* La máxima autoridad de esta nación ha decidido que es hora de reformar al ISSSTE, con todo lo que esto significa. Es posible que insistan en la vieja idea de fusionarlo al IMSS. ¿Y la ley federal del trabajo? ¿Y el apartado B? Pero que no le vengan con que la ley, “pos” es la ley
Gregorio Ortega Molina
Jubilados y pensionados del ISSSTE, lo mismo que los trabajadores del Estado en activo, deben dormirse con el Jesús en la boca, pues avisaron ya que van a reformar ese Instituto de salud que debiera garantizarles el bienestar tan necesario para vivir. En la 4T, lo que reforman lo destruyen. Hagan cuentas.
El último 10 de agosto en El Financiero, Lourdes Mendoza abrió su texto: “Y mientras a los médicos cubanos el IMSS hasta el anticipo les mandó para que cuando lleguen tengan las condiciones mínimas para instalarse, y nuestros niños están sin quimios o las mujeres con cáncer de mama sin ayuda alguna, y el Insabi dejó sin atención a los del Seguro Popular, ahora en el ISSSTE están poniendo en riesgo la salud de los derechohabientes y pacientes por la falta de los servicios de imágenes médicas y la imposibilidad de realizar exámenes radiológicos, tomografías, mastografías, ultrasonidos, procedimientos endoscópicos y exámenes de anatomía patológica”.
Quizá no es lo más grave. El mensaje cotidiano desde la zarza ardiente de la Tesorería modifica, ya, la actitud de los empleados de ese Instituto, que perdieron la vocación de servicio y olvidaron lo que son: servidores públicos. Ahora regañan, gritan, acosan, hacen a un lado, ofenden a los derechohabientes y sus familiares, como hicieron con una paciente en el área de cardiología de la clínica de especialidades Churubusco, y para colmo el médico nunca se presentó a la cita.
Lo mismo o peor sucede con el empleado vespertino encargado de los electrocardiogramas en la clínica médico familiar Álvaro Obregón, quien si no está de humor grita y mangonea al derechohabiente. Insisto, olvidan que son servidores públicos.
Para colmo pierden los análisis o, de plano, simulan hacerlos. Una paciente acudió a la clínica de especialidades Churubusco, le tomaron las muestras de sangre y le notificaron que en 10 días los resultados estarían en su clínica. Hace tres meses, y no llegan. El código de barras del procedimiento es ==2207070121==. Traen a la enferma de la seca a la meca, y nada, le tomaron muestras sin resultado alguno.
La máxima autoridad de esta nación ha decidido que es hora de reformar al ISSSTE, con todo lo que esto significa. Es posible que insistan en la vieja idea de fusionarlo al IMSS. ¿Y la ley federal del trabajo? ¿Y el apartado B? Pero que no le vengan con que la ley, “pos” es la ley.
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@OrtegaGregorio