Yo Campesino / Cambiazo
• ¿Qué motivó al ganso a cambiar de opinión respecto al Ejército, pero consentir al crimen?
*Miguel A. Rocha Valencia*
Por un lado, abrazos, no balazos y liberación del único capo capturado en este sexenio; por el otro, dinero a carretadas, obras, concesiones, nómina y poder de fuego. Grupos que en teoría deben ser antagónicos pues uno viola la norma jurídica, asesina, secuestra, trafica, envenena y sojuzga a la población, mientras el otro, debe defender a los mexicanos de todos los ataques de los primeros no sólo a la ciudadanía sino a la Ley.
Y no obstante esas características de unos y responsabilidades constitucionales de otros, caminan en paralelo; los primeros como un poder fáctico tan real que lleva más de 135 mil asesinatos, es responsable de la mayor parte de los 36 mil desaparecidos en la actual administración incluyendo niños y mujeres, así como del terror en que viven comunidades enteras, cuyos habitantes encuentran en la migración forzada, el único recurso para escapar de la muerte y la violencia.
Los segundos lejos de cumplir su misión, se adaptan, se convierten en un nuevo poder, en el cuarto poder con capacidades efectivas para hacer lo que le venga en gana –igual que los criminales-, pero acreditando una legitimidad que le otorgan desde Palacio Nacional, donde los invisten no sólo con poderío militar sino también financiero y los legitiman incluso contra lo que establece la Constitución, causando en el camino destrozos sociales y políticos.
Pero no sabemos por qué ocurre eso (¿O sí?), a qué se debe que en esa pinza de la cual depende la seguridad, tranquilidad y la vida de millones de mexicanos, se plantea una “estrategia” de no confrontación, dejar pasar y a pesar de las víctimas, no actuar con la energía necesaria.
El responsable quien antes de asumir el poder combatió la presencia de los militares en la lucha anticrimen, dice que cambió de opinión respecto a que los soldados sigan en las calles en vez de regresar a sus cuarteles y ahora los va a “fortalecer” con más de 100 mil elementos más y están agrupados a la llamada Guardia Nacional”.
Pero en su discurso, el ganso de Macuspana no habla de para qué quiere que la GN se sume a la Secretaría de la Defensa Nacional, si según él la “estrategia de seguridad” es la correcta, es decir, no estarían para combatir al crimen.
Entonces ¿Para qué quiere más “soldados” si no será para dar seguridad y evitar que miles de mexicanos sean asesinados y que más de la tercera parte del territorio nacional esté bajo el dominio del crimen organizado?
Para qué insistir en sumar más elementos si en los hechos la estrategia es fallida, no combate a los criminales e incluso cuando llegan a invadir “sus territorios”, son atacados, vejados, desarmados y corridos y exhibidos de manera vergonzante.
Pero cuando es el propio mesías tropical quien ordenó liberar al único capo detenido con ayuda de la DEA, se pone en duda la intención real de cambiar la estrategia contra el crimen.
De hecho, se debe aclarar para qué más elementos y mantener al ejército en las calles pues la matazón continúa; los grandes jefes de la delincuencia lejos de debilitarse se fortalecieron, crecieron sus empresas criminales, formaron y se apropiaron de otras “legales” para lavar el dinero derivado del tráfico de drogas, armas y personas, del cobro de piso.
Participan libremente en las elecciones; en palacio nacional les agradecen “portarse bien”, pero no se les reclama ni se les acusa con sus abuelos o papás cuando asesinan y bañan de sangre al país. Tampoco se les captura cuando incendian, roban, secuestran o despojan a honrados mexicanos de sus posesiones o la vida.
Por eso sería bueno saber para qué y ya de pasadita, también dejar claros los motivos por los cuales se les dan obras, la construcción y administración de las mismas, el otorgamiento de recursos fiscales para gastarse a discreción mediante contratos oscuros y hasta cientos de millones de pesos para la adquisición de nuevo y mejor armamento y equipos.
Y por qué no, ya que cambió de opinión ante una realidad, por qué no emplear todos esos recursos para combatirla. Sería interesante saber y quitar telarañas que hablan de una complicidad del profeta cuatrotero con la delincuencia y de un chantaje de los militares hacia el caudillo de Tepetitán, además que ambos grupos lo tienen agarrado de salva sea la parte.
Digo, sería bueno, aunque tal vez no le resultara muy saludable.
—