De extraña manera, por segunda semana me siento obligado a dar continuidad a una nota. La semana pasada hablamos de la posible relación entre los carteles mexicanos y China que se entrelaza, nos guste o no con políticos de varios países que se benefician directa o indirectamente de este hecho. El secuestro y asesinato en matamoros de los ciudadanos americanos, detonó una crisis en la relación bilateral que coincidió con nuestra publicación de la semana pasada.
No es necesario entrar en detalle para comprender los efectos de los carteles en nuestro país. Pero hay que ser honestos y reconocer que sus “métodos”, influencia y mercado han penetrado en el 100% del territorio del país vecino y según la DEA en otros 48 países. Como lo dijimos, en la ley de mercado, la demanda de mano de obra económica, de jóvenes para la explotación sexual y consumo de drogas han sido atendidos por algunos de nuestros “corporativos” más reconocidos. Obviamente me refiero a los carteles del narcotráfico que han incrementado su cartera de servicios en los últimos 20 años. Con este aumento en sus servicios han ido creando industrias integradas, eficientes e innovadoras que son la envidia de casi cualquier corporativo.
Según números del departamento del Tesoro de EUA, los flujos de dinero de los carteles por actividades de drogas y de tráfico de personas representan unos $48 mil millones de dólares al año. Dentro de esos grupos el más influyente es el cartel de Sinaloa quien tiene operaciones en 48 de los 50 estados de la unión americana.
Insisto en ese monto, $48 mil millones de dólares al año y esa cantidad que puede servir para torcer, manipular, influir y convencer a muchas autoridades en varios países del mundo. Coca-Cola y Pepsico mundialmente venden menos al año que los carteles mexicanos. La fortuna de Carlos Slim puede ser superada con dos años de los ingresos de estos grupos. Y las empresas mexicanas, Bimbo, Cemex o Maseca que tienen operaciones mundiales no les llegan ni a los talones.
Como lo dijimos la semana pasada, la DEA y el FBI informan que los carteles mexicanos cuentan con infraestructura de operación compleja en el territorio de EUA. Según algunos diarios de aquel país, los carteles también cuentan con políticos y servidores públicos que reciben sus apoyos económicos.
Para los políticos americanos y para las empresas de armas en EUA, el narco y la corrupción mexicana ha sido una gran herramienta de negocio y de control. Si las finanzas públicas mexicanas temen a las repercusiones comerciales de un pleito con EUA, los políticos tienen pavor a ser procesados por lavado y drogas en aquél país.
Si las drogas y el tráfico humano entran es porque las autoridades las dejan entrar y circular, pero al mismo tiempo son solapados por nuestros políticos y como la Secretaría de Estado, la DEA, la CIA y el FBI lo saben y con esa información cada administración de Republicanos o de Demócratas pueden presionar a casi todos los partidos y políticos en temas regionales y globales.
Recientemente vimos como el Senador de Carolina del Sur Graham y algunos representantes como Dan Crenshaw de Texas pidieron al presidente de EUA declarar a los carteles mexicanos como organizaciones terroristas e incluso introdujeron legislación al respecto, pero esto no es nada nuevo. Sin embargo, la casa blanca lo rechazó y la verdad lo hizo porque Biden está negociando con AMLO y como sabemos nuestro Presidente se llevaba muy bien con Trump, por lo que desde que llegó Biden y en especial del 2022 a la fecha ha habido una operación cicatriz de ambos lados. Si Biden se une a los Republicanos en este tema, sería como admitir que Trump tenía razón en el muro y que la nueva política fronteriza de los demócratas ha fallado y por ende contribuido a la muerte por fentanilo de más de 100 mil personas en ese país durante el 2022.
Para AMLO las declaraciones de los Republicanos son un insulto, porque permitirían a los americanos utilizar fuerza militar en nuestro país además de otras herramientas, pero la verdad muchas de esas herramientas ya se usan de una u otra forma. Recordemos que los americanos pueden contratar a personal externo para hacerla de policía en nuestro país y que además “asisten” en materia de inteligencia para temas de lavado y de combate a los carteles. Pero lo hacen por debajo del agua para que nuestros políticos puedan decir que no se violenta la soberanía. Pero pocos recuerdan que fue Biden con Obama y Hilary quienes enviaron miles de armas de alto calibre en el programa Rápido y Furioso que armó a los carteles, de hecho se han identificado más de 150 muertos mexicanos con esas armas, incluyendo rifles de alto calibre utilizados para atacar y derribar helicópteros de las fuerzas federales. Como dato casi chusco, cuando detuvieron al chapo se encontró un rifle de alto calibre que puede derribar helicópteros que había sido enviado por el gobierno de EUA a los carteles en ese programa de la era de Calderón.
La ironía es que, de ser los carteles declarados terroristas, esa ley permitiría a millones de mexicanos indocumentados en EUA y a otro tanto de sus familias en México a emigrar legalmente y de inmediato obtener documentos para trabajar legalmente en ese país.
