El jueves pasado se nos adelantó en el camino a la eternidad la muy famosa y respetada Reina Elizabeth II. Su vida fue nada común, incluso para un integrante de la realeza imperial.
Lo que más se ha repetido de la Reina Isabel segunda es que era una persona con dignidad, decencia y valentía. La hija de los príncipes de York no estaba destinada a ser Monarca, pero todo cambió cuando su tío el Rey Eduardo VIII abdicó al trono después de unos cuantos meses de su reinado. ¿La razón? Que el Rey quería casarse con una mujer divorciada y extranjera de familia común, la famosa americana Wallis Simpson. Así en aquel mes de diciembre de 1936, a las puertas de la Segunda Guerra Mundial, el padre de la pequeña Isabel de diez años de edad se convertía en el Rey Carlos VI.
Como cualquier niña a los 13 años vivía con sus padres, ellos habitaban el Palacio de Buckingham en Londres cuando este fue bombardeado por las fuerzas de Hitler, en ese momento ella aprendió una importante lección de sus padres quienes eligieron no evacuar el palacio para dar un sentido de seguridad a los demás habitantes del Reino. En ese momento su madre la Reina consorte Elizabeth Bowes-Lyon emitió un mensaje que daría ejemplo de valentía a la joven princesa y al mundo diciendo… “les quiero dejar claro -dijo la Reina madre de Elizabeth en ese lejano año de 1940 y momentos después del ataque nazi-, las niñas no se irán sin mí, yo no me iré sin el Rey y el Rey no se irá de Londres”.
Semanas después, la muy joven princesa daba mensajes en la radio dirigidos a todos los Británicos pero en especial a los niños para alentarlos en esos momentos de dificultades, recordándoles que al ganarse la guerra ellos serían los responsables de construir un futuro mejor. Poco más adelante y aún en la guerra, en el año de 1943 se alistó en el ejército y fue la primera mujer de la realeza en servir en las fuerzas armadas como chofer y mecánico.
Años después a los 25 años de edad y ya con experiencia que le dieron varios viajes diplomáticos, participación en algunos aspectos de la Guerra Mundial en representación de su padre y por supuesto después de 15 años de instrucción como Princesa Heredera, ascendió al trono a la muerte del Rey en 1952.
Previo a su coronación y durante la misma, envió claros mensajes de su vocación de servicio y de comprensión de lo que era ser monarca del Imperio Británico a la salida de la guerra en contra de los Nazis en un mundo convulsionado por la guerra fría entre el capitalismo, el comunismo soviético y el nacimiento de la China comunista.
“Sinceramente he jurado dedicar mi persona a su servicio de la misma forma que muchos de ustedes han jurado su servicio a mi persona; durante toda mi vida, con todo mi corazón he de esforzarme para ser digna de su confianza, pido a ustedes que sin importar su credo o religión oren por mí para que pueda servir correctamente, les declaro a todos ustedes que mi vida, sea larga o corta será dedicada a servirles a ustedes y a mi familia”.
En ese 1952 la Reina de Inglaterra era también Reina de decenas de territorios entre ellos Canadá, Nueva Zelanda y Hong Kong. Actualmente el Reino Unido y su llamado Commonwealth tiene 56 Estados libremente asociados y cuatro Estados subordinados como lo son Inglaterra, Escocia, Gales y el Norte de Irlanda. Además, el Monarca Inglés es el jefe de la Iglesia Anglicana un rol como de sumo Pontífice de dicha religión.
Fue la sexta mujer monarca de Reino Unido y su reinado es el más longevo en la historia del mundo con 70 años de duración. Su coronación fue marcada entre otras cosas, como el primer evento de este tipo transmitido por televisión a nivel mundial, generando de inmediato una adicción mediática en todo planeta, una suerte que le seguiría a toda su familia como arma de doble filo.
Su reinado vio desfilar a 15 Primer Ministros de Inglaterra, incluida la Primera Mujer en dicho cargo Margaret Thatcher y a la más reciente Liz Truss quien fue reconocida apenas dos días antes de su muerte el pasado martes. Convivió con 14 presidentes de los EUA, con 7 Papas de la Iglesia Católica Romana y fue parte activa en conjunto con Juan Pablo II, Ronald Reagan, Margaret Thatcher y el extraordinario Mikhail Gorbachev en la caída del comunismo y del muro de Berlín.
El 12 de septiembre del 2001 al medio día y durante la ceremonia de cambio de Guardia del Palacio Real, la Reina Elizabeth II ordenó a su guardia interpretar el Himno Nacional de los EUA en muestra de solidaridad con ese país por el ataque terrorista del día anterior en Nueva York.
