Yo Campesino / Aferrado al poder
• Vivimos el peor momento de la historia y puede prolongarse si el ganso…
*Miguel A. Rocha Valencia*
Nadie duda a estas alturas que el profeta de la 4T hará de todo, incluyendo lo ilegal, la mentira, amenaza, persecución y violencia para conservar el poder. Lo que no se sabe aún, es para qué lo quiere, si para hundir más al país, cumplir su anhelo de dictador o la suma de las dos cosas.
Lo grave de todo es que a pesar de lo predictivo que es el mesías tropical, no aparezca en el escenario un líder, una oposición capaz no sólo de ser freno a tal aspiración que llevará al país a vivir la peor noche de su historia.
Porque si como dice el machuchón entre los suyos: “que nadie se sorprenda de lo que haga para conservar el poder”, se necesitará algo más que leyes e instituciones ciudadanas para contenerlo.
La situación va más allá de una extensión de mandato, sino a la idea de imponer un régimen autoritario que ven incluso desde el extranjero, como la advierte la exembajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson y lo confirma la tendencia de las inversiones que, de plano, continúan a la baja, a tal grado que la relación entre lo privado y lo público se vuelve abismal 86 a 14 por ciento.
Es por eso que la ausencia de dinero privado, nacional y extranjero, se vuelve tan evidente en nuestra economía, especialmente cuando se habla del ramo de la construcción donde la contracción alcanza 8.2 por ciento, por eso el aumento del desempleo formal y la subocupación.
Incluso, la encuesta entre especialista del Banco de México es otro indicativo de que el gobierno de la 4T no tiene intenciones de corregirse, por el contrario, a medida que se acerque el final constitucional del régimen, se endurecerá.
Para los especialistas los principales obstáculos a la inversión son: la falta de estado de derecho, corrupción y burocracia. Se añadiría uno más, por la falta de transparencia en la asignación de contratos que hoy se entregan de manera directa en casi 74 por ciento, sin licitación.
Es más, personeros de la iniciativa privada, incluyendo bancos y consejerías internacionales, apuestan a que la inversión no pública se reactivará hasta el 2025, pero si no hay cambio de régimen y condiciones, simplemente se ausentará y de México “volarán más capitales” al extranjero.
Lo peor es que se trata de la inversión productiva que por un lado no llega y por el otro, se está retirando ante las señales ominosas de un régimen que se torna cada vez más autoritario.
Respecto a la inversión en documentos, se vuelve más cara en virtud del incremento de tasa decretado por la FED y aun cuando el dólar se conserva más o menos estable, se pagan más pesos por el servicio de los empréstitos y la parte de capital correspondiente. A pesar de eso, el gobierno cuatroteísta le apuesta a más deuda o déficit público por la vía de subsidios a los combustibles para evitar un disparo mayor de la inflación que se reportó en 7.68 por ciento.
Por eso la pregunta no es si el profeta de Macuspana intentará quedarse en el poder o colocar un pelele que lo represente, sino para qué, si todo está más, resultó incapaz para administrar para bien la cosa pública, creció deuda, hundió economía, nos sumió en el descrédito internacional, gasta el dinero del pueblo para sostener su popularidad mientras los niveles de violencia continúan al alza lo mismo que de corrupción e impunidad.
Le apuesta a la confrontación para aplicar aquello de que “a río revuelto”, a un México dividido del cual pueda sacar ventaja con su discurso gastado con frases como: “primero los pobres”, “es culpa del neoliberalismo”, “de la mafia del poder” o recurrir a los enemigos ficticios que crea para exhibirlos ante el pueblo bueno al que quiere comprar con limosnas que no resuelven los problemas estructurales de pobreza.
Una pregunta final por hacer es si también está dispuesto a usar la fuerza de las armas, militares y criminales para mantenerse en ese poder…
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