Héctor Calderón Hallal
Tiempos sombríos los que vivimos en este México del primer cuarto del siglo 21.
En el umbral del tercer milenio, los mexicanos, sobradamente capaces de vencer tiranuelos cicateros y embaucadores; sabedores de poder vencer la miseria económica y humana; ávidos también como conglomerado humano de encontrar el orden social, la paz pública en las calles y el progreso humano, actuamos como si de pronto hubiésemos perdido la memoria colectiva y la propia visión de lo material.
Una verdadera tragedia, la conducta propia de una sociedad ignorante que por cierto, la mexicana no lo es, pues a lo largo de por lo menos dos siglos de vida formal como país independiente, ha sufrido tiempos traumáticos y los ha sabido sortear. Nadie nos puede platicar de experiencias que como sociedad conocemos desde hace muchas décadas, por lo menos 20 para ser exactos.
Es tan triste la situación de este preciso momento, que tal pareciera que un amplio sector de la gente en México no recuerda o no está consciente de que ya tuvimos payasos, histriones y personajes cínicos al extremo, investidos de autoridad y que, unos con cierta “diarrea verbal” y otros hasta con un lenguaje lacónico al extremo, no precisamente “sencillo”… sino simple, terminaron por embarcarnos en grandes crisis y se convirtieron en individuos “innombrables” hasta su muerte.
El péndulo propagandístico ha oscilado desde el “Consolidando la voz del Tercer Mundo”… hasta el “¡Ya tenemos cadeteda Don Beto!”… O el “¡Iremos por las tepocatas, víboras prietas y alimañas que estaban antes!”.
La imagen es por demás aterradora, conmovedora para muchos: sólo unos cuantos mexicanos, los que no hemos perdido la memoria, la conciencia histórica por tanto atraco venido desde el Gobierno, asestado por individuos como el que nos malgobierna hoy, disfrazados de lobos con piel de oveja… sólo unos cuantos somos los que alcanzamos a ver el mundo real y las cosas tangibles o materiales que están a nuestro paso.
Pareciera que un gran número de mexicanos perdió la vista…. la conciencia histórica y quizá hasta la dignidad.
Los que aun vemos, tenemos la ardua y sublime misión de conducir a nuestros hermanos que están ciegos y desmemoriados, en este momento trágico para el país.
Y de entre estos embaucadores, lo que nos faltaba: surge de repente la figura de un embaucador chiquito, capacitado desde su época juvenil por el mismo “Cártel del Sureste” al que pertenece y que gobierna hoy, llamado Alejandro Moreno, alias “Alito”.
Cuya encomienda consistió desde el primer momento en el desmantelamiento de los sectores del legendario Partido Revolucionario Institucional (PRI), que fue forjador de muchos –si no es que de la mayoría- cuadros y dirigentes políticos ubicados en el centro y la izquierda política de este país… y que hoy son Gobierno incluso.
La CNOP (Confederación Nacional de Organizaciones Populares) no existe cuando el PRI no está en el Gobierno. Hay en ese sector, más que una parálisis de acción política, un catabolismo en fase terminal.
La CTM (Confederación de Trabajadores de México) desde siempre y más en estos tiempos, mantiene un nivel de autonomía como el pilar más fuerte y aparentemente activo de la estructura institucional del PRI sistema. Conoce sus alcances ‘Alito’ y al interior de la CTM no se mete; no asume batallas que sabe que de antemano las tiene perdidas… aunque sí ha sido un protagonista de las luchas internas por dirigir, desde su cómoda posición de dirigente nacional del PRI, los otros dos sectores del PRI, como lo son la inerte CNOP y lo que queda de la también legendaria CNC, que fue columna fundamental junto a la CTM, del accionar político territorial del Revolucionario Institucional.
En la CNC hay, más que malestar, oprobio… un agravio institucionalmente contenido.
Alejandro ‘Alito’ Moreno Cárdenas, personalmente –se puede decir- y haciendo uso de los recursos y de las condiciones del cargo de presidente nacional del partido, tuvo un interés personal en que Leticia Barrera Maldonado fuese la nueva dirigente de la CNC.
Oriunda del Estado de México, fue presentada en el cargo desde el pasado 28 de agosto en Durango capital, donde se llevó a cabo la ceremonia de elección, en el Centro de Exposiciones de aquel norteño estado.
Sustituye en el cargo, que desempeñará eventualmente Barrera Maldonado hasta por 4 años, a quien también fue ya Gobernador de Durango, Ismael Hernández Deras, quien por cierto también aspiraba a repetir en la dirigencia, sólo que ‘Alito’ le ganó la careada personalmente, al ganarle la dirigencia para su ‘candidata protegida’, Leticia Barrera Maldonado.
A quien también le ganó la contienda interna por la dirigencia de la CNC este sui géneris dirigente, es a quien debió ser el nuevo dirigente por derecho de antigüedad y por ser un cuadro de formación agrarista indiscutible, leal a su sector y con un perfil de honestidad mucho más claro que ninguno de los aspirantes. Me refiero al guerrerense Gustavo Nabor Ojeda Delgado.
