Desde Filomeno Mata 8
Por Mouris Salloum George
El robo de información confidencial a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) cometido por piratas informáticos (hackers) – autodenominados @GuacamayaHacks- tiene implicaciones de la mayor trascendencia para México; por lo cual no debiera ser minimizado por ninguna autoridad. La filtración a la prensa de esos expedientes hurtados -6 TheraBytes de datos- equivale a toneladas de documentos.
La primera reacción de ciertas autoridades afectadas directamente fue defenderse, buscando pretextos y explicaciones, así como reconociendo vulnerabilidades. Prometen “tapar el hoyo después del niño ahogado”; y afirman que van a legislar contra el hackeo.
Por principio, la magnitud del desafío amerita un análisis riguroso. Esto implica tomar en cuenta el contexto en el que ocurre el ataque o la revelación del mismo. El hecho es que el Ejército estaba en medio de una fuerte polémica por el caso Ayotzinapa y sus 43 desaparecidos. En ese expediente, militares del más alto rango están bajo acusaciones de complicidad en ese horrendo crimen. El hecho tuvo la fuerza de un misil contra el Ejército mexicano… y contra el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En estos días AMLO y su equipo han estado muy asediados -y exhibidos en sus contradicciones- por su afán de militarizar al país. Sobre todo, por la crisis desatada, que ha sacudido al sistema.
El ataque de los piratas informáticos debe tomarse con cautela. Si bien, quieren aparecer como héroes al exhibir a las autoridades de México, también su proceder tiene ingredientes de sabotaje inducido por intereses obscuros. Usualmente este tipo de ataques son planeados por mentes maquiavélicas.
Otro contexto de alto voltaje a tomar en cuenta, es la guerra cibernética que hay alrededor de los bloques que se disputan la hegemonía global. La intervención de AMLO con su propuesta a favor de “una tregua” provocó suspicacias y enojo en los adversarios de Rusia.
El presidente Biden y su homólogo de Ucrania pidieron que AMLO respaldara las sanciones contra el gobierno de Putin. Todo lo contrario, el mexicano se la ha pasado desafiando al gringo.
Un frente de guerra apunta, pues, que la coyuntura fue propicia para recetarle una advertencia al rebelde tabasqueño.
En cualquier escenario, sería preferible para los mexicanos actuar con mucho cuidado. Ante todo, para evitar caer en las trampas obscuras de quienes en este momento deben estar satisfechos con el primer impacto de su acometida cibernética.