La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
El Big Brother pone el chivo y los ciudadanos la cristalería
La salida de Hugo Gutiérrez Maldonado, ex secretario de Seguridad Pública, y con él todos los ‘norteños’, que controlaban desde la Academia de Policía hasta el C-5, implica un golpe al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, quien, además de que fueron cesados por órdenes del gobierno federal, se empeña en defenderlos.
Previo al hecho, por medio de los Guacamaya Leaks, supimos que el Ejército los catalogaba como ligados al crimen organizado, por lo tanto, la caída, obedeció a estas imputaciones y a varios casos de desaparición forzada que involucra a la policía estatal.
A lo anterior, tenemos que agregar la renuncia del secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, por el desbarajuste que tenía en la dependencia, entre otras cosas, cientos de miles de medicamentos que caducaron en las bodegas, de acuerdo a las auditorías del INSABI.
Ahora, tenemos que el titular de Educación, Zenyazen Escobar, está más dedicado a su auto promoción mediática que, a resolver el pago del aumento salarial al personal docente, tema que podría convertirse en su Waterloo electoral, ya que busca proyectarse en el 2024.
Pian pianito, el tiempo le empezó a cobrar facturas al Cui, su inexperiencia y su proclividad a rodearse de otros en similar circunstancia, han tenido como consecuencia que los problemas de la entidad le exploten en las manos, mismos que si bien ya existían, nunca fueron atendidos, motivo por el cual se profundizaron.
Mucho se dijo, que las críticas al góber sabadaba eran hijas de la ‘mala leche’, sin embargo, aunque con lentitud, las cosas comenzaron a caer por su propio peso. Pronto brotarán, al gran público, todos los casos de corrupción incubados en cuatro años, no se impacienten.