A mar revuelto, ganancia de pescadores.
(III Parte)
Por María Manuela de la Rosa Aguilar.
3 de junio del 2022.
Ucrania está devastada, pero no derrotada.
A cien días de la guerra, Rusia se ha apoderado el 20% del territorio ucraniano; 24,000 kilómetros de carreteras han sido destruidas y 300 puentes derrumbados; en la planta nuclear de Chernobyl los soldados rusos robaron equipo por un valor de unos135 millones de dólares; los rusos han robado miles de toneladas de grano para venderlo ilegalmente en el mercado internacional, aunque Turquía ha participado como mediador junto con la ONU, para establecer un corredor de exportación del grano bloqueado en Ucrania.
La ONU estima que han muerto más de 4,000 civiles ucranianos, el presidente Zelensky informa que han muerto también 1,300 soldados ucranianos y 26,650 militares rusos; Rusia dice que sólo han registrado la baja de 1,351 efectivos y que han matado a 14,000 soldados ucranianos. La propaganda de la guerra es así. Lo cierto es que este conflicto no termina y los especialistas vislumbran que continuará por tiempo indefinido en un enfrentamiento de desgaste. Pero aquí difícilmente puede señalarse un ganador, porque Ucrania sigue luchando y Rusia avanza, aunque lentamente, los costos, inmensos para ambos países. Ucrania es alentada por el apoyo de occidente, no sólo con apoyo logístico, sino con armamento y entrenamiento militar; tanto en Europa como en Estados Unidos, a fin de que el personal militar conozca y pueda operar armamento altamente sofisticado como los misiles de largo alcance, sistema de cohetes de artillería de alta movilidad, cañones Howitzer, obuses, sistemas de radar, vehículos blindados y drones Switchblade, de lo que se sabe.
El verdadero objetivo de Vladimir Putin.
Las maniobras de Rusia han logrado prácticamente cercar a Ucrania, pero llama la atención de los especialistas, como el coronel francés Pierre Servant o el experto en estrategia Alain Bauer, que Rusia al parecer no tiene como objetivo tomar Kiev, la capital, con lo cual sometería por completo a Ucrania y creen, en coincidencia con muchos otros especialistas, como se ha mencionado desde el principio, que el objetivo de Putin es apoderarse del sur y el este de Ucrania, toda la región del Dombás, para tener un amplio corredor desde Crimea a Dombás, por eso la importancia de tomar Mariúpol, ya que controlando la salida al Mar Negro y al Mar de Azobv, las posibilidades estratégicas de Rusia se multiplicarían, dejando a Ucrania aislada, a merced de Rusia. No es extraño, pues, que Rusia ha entregado más de 1 millón de pasaportes a ciudadanos rusos que viven en la zona de Dombás.
Incluso el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg ha manifestado que no está seguro de si Kiev es el objetivo de Putin o sólo un señuelo, para hacer caer al gobierno de Ucrania, desmembrando al país, para someterlo como un país periférico.
Y si bien Kiev no parece ser un objetivo, también hay que considerar que la toma de esta ciudad tampoco es algo fácil, pues por su magnitud y el nivel de defensa con que cuenta, tal vez no lograría ser ocupada, como ya sucedió en Afganistán, cuando tuvieron que salir derrotados en febrero de 1989, no obstante que es una ciudad menos pertrechada y muchísimo más pequeña, en donde los rusos fracasaron. La historia deja lecciones que no se aprenden.
Y esta teoría coincide con las apreciaciones del Pentágono, que ha podido constatar que los planes de batalla rusos presentan una total desorganización, como la inmensa paralización de convoyes de tanques y camiones, vehículos inservibles, personal inexperto y las fuerzas especiales rusas, que normalmente deberían estar activas, nunca aparecieron, generando caos y confusión.
