Chiapas o el paradigmático coahuilense Humberto Moreira, quienes, junto con otros ex gobernadores, hicieron peores tropelías?”.
Y se responde: “Muy sencillo: ellos no cometieron el error político de pelearse con el jefe, no desafiaron al chido de chidos, al Tlatoani que da y quita, al jefe máximo, al gran semi dios del poder, pues…
“Granier desafió a Peña y ahora enfrenta las consecuencias. Que quede claro, al tabasqueño no se le castiga por ser una ratota, un cuasi canguro, o por su insultante vestuario sino por la supina estupidez política mostrada meses atrás.
En su desgracia política, a Granier de nada le sirven ahora sus 400 trajes y chorro mil camisas pues por un largo rato sólo podrá vestir el uniforme de reo (¿habrá camisolas reglamentarias de penal de marcas picudas? ¡Sería bueno hacerlas!).
TRES ERRORES, TRES
Eduardo Macías es un periodista que reportea. Lo que platica sabrosamente en sus escritos tienen la ventaja de la perspectiva de la primera persona. Perspectiva que, por cierto, el colega afirma le faltó a Granier. Y relata:
“Su historia es simple: corrían los finales de 2011 y principios de 2012. Enrique Peña preparaba su campaña política pero ya despachaba como candidato casi oficial. Tenía a Pedro Joaquín Coldwell en el CEN del PRI y a Osorio Chong en Organización. Para Peña Nieto, en funciones de gran elector tricolor, la sucesión en Tabasco, cuya elección de gobernador va empatada con la presidencial, no tendría mayor problema, pero Granier quería imponer por la fuerza en la candidatura a su secretario de Salud, Luis Felipe Graham Zapata.
“Granier, arrogante y necio, no dejaba pasar a Jesús Alí de la Torre, candidato del grupo Atlacomulco y alfil de la poderosa familia tabasqueña Neme, muy cercana a Peña Nieto en los negocios en el Edomex. Ese fue su primer gran error político. Le puso el pie al gallo del mexiquense.
“Las negociaciones se le complicaron al CEN tricolor. Hubo varias y prolongadas reuniones en el segundo piso del edificio principal de Insurgentes Norte y Colosio. Salieron chispas. No se lograba el acuerdo, incluso se habló de inminentes rupturas. Nadie daba su brazo a torcer.
“A este reportero le tocó estar allí, en solitario, a las afueras de las oficinas de Pedro Joaquín Coldwell, en espera de resultados.
“Una reunión con los cinco aspirantes a la gubernatura, además de Pedro Joaquín, Miguel Osorio Chong, el delegado del CEN en Tabasco, José Antonio González Kuri, y el dirigente estatal del partido, Miguel Alberto Romero, se prolongó de las 13 hasta las 20 horas. Durante, ese lapso, Osorio Chong, salió furioso varias veces de la oficina de Coldwel rumbo a Organización que estaba en el mismo segundo piso del CEN.
“A Osorio se le veía muy encorajinado. Los tabasqueños no cedían a la instrucción superior. Finalmente se impuso la lógica, Alí de la Torre fue anunciado el 19 de enero como abanderado del tricolor a la gubernatura tabasqueña. Graham Zapata lo sería a la presidencia municipal de la capital Villahermosa.
“Eso molestó al virrey Granier quien cometió su segundo error político: le hizo el vacío al candidato de Peña Nieto. Que se rasque con sus uñas. Aquí no truenan más chicharrones que los míos, diría el químico.
“Los resultados están a la vista: Alí de la Torre y Graham fueron apaleados en la elección constitucional. El PRD ganó Tabasco. Granier no calculó el efecto Peje en su tierra y como diría la canción de Emmanuel: todo se derrumbó.
“Para el tricolor se perdió el estado, la mayoría de las presidencias municipales y el congreso local que ahora tiene dos a uno de diputados perredistas frente al PRI.
“Ese fue el tercer error político de Granier. No propiciar la unidad política a que estaba obligado por el simple hecho de que había un tabasqueño contrario al PRI en la contienda presidencial. No pensó o no quiso operar conforme a la lógica…”
¿La libra o no la libra Granier? Ahora con más datos, usted tiene la respuesta.
Índice Flamígero: De nuestro amigo El Poeta del Nopal, como se llama a sí mismo don Alfredo Álvarez Barrón, el epigrama tradicional intitulado “Voto por Voto”, y en el que se pregunta “¿pues no que las concertacesiones eran cosa del pasado? Todo parece indicar que en Baja California renació de entre las cenizas esa vieja figura política que permite ‘catafixiar’ gubernaturas a cambio de favores inconfesables. Y si no, al tiempo: Entre dimes y diretes / el PRI ‘concertacesiona’, / ya ni la burla perdona / salió con ‘domingo siete’; / mientras el PAN arremete / y da vuelta a la tortilla, / enemigo de la grilla / y de las leyes devoto, / ¡exige voto por voto / … y casilla por casilla!”