Ojeda Delgado ha aspirado al cargo legítimamente a la dirigencia por décadas; ha sido cuatro veces diputado federal por su natal Guerrero y era, por antonomasia, el sustituto natural de Hernández Deras en estos tiempos de estiaje político, para tratar de consolidar un plan de Gobierno desde la oposición, de reivindicación económica y social del sector comunero en todo el país. No obstante ‘Alito’ optó por atender su compromiso con el Grupo Estado de México, personificado en Leticia Barrera.
No obstante lo anterior, ‘Alito’ también hizo que se manejaran los nombres de Rafael García del Horno, dirigente cenecista del estado de Guanajuato; Francisco Javier Santillán Oseguera, originario del estado de Jalisco; Roberto Carlos López García, del estado de Michoacán y de José Antonio Rojo García de Alba, del estado de Hidalgo, pero fue verdaderamente un juego más que perverso, infantil y hasta pueril el de ‘Alito’, a juicio de los dirigentes cenecistas, curtidos en las mañas más elaboradas de la política a la mexicana.
Es de esperarse que Moreno Cárdenas se incline por Gustavo Nabor Ojeda para la secretaría General de la CNC, a fin de robustecer con su experiencia, la dupla conformada por Barrera Maldonado y Ojeda.
Al propio tiempo ha trascendido que anticipándose ‘Alito’ para convencer a Ojeda de que acepte la Secretaría General ‘sin chistar ni hacer gestos’, le propondrá una delegación estatal del CEN del PRI en un estado de la Nación obviamente… todo indica que sería Morelos, un escenario idóneo para el inicio e las hostilidades electorales; a donde ya se anunció que el exlíder barzonista y dirigente efímero de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, convertido en un súbito seguidor de Claudia Sheinbaum, la recibirá en Morelos, en calidad de delegado estatal de Morena y la llevará a la base social en actos de notoria ilegalidad en el plano electoral.
Así entonces, mandar a Nabor Ojeda en calidad de delegado del PRI en Morelos, podría ser un acto estratégico de ‘Alito’ en el mejor de los casos. No se olvide que como cenecista, Ojeda es además un muy cercano amigo a Beatriz Paredes Rangel, quien en Morelos y en general en el ámbito rural de todo el país, no necesita presentaciones.
Así se las juega pues ‘Alito’ Moreno, el aún líder del PRI Nacional.
Así compromete la estabilidad de su instituto político; así juega con la dignidad de sus representados y agremiados. Metiéndose inmisericordemente en las decisiones que deben ser responsabilidad mayoritariamente de los priístas.
Así es como se ha diluído cualquier posible dosis de liderazgo que pudo haber tenido en algún momento.
Intercambiando su capital humano electoral… por la posibilidad de “salvar su pellejo”.
Trocando su hogar político y su identidad … por un simple plato de lentejas; tal y comolo refiere la Biblia que lo hizo Esaú, quien volvió muerto de hambre y le dijo a su hermano: “Dame un poco de esas lentejas”. Jacob le respondió: “Puedes comer un poco de mi plato si me dejas que yo sea el primogénito en tu lugar”. Esaú accedió y así vendió su primogenitura a su hermano por un plato de lentejas
Hoy que sus”amigos“ y aliados de Morena, le habrían amenazado con lanzarle fuego amigo, materializado en un Juicio de Desafuero, un expediente judicial abultado con varios delitos del orden patrimonial en su entidad natal Campeche; e incluso la actual gobernadora le tenía preparado todo un arsenal de programas radiofónicos y con imágenes y denuncias contra el también exgobernador campechano… siempre y cuando ‘Alito’ no ofreciera el voto propio y el de la bancada de morenistas en San Lázaro, a favor promover y apoyar en su momento la reforma que modifica el artículo 5to transitorio Constitucional, que es alusivo a las labores de seguridad pública encargadas temporalmente –hasta 2024- a las fuerzas armadas, para que se prorrogue este plazo hasta el 2028… situación que ya ocurrió; ahora hay una división causada por ‘Alito’ Moreno y los diputados que ‘él controla’ y los senadores del PRI, representados por el también hidalguense, Miguel Osorio Chong.
Por esa y por muchas otras razones, Alejandro ‘Alito’ Moreno, ya está siendo juzgado por los priístas. Su nombre y su historia pueden y deben ser invocados, cuando de traición y de falta de honestidad en un dirigente se trate. No merece participar en la Alianza Opositora. Mucho menos, encabezar la esperanza de todo un pueblo que, como el mexicano, se encuentra hastiado de trapacerías políticas… Se ganó ya sin duda su Embajada ‘Alito’ Moreno. Ahí lo veremos muy pronto; es su destino… ¿En dónde la irá a pedir?
Autor: Héctor Calderón Hallal
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