La cámara de representantes, en una acción sorpresiva, abrazó la idea de legalizar a los hijos de inmigrantes sin papeles.
Los representantes republicanos radicales, presionados por miembros del centro de su partido, por grupos hispanos y religiosos aceptaron darles respiro a todos aquéllos menores que llegaron con sus progenitores a la Unión de manera irregular.
La medida es alentadora, puesto que la reforma inmigratoria después de su airoso paso por el senado, se mantenía estancada en la cámara baja con poca esperanza para salir de ahí con diez en conducta, es decir, aprobada.
Como se sabe los representante republicanos, en general, se oponen a cualquier enmienda a las leyes vigentes de inmigración, por eso, la acción sorpresiva de legalizar a los hijos de los sin papeles le da oxigeno a la iniciativa, esperanza a 11 millones personas que viven a salto de mata, atemorizadas, con el alma en vilo.
El presidente del comité judicial de la cámara baja, Bob Goodlatte, comentó al respecto, que si bien los menores carecían de culpa por quebrantar la ley, los padres de éstos por ningún motivo merecerían el camino a la regularización.
La posición de Goodlatte, es la que comparten la mayoría de los representantes republicanos. Por qué vamos a premiar a quienes con conocimiento de causa infringieron las leyes de inmigración.
Comparten con los demócratas que el sistema es disfuncional que se debe corregir, el problema estriba en el cómo. Destrabar el sistema es la encrucijada que termina en dimes y diretes, en acusaciones, en argumentos insustanciales, en parálisis jurídica.
Por supuesto, para éste grupo de halcones, republicanos a ultranza, la decena de beneficios económicos, culturales y sociales que representa la legalización de los once millones de sin papeles los desoyen, ni siquiera aceptan revisarlos. Cerrados. Obtusos.
La tremenda división entre republicanos y demócratas en cuanto cómo cambiar las leyes, presagia que la buenas nuevas de hoy, mañana se conviertan en iniciativas controvertidas como el obligar a los menores de hoy, cuando la edad lo determine, a participar del servicio militar como elemento para obtener la ciudadanía.
En agosto el congreso entra en receso, como están las cosas, no se verán adelantos sustanciales, esperemos que la entrada del otoño haga recapacitar a favor de la reforma a los representantes republicanos.