DIARIO DE ANTHONY
7: 31 p.m. (Saturday in the park, I think it was the 4th of july. Another day…) (sábado, en el tercer mundo. Hoy es sábado)
Hoy he descendido al inframundo; he ido a La Sucia Mérida. Fui a limpiarle “su local” a un mamarracho, y… Hoy le he dicho que: “ya no trabajaré más para ti”.
¡Nunca me gustó, y nunca pude soportar si quiera su voz! Así que… El puto detergente que utilicé para lavarle unos pedazos de fomi, hizo surgir en mí un dolor de cabeza. Aunque de por sí ya me había empezado a doler, ¡muchísimo!
Pero sobre esto no te contaré mucho ahora. (Es parte de mi proceso “de curación”. ¡Pero qué mierda! ¡No sabes cuánto me dolía la parte de la sien y demás…) (Y todavía me sigue doliendo AHORA). (Pero aquí estoy, ¡escribiéndote!)
Hace apenas una hora que llegué del Inframundo… Comí y me bañé. Y, mientras me bañaba, no paré de pensar en eso, en que EL MEXIC-ANO SIEMPRE SERÁ UN MEDIOCRE.
¡Todo lo que “él” hace es mediocre! ¡Ni qué decir de “su cine”! ¡Puros bodrios al estilo ese del que hizo “MONA”! ¿O es que se llamaba “Roma”? “Mona la Ramona…” ¡Ya no lo recuerdo! ¡Y tampoco su nombre, el de su director!
Pensaba y pensaba… Cuando yo tenía 10 u 11 años, y cuando veía las olimpiadas, solamente me preguntaba: “¿Por qué NUNCA GANAN?” Entonces yo aún me sentía “mexicano”. Y, como tal, ¡me dolía hasta lo indecible ver “cómo todos ellos perdían”!
¡Ni qué decir en los mundiales! ¡Dios! Y eso que en Mexiquitito solamente pareciesen existir las basuras que Televisa hace, y los cientos de partidos de futbol…
“¿Por qué el mexicano es “inferior”?”, vuelvo a preguntarme ahora mismo. ¡Por qué!
Recuerdo a los estúpidos comentaristas mencionar “algo al respecto”, cuando le tocaba competir a un atleta mexicano. ¡Y lo mismo hacían, cuando jugaba la pobre selección mexicana!
Hablaban hasta de “psicología moral”. Recuerdo que decían cosas como: “Hoy se les nota seguros…”, etcétera.
Volviendo a los atletas olímpicos. A veces decían que los fracasos de todos ellos se debían a que no recibían el apoyo necesario; que el dinero destinado para sus trajes y demás cosas, pues que solamente se los robaban los tipos esos “encargados de cuidar de ellos”: ¡la puta Conade! ¿Estoy bien? ¡No sé si así se llame esa institución que se dedica al deporte en este tristísimo país…!
“Y tú, Anthony… ¡¿Por qué chingados perdiste; por qué no ganaste en el concurso de Betty la Plastiquera?!”
“¡Ay! ¡Es porque no me dieron zucaritas de niño! Éramos muy pobres… Así que mi cerebrito no se desarrolló muy bien. ¿Acaso no siempre te dije, que mis cuentos parecían haber sido ESCRITOS POR UN MONGOLITO? ¡Ay de mí! ¡Qué pobre soy! ¡Qué mediocre e inferior he sido!”
¡Chale! ¡Me sigue doliendo mucho aquí detrás de mi cabeza! También me duele un poco el tendón del cuello, el lado derecho.
Hace rato pensé en querer contarte sobre mi cuento…, pero; creo que tendré que hacerlo después.
Con cariño y mediocridad; tuyo: Anthony Smart
Anthony Smart
Septiembre/10/2022