Horizonte de los Eventos.
El legado de Cárdenas fue “El Equilibrio Permanente de la Revolución Mexicana”. El estadista edificó la máxima constitucional de aquel Sistema, mitad discrecional, mitad mandato expreso consuetudinario.
El día que los mexicanos aceptemos que HEMOS SIDO PROLONGADAMENTE REGIDOS POR NORMAS CONSTITUCIONALES NO ESCRITAS (1938-1988), la Judicatura, más o menos definirá aquel mandato imperativo del Estado Revolucionario:
“Cada seis años, el presidente en turno, al elegir sucesor, inclinará a la opción revolucionaria que él mismo representa;
“Sin perjuicio de lo anterior, el presidente observará que: si éste fuera de izquierda, irá a uno de derecha, y viceversa. Lo preparará y elegirá del seno del Estado, formado por el Nacionalista Revolucionario; contrario a Díaz, a la reacción y a la reelección” -ordenado, vigente y acatado.
El PRI, usurpado por la derecha no revolucionaria del Banco de México, no evitó que de la Madrid obviara -fracturó letal e intencionalmente- el “equilibrio para la Permanencia” del Estado Revolucionario, establecido por Cárdenas del Río (que prevé evitar el presidente) y dejó al Maestro Salinas, su hijo político, proyanqui y antirrevolucionario, de la misma cuadra del Dr. Mancera Aguayo. Ambos herederos del pensamiento del mismísimo fundador del Banco Central, don Manuel Gómez Morín -del Partido re Acción Nacional ¡La Reacción! Y Díaz. Y el Porfiriato…
Para siempre se desterró la lección del Tata y fue tumbado el pilar del Viejo Sistema del Presidencialismo Mexicano: a Salinas siguió otro neoliberal, luego otro y otro, y otro … (proyanquis y antirrevolucionarios todos, por muy prianistas que se abanderaron siempre), hasta que la balanza no resistió y hoy tenemos a uno del otro extremo, extremo y el resultado rendido, promete mayor pronóstico reservado.
El Sistema Político Mexicano (SPM) no metía al bote ¿algún parecido con la actualidad? Y no confirmar el fracaso de un hombre, menos aún su corrupción. Se le decía, por ejemplo, a Cabeza de Vaca: “Robaste. Si no quieres acompañar ahora mismo a tu antecesor en Almoloya, devuelve 7 de los 10 que te llevaste y desmantelas todo tu equipo ¡Ya!”
Se enterraba el problema. Así se controlaba sin contraloría. Esto fue así, hasta que Luis Echeverría Álvarez metió al bote a Fausto Cantú Peña… Desprestigiar al Sistema. Así sus sucesores, sexenio tras sexenio, judicializando la política en contra de los del anterior. Para desacreditar al antecesor, que quería, quiere siempre, seguir mandando… La facultad descendió a gobernadores. Hasta alcaldes.
Se descaró con acusaciones el Viejo Sistema -desde la Presidencia y los expresidentes. El pueblo así, y la comunidad internacional, registraron ciertamente, la corrupción del Viejo Sistema que padecimos -desprestigio que de todas formas, permanece hoy, en los gobiernos de la Transición.
Otra arista: los dos primeros enemigos-intrusos del Estado Revolucionario, “litempos” de la CIA: LEA y JOLOPO, ajenos por completo a las exigencias del SPM, sin cumplir ninguno de los requisitos (de nuestra Constitución no escrita) para ser presidentes: no conocían al Partido, nunca fueron dirigentes. Currículum de un sexenio antes de la Presidencia; Tampoco tuvieron puestos de elección popular; Sin formación ideológica ni formación empírica por revolucionario acreditado.
LEA, JOLOPO y la tecnocracia son la semilla en que germinó el neoliberalismo -“neo entreguismo del Estado”, siempre imperante cuando somos gobernados por principios extranjerizantes -aún los encabezados por nativos mexicanos.
Consustancialmente, se quebrantó el resguardo de la Soberanía del Estado Revolucionario, el bien más preciado de las luchas nacionales y de sus gobiernos patrios, desde nuestro Emperador Cuauhtémoc: Legalizó de nueva cuenta, la sustracción de la Riqueza Nacional, sufrida en La Colonia, en buena parte del s. XIX, el Porfiriato, en los gobiernos revolucionarios y brutalmente, los anteriores 50 años.
