La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
El problema de fondo consiste en que los subordinados se crean lo de la cuarta transformación
El motín escenificado, en 1905, por la tripulación del Acorazado Potemkin, fue el inicio de una serie de acontecimientos que, años más tarde, provocaron la caída del Imperio Ruso. Por proponer una analogía, fue la chispa que prendió la pólvora revolucionaria.
En tal sentido, podemos sugerir que la pretensión del general de cinco estrellas, de acabar con el liderazgo de Ricardo Monreal en el Senado, se vio frustrada por la rebelión política del zacatecano que, aglutinó en torno suyo, a un grupo de legisladores que conformaron una suerte de guardia pretoriana ¡se amotinaron pues!
Podría parecer un despropósito, sugerir que la victoria táctica de Monreal tendrá implicaciones catastróficas en el proyecto presidencial morenista del 2024, pero, sin duda, no es un asunto menor, ya que, sobre todo por el estilo personal de YSQ, ganarle esa batalla al Tlatoani era impensable.
Por tal motivo, el halo de autoridad del presidente tiene una oquedad que, si permea la inteligencia emocional, debe ser reparada. Imponer una ‘corcholata’ sin crear los consensos necesarios, daría pie a una fractura que tendría como consecuencia que la oposición ganara más presencia, sino la presidencia, si más diputaciones y senadurías, lo cual, no es recomendable, para cumplir con las metas fijadas por el patrón a quién resulte elegido(a).
Aunque en el fondo, Monreal se auto reprimió al no aceptar presidir la Mesa Directiva, como se lo ofreció el bloque de contención, si dio una muestra de que trae sus canicas en la bolsa. Si se resisten a entenderlo, pues como decían las abuelas: allá ellos y su mala cabeza. El tiro está cantado.