En mayo 16 de 1991 fue la primera monarca de Inglaterra en hablar ante el parlamento de EUA.
La Segunda monarca de su país en visitar los EUA, esto después de que su padre George VI fuese el primero en 1939 durante el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Visitó más de 100 países, muchos de ellos múltiples ocasiones, siendo la primera monarca Británica en viajar a México en 1983 donde visitó Acapulco, Lázaro Cárdenas, Puerto Vallarta y La Paz.
LA GENERACIÓN DE HIERRO VS LA GENERACIÓN DE CRISTAL.
Una mujer fuerte que sabía ser prudente y supo pasar con mano firme pero sin excesos en los tiempos de la post guerra, de la guerra fría, del terrorismo, de la creación de la ONU, del ingreso y salida de Inglaterra a la Unión Europea, de la era espacial y de la era nuclear. Decía que para su trabajo se requería “no quejarse” ¡Que diferencia de mujer con relación a otros líderes que se la pasan lloriqueando y culpando a todos de sus propias limitaciones!
El nuevo Rey Carlos III es mucho menos reservado y ha hecho públicas sus posturas en casi todos los aspectos de la vida, lo que será un contraste con la postura discreta de su madre. Si la Reina era tan popular es porque no se sabía si estaba de un lado o del otro de los partidos políticos de su país con lo que no se veía como partidaria sino como referente de unidad.
EL LUTO Y LA CEREMONIA DEL ADIÓS
Como los faraones de Egipto, los Emperadores y los papas tienen una preparación muy detallada de sus ceremonias luctuosas, estas preparaciones duran años, incluso con la participación de los propios homenajeados quienes proyectan sus propios entierros. El caso de Elizabeth II no es la excepción, según se sabe su funeral ha estado en preparación con lujo de detalle desde el año de 1962 cuando ella tenía apenas 35 años de edad y múltiples actualizaciones. Durante los próximos ocho días se realizarán las ceremonias luctuosas para despedir a la amada Reina Elizabeth II que culminarán el sábado con su entierro, asistirán muchos dignatarios, pero en primera fila estarán el Rey Carlos III y su esposa Camila ahora Reina consorte quien ocupa el lugar que un momento tuvo la también amada Princesa Diana quien hace 25 años dejó este mundo. También estarán los hijos del Rey y de Diana Henry quien ha estado distante de Londres por varios escándalos mediáticos desde su matrimonio con la actriz norteamericana Meghan Markle y William siendo este el primero en línea a heredar al trono a la muerte de su padre Carlos III quien recientemente lo ha nombrado Príncipe de Gales.
CARLOS III LA INCÓGNITA
El papel del Monarca en una Monarquía Constitucional es más de escucha y recomendaciones que de político, pero mientras que la Reina fue muy clara en esa línea el Príncipe ahora Rey ha sido incluso públicamente crítico de los gobiernos de su país lo que no se sabe si continuará o limitará ahora que ya tiene la responsabilidad de ser el Rey de todos los Britones. Carlos III tiene 73 años de edad, es decir que su madre ha sido monarca por prácticamente toda la vida del nuevo Rey.
El pasado sábado se dirigió en mensaje grabado a su pueblo y al mundo por primera vez como Rey, en su mensaje por supuesto que dio palabras dulces a su madre a la que amó y llamó un ejemplo …“ mi madre la Reina vivió una vida bien vivida, cumplió su palabra de una vida de servicio, misma que ahora yo renuevo a mi propio nombre”.
El Rey admitió que su vida y la de toda su familia cambiará, pero no dice mucho de lo que será su postura como Monarca en especial si será tan vocal como Rey a lo que fue como Príncipe o si será más como su madre. La conducta del Rey dependerá de lo que él considere como su deber de servicio y también en lo que él perciba como la conducta que debe tomar para ganar el cariño y respeto de sus súbditos, que en su mayoría preferían a su hijo William como sucesor de la Reina, de lo contrario su conducta dañaría la estabilidad de la Monarquía en una era en la que dichos jefes de estado están en extinción.
Su abuelo entró al trono en los inicios de la Segunda Guerra Mundial, su madre en los inicios de la Guerra Fría y ahora él asume el trono en medio de una crisis económica y energética de propia creación que está azotando a el Reino Unido y a todo el mundo a la sombra de un cambio de potencias en las que China parece ser la inminente próxima supra potencia mundial.
Los próximos días el mundo será testigo de un gran espectáculo político social y económico sin precedente y como tal cerrará una era y abrirá una nueva.