Yo Campesino / Desquiciado
• Ganso dispuesto a gobernar con “su” ley, fuera de la Constitución
Miguel A. Rocha Valencia
La advertencia de que la permanencia del Ejército será llevada a consulta popular, muestra una vez más, el estilo de “gobernar” autoritario del mesías tropical. Es un burdo chantaje a la oposición en el Congreso y una intentona de hacer que 126 millones de mexicanos pensemos como él.
Hará su consulta como lo hizo para destruir el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, cuya pérdida lamentaremos muchos años más no sólo por los 200 mil millones de pesos que ahí se enterraron físicamente, sino por los costos colaterales que causó su cancelación, incluyendo huida de capitales y retracción de inversiones nacionales y extranjeras, amén de las oportunidades de negocio, empleo y proyección internacional.
Frente a esa decisión ilegal y unipersonal del ganso, la peor de su sexenio (hasta el momento) tenemos una terminal aérea que se proyectó para ser usada por 20 millones de personas en su primer año y que sólo conocieron 200 mil pasajeros con pérdidas millonarias en su operación y mantenimiento, así como el abandono del actual aeropuerto internacional de la Ciudad de México cuyo TUA quedó embargado hasta 2038 con pagos anuales de 200 millones de dólares por la deuda de la Fibra E.
Ahora ante la imposibilidad de conseguir una mayoría calificada para que le aprueben la permanencia de las fuerzas armadas hasta 2028, al menos en el Senado con todo y la traición esperada del PRI, lo cual es su estilo, lanza el chantaje convertido en advertencia de si no es por las buenas, será por las malas.
Es decir que aplicará la de “yo mando” e impondrá “su ley” fuera de los lineamientos constitucionales con una consulta donde incluso advierte, no se tomará en cuenta, como lo ordena la norma, al Instituto Nacional Electoral, con lo que queda evidenciado cual será el resultado del sondeo.
De tal suerte estaríamos de hecho ante un gobierno fuera de la Constitución, con un desconocimiento de facto del Congreso, desaparecería el poder Legislativo y si se presentara la controversia ante la Suprema Corte de Justicia, su decisión contraria, sería desconocida y entonces sí, el escenario será de un gobierno dictatorial.
Esto es que estamos ante un hecho que definirá el sistema de gobierno de manera ilegal, fuera de la Constitución, bajo la tutela de una ley no escrita pero dictada por el caudillo de acuerdo a sus caprichos y circunstancias, en base a una falsa mayoría que no será en las urnas sino por aclamación.
Lo interesante será si la mayoría de los mexicanos estaremos dispuestos a aceptarla con los brazos cruzados.
Si estamos dispuestos a “cambiar de opinión” respecto a la permanencia de las Fuerzas Armadas en las calles en funciones de policía en tanto que las estatales y municipales, quedan al margen, incluyendo las ministeriales de investigación.
Una permanencia de Fuerzas Armadas que se justificaría con resultados que en cuatro años no se ven sino por el contrario pues revelan un incremento en la violencia, en asesinatos con todo y los amañados datos del profeta de la 4T, que le son desmentidos en su cara y se atreve a negar en cadena nacional y ante sus propios seguidores.
Bien dice Dante Delgado, estamos ante un personaje “desquiciado”, capaz de ignorar la realidad de manera cínica, sin escrúpulo alguno, sujeto al ridículo para hacer ver que puede “cambiar de opinión” cuando le venga en gana y con él debemos hacerlo el resto de los mexicanos.
Es justo lo que esperábamos, estamos ante un sujeto decidido a imponer su medida, su ley, la del ganso. Desde hace cuatro años lo advertimos y ya sólo falta que, por decreto, sin sujeción alguna a la Constitución, se declare a la República Mexicana como dictadura donde el crimen organizado y las Fuerzas Armadas compartirían la tiranía de facto, con un INE minado que para entonces no tendría razón de existir ante la proclama callejera.
Claro, para que eso ocurra será necesario que en esa asonada exista una mayoría fanática y convenenciera, comprada con programas sociales y no aquella sociedad pensante y “aspiracionista” que quiere un México mejor y conserva la esperanza puesta en un sistema democrático, de instituciones.
Veremos…