CIUDAD DE MÉXICO, 3 de junio (Almomento Noticias).- ¿Vivir sin un teléfono celular o smartphone? ¡Imposible! Estos dispositivos se han metido tanto en nuestra vida que a veces, hasta olvidarlo en casa por accidente se vuelve un martirio.
Y es que eso de estar siempre conectado cada vez se vuelve algo tan normal que no podemos vivir sin ello.
Eso hace que nuestros teléfonos se vuelvan casi una obsesión y con ello un gasto fijo que hay que enfrentar cada día, semana o cada mes.
¿Entonces qué hacer? Si no te causa problema lo que pagas puedes seguir como vas pero si sientes que es demasiado es hora de leer estas recomendaciones.
1.- La primera, ya te la has de saber de memoria ¿Sabes cuánto pagas al mes?: Si lo sabes anótate un punto, si no es mejor que lo averigües porque de otra manera nunca vas a saber si te pasas de la raya o estás pagando demasiado por el servicio.
2.- Deja de pagar por lo que no usas: Tienes un súper plan miles de minutos, decenas de mensajes e internet para abastecer a un pequeño pueblo pero… Sólo le hablas a tu mamá, usas “whats” para mensajear y para colmo aprovechas cuanto WiFi te encuentras. Como te habrás dado cuenta estás pagando por muchas cosas que no usas. Hay aplicaciones que miden el uso de tu celular ¡Dales una probadita! y cámbiate a un plan que sí te convenga.
3.- Datos y más datos: El uso de datos es cada vez más necesario, sobre todo cuando necesitas estar conectado todo el tiempo. Revisa tu consumo (Hay muchas apps para ello) y si cada mes te llega una cuota extra que pagar, cámbiate de plan, o si usas prepago ubica puntos de acceso para que no gastes por gastar. Además, configura tu teléfono para que se conecte a la red sólo cuando sea necesario y no cuando quiera.
4.- No te aferres: Aunque lleves años con tu compañía de teléfono, no dejes que el ‘cariño’ te gane. Sal y ve que opciones hay en el mercado, si una de ellas te gusta y le conviene a tu bolsillo, no lo dudes ¡Cámbiate! al final es tu dinero.
5.- Prepago o plan: ¿Cuál te conviene más? Eso depende en gran medida de tus hábitos de uso. Si eres, por ejemplo, un ‘heavy user’ es decir no lo sueltas ni para ir al baño, un paquete te conviene. Si sólo lo tomas de vez en cuando, quizás lo tuyo sea el prepago. Piensa en la forma cómo usas tu teléfono y decide que te conviene más, recuerda que ¡Tú tienes el poder!
6.- Considera un seguro: Sobre todo si tienes un smartphone de última generación siempre es importante pensar en garantizar su seguridad no vaya a ser la de malas y se caíga, se ahogue o simplemente desaparezca, y con ello tengas que gastar una pequeña fortuna que no tenías pensado usar.
7.- Revisa tu recibo: Ese sobre que dejas en el buró y que sólo acumula polvo es una manera fácil y práctica para descubrir que pasa con tu teléfono. Además, si hay ajustes en tus tarifas ahí lo vas a descubrir.
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