AUNQUE PESE
Por: Salvador Martínez García
Lo sucedido aquella noche del 26 de septiembre de 2014 será realmente difícil de esclarecer por más que se investigue o que se pretenda descubrir la verdad de los hechos.
La nunca bien vista ni aceptada “verdad histórica” se ha convertido en la mentira histórica promovida por el régimen del presidente Enrique Peña Nieto a través de su Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam; hoy preso por tortura, desaparición forzada y obstrucción a la justicia.
Una investigación tan viciada bajo distintos intereses políticos, ideológicos y criminales, y con la cual han muerto 26 personas, entre activistas, testigos, policías y funcionarios públicos vinculados al caso, deja en claro que nadie conocerá los hechos tal como sucedieron.
Lo único cierto es que 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecieron aquella noche y a casi 8 años de los acontecimientos sólo se llega a la certeza de que todos han fallecido, de que ya no vive ninguno y que ni siquiera se cuenta con los cuerpos para darles legal sepultura.
No obstante, la aceptación por parte del Gobierno Federal de que los muertos de Iguala fueron un crimen de Estado permite avanzar en la localización de culpables, como el hoy detenido Murillo Karam, a quien en su momento le importaba más cerrar el caso que esclarecerlo, seguramente por la presión de su jefe, el entonces presidente Enrique Peña Nieto.
No se espera que mucho más se sepa sobre aquella triste noche, pero seguramente sí se conocerán los nombres de otros responsables como Tomas Zerón, director a la sazón de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y varios más donde habrá victimarios y, quizá, hasta nuevas víctimas, como parece serlo el actual titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX, Omar García Harfuch.
Iguala y Ayotzinapa seguirán en las informaciones de los medios de comunicación por un buen tiempo más.
SUSURROS
En el Estado de México las ambiciones políticas de Enrique Vargas de ser a toda costa candidato a la gubernatura en los comicios del 2023 pueden terminar con la esperanza de lograr una candidatura común de oposición entre PRI, PAN y PRD.
Aunque Vargas asegura que él va por un gobierno de coalición, lo cierto es que sus exigencias alejan la posibilidad de tener una candidatura unificada y sólida que haga frente a la ya anunciada abanderada de Morena, Delfina Gómez.
Y está claro que sin candidato común la oposición nada tiene que hacer en las elecciones próximas donde ganaría sin mucho problema la maestra Gómez. ¿Se mantendrá viva la Alianza Va Por México en el Edomex?
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