Por lo visto esta maniobra ha sido un distractor, porque mientras el ejército ucraniano se ha enfocado en los diversos frentes y en defender su capital, en otro frente los ataques son brutales y contundentes en el sur hacia Crimea. Por eso han tomado la central nuclear de Zaporiyia, que es la más grande de Ucrania, con seis reactores y a 350 kilómetros e Crimea; también han logrado controlar Jersón, ciudad en la desembocadura del río Dnieper, a unos 300 kilómetros de Odesa, sobre el Mar Negro.
La magnitud del botín.
Si Rusia logra este objetivo, su potencialidad económica aumentará sobre medida, ya que esa zona de Ucrania es muy rica en minerales, Ucrania se encuentra entre los mayores productores del mundo en minerales metálicos y no metálicos y cuenta con 117 de los 120 minerales conocidos y con 8,761 yacimientos de importancia industrial, no por nada es el 2º mayor productor de galio en el mundo, utilizado en semiconductores; el 5º en germanio (utilizado en electrónica, fibra óptica, lentes y joyería), el 6º productor de titanio, 7º productor de hierro, el 6º de titanio. Cuenta con amplias reservas de manganeso, níquel y mercurio. Sus reservas de litio son las más grandes del continente. Tiene grandes reservas de galio, indio, talio, plomo y estaño, pero además cuenta con grandes reservas de un elemento más que codiciado hoy: el uranio.
Ucrania tiene también aluminio, cobre, zinc, plomo, níquel, diamantes, piedras preciosas y semipreciosas, berilio, tantalio, niobio, escandio, itrio y lantánido, entre muchos otros minerales.
De minerales no metálicos, Ucrania ocupa el 8º lugar en la extracción de grafito; también extrae caolines, para la fabricación de cerámicas y refractarios; es el 10º productor de urania.
Respecto a la producción de energía eléctrica, antes de la guerra, era el más potente de Europa y proviene de la energía nuclear, ahora en manos rusas.
El 90% de las reservas de combustible fósiles con que cuenta Ucrania provienen del carbón. Tiene la mayor reserva de hulla en el mundo. Ucrania además ocupa l 13º lugar en reservas de gas en el mundo.
Pero además, Ucrania es un país agrícola por excelencia, actividad que ha sido su principal fuente de ingresos de exportación, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la base de su exportación es el maíz, trigo, soya y colza. También es un gran exportador de aceite de girasol, aves de corral, forraje y piensos, papa, remolacha azucarera, frutas y verduras.
Actitud de las potencias.
Occidente por supuesto no actúa de manera solidaria con ingenuidad, los intereses están a la vista y la lucha hegemónica está en juego, pero además, el botín tiene un valor incalculable. Lamentablemente Ucrania, pase lo que pase, no será el país ganador, tal vez victorioso, pero con muchas deudas por pagar.
Los aliados de Rusia continúan aparentemente al margen, China, su principal socio, se ha mantenido expectante, silente, prudente, para tomar partido de manera abierta, aunque sabemos que inclina su balanza hacia Rusia, pero los intereses económicos son mucho más poderosos, Estados Unidos, que es el verdadero enemigo a vencer, si bien es el país más endeudado con China, también es su principal cliente, inversionista y como deudor, debe cuidarlo, porque la economía China depende prácticamente de Occidente, no sólo de los Estados Unidos, sino de Europa.
La India, entre la espada y la pared, pues está comprometida con Estados Unidos, pero pertenece al bloque oriental, con un gran potencial bélico, ya que cuenta con uno de los mayores ejércitos del planeta y con potencial nuclear; pero sus problemas internos, la pandemia y su creciente auge económico, le impiden decantarse abiertamente.
Corea del Norte, que se ha caracterizado por una política desafiante ante occidente, no se ha pronunciado abiertamente como acostumbra. Y tal vez los aliados naturales de Rusia esperen la certeza de la victoria, pero ésta, si llega, seguramente cobrará la factura a la tibieza, porque la diplomacia tiene sus fronteras y la guerra es una muy clara.