* Es momento de que se les pregunte a los prebostes que mangonean al país, ¿de dónde obtendrán los recursos suficiente para asegurar el cumplimiento constitucional de esos programas sociales que sólo son gasto y nada producen? Si no es la entrega a la extrema derecha, ¿es la solapada construcción del narco Estado?
Gregorio Ortega Molina
La ficción para deconstruir el Estado y sustituirlo por un espejismo no inició en el salón de la Tesorería. Tiene miles de años, llega con Rómulo y Remo, con las ignotas conversaciones entre Moisés y Dios o la dispersión de lenguas en la Torre de Babel, o con la serpiente seductora y el asesinato de Abel.
Cuando nos remite a los personales asuntos de la religión y la fe, vaya y pase, pero cuando se trata de sustituir el presente por inexistentes promesas de bienestar y la pérdida de los niveles de democracia y justicia logradas, o la degradación verbal de los conceptos de patria y verdad, lo que enfrentamos es una destrucción de la cultura y un supuesto cambio civilizatorio.
Es necesario que nos detengamos a meditar en lo que realmente ha sucedido en estos años de la 4T. Se sirven de un lenguaje de izquierda, se escudan en los pobres, se esfuerzan por recuperar un nacionalismo ramplón y hacen de Estados Unidos y la mafia del poder, los fifís y demás ralea, el enemigo verbal adecuado para dar gato por liebre. Lo que realmente hacen es un gobierno de extrema derecha, nazi, grotesco.
Hagan cuentas. ¿A quién benefició la cancelación del AICM, a quiénes la desaparición del seguro popular y la supuesta torpeza administrativa para adquirir medicamentos?; ¿a quiénes la desaparición de los fideicomisos, lo adquisición de la refinería en Texas, la “conversión por decreto” en asuntos de seguridad nacional de las obras insignia, o la sumisión de los poderes legislativo y judicial? Las respuestas correctas nos dejan mudos.
Es momento de que se les pregunte a los prebostes que mangonean al país, ¿de dónde obtendrán los recursos suficiente para asegurar el cumplimiento constitucional de esos programas sociales que sólo son gasto y nada producen? Si no es la entrega a la extrema derecha, ¿es la solapada construcción del narco Estado?
A nadie parece importarle el destino de la nación, el borrado del proyecto constitucional de 1917. Completamos, ya, 105 años de vivir engañados. Así fue como Francisco Franco se hizo del poder en España. María Zambrano dejó anotado para nosotros: “Nuestro fracaso al no hacer una reforma, la reforma de pensamiento y de Estado que necesitábamos, hizo replegarse a nuestro más claro entendimiento a la novela y a nuestro mejor modelo de hombre, quedarse en ente de ficción”.
No le pongo peros.
www.gregorioortega.blog
@OrtegaGregorio