Por otro lado y sin que muchos lo cometen, debemos recordar que las armas de los carteles son, casi todas, unas 600 mil al año, fabricadas en EUA y pasan a México con la complicidad de políticos y funcionarios de nuestro lado que permiten a esos mismos carteles gastar millones de dólares al año en armamento en el país vecino. Pero ya sea con facultades legales o con intermediarios el llamado Industrial Military Complex, que patrocina a decenas de Senadores y de Representantes en EUA de los dos partidos, es otro de los beneficiarios del tráfico de personas y de drogas. Esas compañías generan al año $480 mil millones de dólares, algo así como 10 veces lo que los carteles mexicanos y por eso el negocio de la guerra es tan influyente en EUA, sino pregunten a Trump que en la campaña del 2020 dijo que dejaría de gastar en eso generando una ola de dinero a favor de los Demócratas en estados Republicanos y en consecuencia como Biden no ha dejado de gastar en armas para Europa, pero no las más modernas como para derrotar a Rusia, sino sólo las suficientes como para mantener el conflicto.
El presidente de México que sabe que en EUA cualquiera puede opinar de política nacional, se juega su resto y le dice a los Republicanos que, si no dejan de molestar, promoverá el voto en favor de los Demócratas. Debemos recordar que AMLO es muy popular entre los paisanos, pero también debiera recordar el presidente que cuando deje de serlo la oposición en México y eventualmente la oposición en EUA podrían ser gobierno y cobrarle a sus colaboradores o gente cercana sus amenazas, porque lamentablemente en nuestro país sí se consumen y producen drogas sin entrar en detalles de la participación activa o pasiva de nuestros políticos en dichos asuntos o en otros asuntos presuntamente ilícitos. Por cierto, ya sabemos que con sus programas influyen a los candidatos, o los partidos pero ¿qué diríamos los mexicanos si desde Washington, públicamente nos dicen por quién no votar?
En un solo fin de semana podemos decir que en Los Ángeles en un auto con placas de México se decomisaron 1 millón de pastillas de fentanilo, en otro hecho en nogales 500 mil pastillas tratando de ser introducidas por la frontera de Arizona y en Brownsville Texas 20 millones de pastillas de octubre a la fecha, todas provenientes de nuestro país y en muchos casos como en el de Los Ángeles transportadas por ciudadanos mexicanos.
Siempre he pensado que el homicidio de Luis Donaldo Colosio fue en parte por asuntos del narco-financiero que ya estaba manejando altas esferas del poder político en México. La política del actual gobierno de EUA le permite al presidente de México no temer represalias físicas por el tráfico de drogas porque los demócratas han propuesto en casi todas las grandes ciudades de EUA la legalización de todas las drogas y de hecho hay “picaderos” pagados por los gobiernos locales. Como dice AMLO si quieren arreglar México también deberían de arreglar sus temas de consumo, pero eso no implica que no reconozcamos nuestra realidad y claro la oportunidad que la corrupción le da a EUA para imponer reglas públicas o privadas a nuestros gobernantes y políticos de varios niveles.
¿Veremos a Biden o a Trump, a CNN, a CNBC y FOX haciendo campaña por Morena o por la Alianza? Y qué tal ver a AMLO, a Marcelo, a Beatriz Paredes, a Calderón, a TV AZTECA y Televisa haciendo campaña por los Demócratas. Independientemente de lo que se opine, sería realmente interesante ver cómo reaccionan los electores y claro las instituciones de ambos países a corto y a mediano plazo porque bien organizados los mexicanos en EUA podrían ser una gran fuerza, pero no podemos desestimar la influencia pública que los políticos, los medios y empresas de EUA podrían tener en nuestras propias elecciones. A mí me consta que las autoridades americanas han intercambiado con sus contrapartes mexicanas, temas judiciales en EUA por temas políticos o económicos en México. A todos nos debe haber llamado la atención que a la vez de haber juzgado a García Luna hayan dejado ir a Cienfuegos.
Lo que podemos asegurar es que todo EUA, tanto como México son Territorio Cartel. Mientras esto sucedía en dimes y diretes político-militares de los dos lados de la frontera, en los círculos financieros neoyorquinos, la estabilidad de los bancos más grandes de EUA se tambaleaba al perder en un solo día, $50 mil millones de dólares de su valor en el mercado bursátil de NY y con esa caída se iba a quiebra el banco más importante de la industria digital en Silicon Valley llamado SVB. Estos hechos del viernes pasado generaron una serie de dudas sobre la proximidad de otra posible crisis financiera como la del 2008. La quiebra del SVB es la segunda quiebra de gran trascendencia en menos de dos meses, sumándose a la caída de FTX y su mercado de criptomonedas y representa la segunda quiebra más importante de un banco nacional de presencia nacional en los EUA durante los últimos 70 años.