La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Después de Macedonio, la categoría impresentable entró en desuso
En Veracruz, la atención está puesta en los eventuales candidatos de MORENA a la gubernatura en 2024, porque con todo y los errores de la actual administración, en el plano electoral la oposición no parece, al momento, tener la capacidad de inquietar a la 4T local.
Así pues, los reflectores están focalizados en la secretaria de Energía, Rocío Nahle y el diputado federal, Sergio Gutiérrez Luna, aunque en términos prácticos, ninguno de los dos se ha forjado políticamente en la entidad, incluso, la señora Nahle es nacida en Zacatecas.
El asunto de fondo, es que la posibilidad de que alguno de los dos señalados alcance la candidatura, tiene confrontadas a las tribus veracruzanas, sobre todo, en el caso de Sergio, quien se formó al lado del panista Guillermo Padrés en Sonora, o sea, no pertenece a la aristocracia morena (al igual que Ricardo Ahued).
Esta circunstancia, podría favorecer a otros actores que, sin hacer tanto ruido mediático, trabajan la plaza (ojo, el territorio) todos los días, son los casos de Manuel Huerta Ladrón de Guevara, Eric Cisneros Burgos, Zenyazen Escobar García y José Luis Lima Franco.
El primero, súper delegado federal, recorre el estado con el tema de los programas sociales y las vacunas. Eric, secretario de Gobierno, tiene acuerdos con un buen número de alcaldes, diputados y otros actores válidos. Por su parte, Zenyazen, titular de Educación, puede construir alianzas con el magisterio, el sector más poderoso de la burocracia. Para cerrar, Lima Franco, como responsable de las Finanzas, se reúne con todo mundo.
No perdamos de vista lo siguiente: el o la elegida, no surgirá de la opinión de los columnistas, ni mucho menos del que acumule más líneas ágata, será quien garantice el triunfo y la continuidad del ideario lopezobradorista, no hay que enredarnos.