Es oportuno anunciar la necesidad de discurrir, a propósito de las metas, compromisos y alcances mexicanos y de Norteamérica, de nuestro Tratado Comercial, que a 30 años, sigue siendo injusto y comercialmente desleal.
Vuelvo al imperativo ideológico que nos gobierna y promete desde que de la Madrid instauró el neoliberalismo, que sustituyó al Nacionalismo Revolucionario, con Salinas, Zedillo (anti y apriista, respectivamente), a Labastida, delamadrista, que perdió con MMH y con Zedillo… etcétera.
Archivada y momificada aquella formación de compromisos, lealtades y unidad ¡la Revolución Mexicana misma! PRI, principios, legado y todo. Priismo repudiado pero significativamente más efectivo en el desempeño y cumplimiento socio económico -hasta en los números- con el pueblo y la historia de México. Se instaló en la estructura del Poder y en la burocracia financiera gubernamental, hace ya décadas, a los cuadros neoliberales.
Terminó la Unidad Revolucionaria, que integró al equipo del candidato presidencial, aquellos elementos destacados por su formación y lealtad probada a las instituciones, no a camarillas, de entre los identificados con “el no ungido”, aunque ubicados geométricamente en otro segmento político e ideológico.
Lo que menguó y disgregó la clase política revolucionaria, que cedió el Poder, que desde luego fue utilizado contra el Presidencialismo Mexicano, hasta desaparecerlo. Y su fantasma, el todavía PRI, convertido a la esfera satelital y esquirola de Palacio Nacional.
El proceso detonó el 88 con la traición de Cárdenas al Sistema que construyó su padre ¡Y suyo! Siguió la fuga del PRI y el robustecimiento de la oposición, que nutrió a la militancia desaparecida, hoy convertida en transfuguista. Que degeneró en el chapulineo y la traición a la honestidad intelectual y la lealtad ideológica, a vivos, muertos y con sí mismos.
El mérito de la militancia, antes venerada, cuidadosamente selecta e identificada, hoy denostada impunemente. A la vez que transfuguismo y chapulineo son premiados con el Poder: Que son todos hoy, ni más ni menos: sin formación ni acción política de Estado, desideologizados y sin proyecto: a donde sople el viento.
El Estado y nuestro desarrollo es víctima de la confusión histórica y/o la simulación vergonzante, ajenos a los reclamos ontológicos de la Nación Mexicana.
Alito, con todo lo que su disponibilidad entreguista significa, en específico, la viabilidad de las reformas constitucionales que pretende el Ejecutivo ¡El “escurridizo desertor” y desmantelador final del PRI! Cedido sin argumentación alguna, ni a favor ni en contra, con su personal “indulto presidencial”, a su promiscuidad financiera y sancionables actos de servidor público;
EL PRESIDENTE, QUE VA CON TODO Y POR TODO A LA REFORMA ELECTORAL, DEBE CONSIDERAR ASIMISMO, que los presidentes iberoamericanos de gobiernos polarizantes de izquierda, que lograron dejar a su sucesor, acaso preferirían no haberlo hecho ¡Acaso no aprenden!
La suerte de Lula y de su sucesora no son reeditables y su “transexeniación” ni fue efectiva ni garantizó con la permanencia, el establecimiento ni el desarrollo del proyecto. Únicamente evidenció la ambición político personal y sectaria, del rupestre humano politicón de nuestra clase gobernante ¡Toda ella!
Chávez con Maduro ha sido un fracaso sostenido por las circunstancias y el gasto populista. Ni lo fue Raúl con Castro, que no pudo transformar ni oxigenar a la Revolución -bien llamado “el último suspiro del marxismo”.
El presidente en todo caso, lo intentará restablecer el SPM, que perduró por 60 años y varias sucesiones, en tanto se mantuvieron las reglas del Sistema aquel y tuvo hombres formados en el proyecto revolucionario ¿Alcanzará a formar los cuadros para ello? Y si lo hace ¿Cuánto costará imponer las reglas que rigan el Novel Sistema en el Poder y la transexeniación de la 4T?