Norma Meraz
La democracia mexicana, con todos sus defectos, ha costado mucho esfuerzo, tiempo y recursos.
El domingo 13 de noviembre de este 2022, los ciudadanos mexicanos de todo el país saldrán a las calles a defender la democracia, a manifestar su inconformidad frente a la concentración de poder en manos de un solo hombre: el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
El hombre de Macuspana, Tabasco –que además de comerse las letras cuando habla–, engulle cada día más espacios de la vida pública, asfixiando así la expresión de las ideas, las propuestas, las inconformidades, las demandas y las exigencias de quienes no cuentan con servicios de salud, de educación, de un techo o de un trabajo digno.
Incapaz de aceptar el disenso de sus compatriotas se erige en el único con su verdad única.
¿Cómo se atreve a hablar de democracia si al tomar decisiones se escuda siempre diciendo que” es la voz del pueblo”; un pueblo que gime ante la falta de atención, con el hambre en el cuello?
¿Cómo hablar de democracia si él rechaza el pluralismo?
México no es Morena, su Movimiento a través del cual llegó al poder.
Al ver tambalearse su iniciativa de reforma electoral, el hombre de Palacio se enfurece cada mañana; insulta, injuria y descalifica a los funcionarios del Instituto Nacional Electoral y, abusando del micrófono y los tiempos oficiales en los medios de comunicación, genera un ambiente de exclusión pues lo que se propone en realidad es contar con un instrumento más de propaganda política.
El objetivo que persigue el Presidente López Obrador es la desaparición del INE, el órgano rector de las elecciones, la misma institución que en 2018 a él le garantizó el triunfo electoral.
¿Entonces el INE sí era funcional y transparente cuando él ganó? ¿ Y ahora ya no lo es?
Con la reforma electoral que propone el Presidente intenta que los diputados sean todos plurinominales, pero esto rasga a la democracia, se anularía la participación electoral y, por ende, la representación real de la sociedad.
En un populismo nacionalista. Desdibuja a la izquierda y a la derecha.
La izquierda de Nicaragua, la de Cuba y la de nuestro país son izquierdas de bolsillo y las derechas se agazapan y militarizan sus gobiernos.
Morena no pasará de ser un delirio sexenal cuando finalmente se haga el balance de este gobierno .
México con sus 126 millones de habitantes, de los cuales 96 millones integran la lista de empadronados y de éstos sólo 30 millones votaron por López Obrador para Presidente vio cómo protestó guardar y hacer guardar la Constitución, lo que significa gobernar para todos, aunque no todos hayan votado por él. De tal manera que Morena no es Mexico y Mexico, por fortuna, no es Morena.
El Presidente no se cansa de presumir que cuenta con el 60% de aceptación. Pero lo que no dice es que el 60% no está de acuerdo con su forma de gobernar .
México no es de un solo hombre, ¡aunque este hombre crea que si!
¡Defendamos nuestra democracia!
Y ¡Digamos la Verdad!