La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
En términos políticos, al que pide piso parejo lo único que logra, es que ‘le den piso’
Llama la atención que, dos personajes tan experimentados, como lo son Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, tengan expresiones públicas que más que sentar posición política, generan compasión de los observadores.
Los suspirantes a la candidatura presidencial, se han convertido en plañideras que, con tal actitud, desconocen su propio historial político.
Acaso Marcelo y Ricardo, cuando han detentado un cargo de elección popular ¿han ofrecido igualdad de condiciones a sus posibles sucesores?
No se enreden señores, el poder se ejerce no se comparte, en este caso, la atávica práctica de la política ‘a la mexicana’, señala que el Tlatoani, tiene el privilegio de designar al potencial candidato(a) a reemplazarlo y en esto (como en casi todo el sistema), no ha habido la menor innovación, la 4T existe en la narrativa oficial, no en los usos y costumbres.
El presidente López Obrador, aplicará en toda su expresión, la atribución no escrita para elegir al candidato presidencial de MORENA (con amplias posibilidades de sentarse en la silla imperial) y no sólo eso, palomeará las listas de abanderados al Senado, Cámara de Diputados, gubernaturas y demás puestos. Caramba, está en la plenitud del pinche poder.
La tibieza con la que se conducen, acabará pasándoles factura, por lo tanto, estimados ‘aprendices de brujo’, el único piso parejo que tendrán será el de su casa. Que complicado resulta apegarse al principio de realidad.