La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
La tragedia se explica sola: buscan el porvenir conduciendo por el retrovisor
Una de las características que, los gobernadores de MORENA, han copiado (mal), del presidente López Obrador, es justificar todas sus incompetencias achacándoselas a los otrora mandatarios.
Es el caso de Cuitláhuac García que, en el colmo del mimetismo adulador, además de lo anterior, habla comiéndose la ‘s’ sin ser sotaventino, es su pueril forma de destacar.
Pero regresando al tema, cada que hay un problema grave en Veracruz, o sea, diario, el Cui recurre a sus villanos favoritos: hay balacera en Orizaba y sale con que Yunes pactó con el crimen. Ocurre que matan una maestra en Xalapa, además de una niña de tres años en Hidalgotitlán, de bote pronto recuerda los quehaceres de Winckler.
Si hay bronca con las inundaciones, la solución es lanzar cacayacas contra Fidel Herrera por cuando se metía en los charcos. Critican que su administración sigue endeudando al estado y cual Beto ‘el boticario’, saca a Duarte de la chistera.
Cuando la prensa documenta las raterías de sus subalternos, la reacción es decir que se trata de un complot de sus adversarios, que buscan descarrilar la 4T jarocha.
Eso sí, cuando ya las estafas son inocultables, los funcionarios renuncian ‘por motivos personales’ yéndose a casa para gozar lo malversado. Cosa de revisar el tema de ‘los moches’ en el ORFIS y la Comisión de Vigilancia del Congreso local.
Ejemplos abundan, sin embargo, todos tendrán el mismo camino de salida (por peteneras): es culpa de los otros, nosotros no respondemos por nada, somos inimputables por destino manifiesto. Mejor imposible: la excusa maestra.
Posdata: el ‘Tin Marín de dos pingüé’ elevado a estrategia de comunicación política.