Alberto Martínez Vara
Anoche volví a tener pesadillas, soñé que estaba escondido tras la cortina de un salón privado de uno de los mejores restaurantes de la Capital, en donde se encontraban reunidos los capos de los 6 cárteles de narcotraficantes más poderosos del país.
Don Leone, el capo de capos, estaba sentado en la cabecera de una lujosa mesa llena de viandas y licores carísimos.
Levantó su copa y dijo: !Colegas, brindo por este pacto que será cumplido a rajatabla, so pena de muerte para quien no lo acate.
¿Juran ustedes cumplirlo, o pagar con sus vidas y las de sus familias?
Los 5 capos se pusieron de pie, levantaron su brazo derecho y gritaron al unísono ¡Lo juro!
Don Leone volvió a tomar la palabra y dijo, Gracias Colegas, ahora voy a resumir en que consiste nuestro pacto:
Dividimos el país en 6 zonas, una para cada uno de nosotros. Y el trasiego y comercialización de todas las drogas las manejaremos respetando las zonas de todos los demás.
Si uno de nosotros invade el territorio de otro, recibirá un castigo inmisericorde de los otros 5 miembros… Y el castigo incluye a toda su familia.
Ninguna fuerza armada del país, juez o político de cualquier nivel estorbará nuestro negocio.
Todos están en nuestra nómina… todos.
Esto se llama “Delincuencia Organizada” y así funcionan todos los países civilizados del mundo moderno.
Lo que da mala fama a nuestro negocio no son las drogas, esas las consumen todos los idiotas que se envician y están felices. Lo que nos perjudica es la “Delincuencia Desorganizada”, que la integran las pequeñas bandas de delincuentes de chisguete y que son los que afectan directamente a la ciudadanía.
Y me refiero a los mugrosos que atacan a la población civil, se apoderan de las cárceles, asaltan comercios, roban autos y camiones, violan y matan mujeres, bloquean casetas de carreteras y vías de trenes, prostituyen niños, acarrean inmigrantes, exigen una estupidez que le llaman “derecho de piso” y ahora atacan a inocentes transeúntes y queman tiendas.
Estos delincuentillos tienen que desaparecer porque están atemorizando y destruyendo las empresas grandes y pequeñas de todo el país. Y están afectando nuestro modus operandi.
Nosotros sabemos quiénes son, dónde viven y quien los manda. Nuestra tarea es aniquilarlos y desaparecer sus cadáveres sin dejar huella.
Esta operación debe de ser cumplida en menos de 3 meses.
Si tranquilizamos el país, los inversionistas nacionales y extranjeros volverán a creer en él. Y nadie se opondrá a que nosotros hagamos nuestro negocio.
!Y una cosa muy importante! No venderemos drogas en nuestros territorios. Las utilidades que ganamos envenenando paisanos, es una miseria comparada contra las utilidades que ganamos exportando drogas.
¿Para qué envenenamos a nuestros hijos pudiendo envenenar al resto del mundo?
Porque somos mafiosos, no lo niego, pero somos gente decente, nacionalista y con principios… Muchas gracias.
Los asistentes aplaudieron escandalosamente y gritaron vivas para su patriarca y Capo de Capos.
Y de repente… un mesero abrió la cortina donde estaba yo escondido, descubriéndome enfrente de todos.
Y…
Afortunadamente me desperté…
amv@albertomartinezvara.com