La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Se justifican diciendo: no nos rajamos ¡siempre metemos la pata!
El exitoso boxeador, Saúl Álvarez o ‘el señor Canelo’, amenazó al argentino, Lionel Messi, porque a su parecer ‘mancilló’ una casaca de la Selección Nacional’, en sus redes sociales posteó: “Que le pida a Dios que no me lo encuentre!!”.
Desde luego, la advertencia desató un debate en el cual el tapatío no salió bien librado, lo que le motivó a excusarse días después, señaló ‘que se dejó llevar por la pasión’, por lo que pedía disculpas a “Messi y al pueblo de Argentina”.
Sin embargo, habría que sugerirle al púgil, que reoriente su justificado malestar y frustración por el papelón del Tri, por lo que, le haremos unas respetuosas sugerencias.
En primer lugar, el pelirrojo debería ajustar cuentas con Yon de Luisa y/o sus patrones, entiéndase los dueños de las televisoras, ellos si han ultrajado al panbol mexicano, en virtud de que, su único interés es aumentar las ganancias, no les importa en lo más mínimo, promover el deporte, se han enriquecido a costillas de la afición y su eterna resignación.
En segundo término, debería canalizar su ira, en contra de la mediocridad y falta de compromiso de muchos de los jugadores del seleccionado, la sordidez con la que se conducen, ofende más a la camiseta que el hecho de que un extranjero la use de trapeador.
Por último, don Canelo, podría echarle en cara a los políticos, que sólo se cuelgan del balompié para promocionarse o candidateando a ex futbolistas a cargos de elección, sin embargo, jamás han presentado un plan integral para el desarrollo de dicha disciplina.
Sabemos que le ponemos la vara alta, porque en realidad, él mismo es producto de las televisoras y más de uno, lo acusa de escenificar peleas a modo, pero bueno, le damos el beneficio de la duda, con tal que aplique uno que otro uppercut a los que corresponda.
Y no es violencia, es justicia retributiva.