Yo Campesino / Tortura
• Para quien el poder es una obsesión, perderlo debe ser una pesadilla. Así el ganso
*Miguel A. Rocha Valencia*
Más que una venganza, pareciera que la decisión del ganso de Macuspana de minimizar a la estructura electoral del país tiene por objetivo, como bien apuntan los expertos, conservar el poder, aunque para ello deba pasar por encima de la voluntad popular. La Constitución ya fue rebasada.
Por eso el tema se le volvió una obsesión al mesías, tanto que seguramente le quita el sueño y pone a trabajar a todos sus cercanos para encontrar fórmulas para no soltar el poder económico y político del país, ser el ombligo de todas las decisiones y de la agenda diaria.
Además, ante la inminencia legal de que al terminar el sexenio se vaya a La Chingada, el tlatoani tabasqueño sufre una tortura constante que se acentúa a cada tropezón o al menos obstáculo que le hacen difícil lograr el objetivo de conservar el gobierno “por lo menos” hasta que se muera. Si es posible ser él, el amo del universo, bien, pero si debe ser quien mueva los hilos detrás de una corcholata incondicional, ni modo.
Está dispuesto a “hacer lo necesario” para no soltar el presupuesto y las decisiones políticas, aunque sean equivocadas. Es privilegio del machuchón mandar y si se equivoca, volver a ordenar sin pedir perdón, pues en su magnificencia el ganso piensa que no comete errores sino sus subalternos.
Incluso hace dentro del grupo de confianza, incluyendo “plumas” rentadas, llegan al absurdo de que cuando preguntan quién sucederá al profeta cuatrotero, nadie se atreve a decir esta boca es mía, simplemente dicen “el señor”, en referencia al hijo predilecto de Tepetitán.
Por eso lo del Plan B tan manido y tan mal hecho, la instrucción es imponerlo, debilitar la estructura electoral, tanto que llegado el momento los comicios se presenten con tantas fallas que, si da resultados adversos, se alegue fraude e incluso los del poder, decirse robados por la “cúpula oligárquica que mangonea al INE o al TEPJF”.
Los “sabedores” dicen que por eso el peje no disfruta el poder, se le vuelve una tortura la cual se hace mayor a medida que se acerca el proceso electoral de 2024. Ya ni siquiera pone atención a las estatales especialmente del Estado de México, donde por lo visto, la candidata del PRI Alejandra del Moral quien a sus 39 años y luego de ejercer como secretaria de Desarrollo Social, seguramente recibirá el espaldarazo de PAN y PRD.
Y es que difícilmente ganaría Morena con la delincuente electoral Delfina Gómez, no sólo por ser quien es, sino también por representar a la “otra” cara del Estado de México. La texcocana es del clan de Higinio Martínez y Alejandro Encinas, entre otros.
Para colmo “gracias” a las pésimas administraciones morenistas, los municipios “ombligo” incluyendo Naucalpan están en manos de la oposición al ganso, en tanto que en Ecatepec, el impresentable Fernando Vilchis, hace todo para entregar la plaza, generando una gran inconformidad social a través de la creciente inseguridad, falta de agua, abuso de los recursos públicos, la instalación de parquímetros ilegales, ausencia de servicios, privatización de la recolección de basura, de las pipas para entrega de agua y el dispendio de recursos en apoyo a las acciones de la 4T incluyendo acarreos millonarios de gente.
De tal suerte que ni para qué perder el tiempo, se va por la libre, la segura donde la mayoría de sus garbanceros en el Congreso federal, le pueden garantizar su permanencia en el poder por diversas vías y si bien no puede doblar al actual Consejo General del INE, al menos acotará sus funciones estrangulándolo financieramente.
No le importa al profeta cuatrotero que esas reformas envíen una señal negativa a los círculos financieros donde el Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas, advierte de una agudización de la incertidumbre económica y la generación de bienestar en México, pues según el presidente del organismo, Alejandro Hernández, se trata de socavar la libertad y la democracia.
Incluso para José Medina de COPARMEX, avalar las reformas son un retroceso y claro que va a pegar en la economía donde hay signos cada vez más agudos por la caída del consumo por quinto mes consecutivo, que, si bien ayudan a la estabilización por abajo del ocho por ciento de la inflación, traen consecuencias negativas como pérdida de inversión e ingreso. Ni el Buen Fin ayudó, ya que este año se generaron ventas por 141 mil millones frente a los 144 mil del año pasado.